Capítulo 5

4.9K 289 5
                                    


Cuando cada uno de los presentes pasaron por su propia decisión, la reunión terminó con un: La facción antes que la sangre. Mis labios volvieron a sellarse, no tenía la más mínima intención de hacer de esa frase una realidad, aunque en el fondo sabía que si se decía era porque había que cumplirlo, me negué siquiera a pensarlo.

Todos los osados que habían escogido esta facción, eran la gran mayoría, osados de nacimiento. Todos en nuestro mundo sabíamos que Osadía era una facción dura y exigente, pues nos entrenaban para proteger a todos de cualquier obstáculo, por eso pocos se atrevían.

Chicos y chicas de Verdad y Erudición se habían arriesgado y una abnegada también lo había hecho, su cara denotaba algo más que miedo y me sorprendió, ¿tendría yo la misma expresión? De Cordialidad solo me encontraba yo, cosa que por un lado agradecí y por el otro...Temí.

No sé quien dio el primer paso, pero cuando me quise dar cuenta ya me encontraba siguiendo a todos, prácticamente corriendo.

-¡Altaira! - gritaron detrás de mí, me giré de forma brusca, cosa que provocó un pequeño dolor en mi cuello.

-¡Sam! - dije feliz al verlo volviendo a mí.

Cuando llegó, me giré para comprobar donde se encontraban mis nuevos compañeros. En ese momento descubrí como nos estaban mirando, expectantes, mi corazón se contrajo demasiado.

-¿Qué pasa? - le pregunté a Sam, como si nadie nos mirara.

-Nada, solo...Gracias - dijo mirando al suelo.

-De nada, que seas feliz, Sam - le dije con una sonrisa en los labios, producida más que nada por la adrenalina que me provocaban sus miradas clavadas en nosotros.

-Que seas feliz, Altaira - se despidió Sam, esta vez mirándome fijamente a los ojos con una gran sonrisa extendiéndose por sus labios.

-Gracias, échale un ojo a mi padre, ¿vale?

-Lo haré, ni lo dudes - aceptó.

-Gracias - y asentí a modo de abrazo o de lo que se supusiera que debíamos hacer en una despedida así.

Sam completó mis dudas, pues se acercó como si nada y me atrajo a él con sus brazos. Un fuerte apretón con un beso en lo alto de mi cabeza fueron suficientes para alejarnos.

Cuando se marchó me di la vuelta, temía la reacción de todas esas miradas.

-Pelirroja, ¿cómo te enamoras en un mundo así? - preguntó un chico algo más bajito que yo con un semblante triste a la par que invencible.

-¿Enamorarme? - pregunté algo confusa, mi voz no parecía la que tantos años llevaba escuchando. Un asentimiento por su parte y por la de todos me frustró - Es mi mejor amigo, lo conozco de toda la vida.

-Eso díselo a él - dijo él haciendo reír a todo el grupo.

Tras ese momento todos se dispusieron a continuar. Yo los seguí después de quedarme unos segundos petrificada.

Cuando me acerqué a ellos se encontraban escalando varias columnas para así poder llegar a las vías por donde el tren pasaba, sin hacer ninguna parada.

Me encantaría decir que no contaba con ningún miedo para proceder a hacer una locura de esos calibres, pero os estaría mintiendo y sabéis que no puedo, pues mis resultados revelaron Verdad.

Todo pasó más que rápido, no tuve tiempo ni siquiera de pensar, pues si lo hacía el tren se marchaba sin mí y no tenía ningunas ganas de ser una abandonada, los respetaba, muchísimo, pero no estaba en mis planes. Necesitaba luchar para así distraerme de mi repetida y triste vida.

Acabé de subir una de las columnas, la cual me había provocado algunos rasguños en las piernas, ya que la tela de los pantalones que llevaba no protegían lo más mínimo, y entonces el tren apareció sin previo aviso por mi derecha.

Muchos se subieron al primer vagón, aunque ellos ya iban vestidos como osados, por lo que ya estaban más que acostumbrados a hacer cosas como esa. En cuanto a las recientes reincorporaciones a la facción...nos los pensamos algo más. Conforme fueron subiendo, procedí a ello, como otro cualquiera, no quería destacar ni por ser la peor como tampoco la mejor.

Una vez dentro del quinto vagón respiré profundamente, mis piernas temblaban por el dolor sosegado por la adrenalina. Esa fue la primera prueba real de que esto iba a ser mucho más duro de lo que en mi ingeniosa cabecita podría haber imaginado. ¿Sería capaz de resistirlo?


JenGVargas

Todo se puede superar, ¿no chicos? En cuanto a miedo se refiere, por supuesto. Soy de las que piensan que los hechos no se llegan a superar, se aprende a vivir con ellos, al menos no estamos en un mundo como el de Altaira, Eric, Tris, Cuatro...A mi forma de verlo, vivimos en uno mucho peor, donde cuando eres diferente necesitan hacerte creer que no vales para nada. Creo que esta reflexión no tiene ni pies ni cabeza :') Pero la dejaré.


CAPÍTULO EDITADO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO EDITADO

Treat you betterWhere stories live. Discover now