Capítulo 79

746 41 4
                                    


Segundos, minutos, horas... la verdad es que no sé hasta que punto todo se quedó suspendido en el tiempo, pero poco me importó, poco nos importó.

Ambos teníamos mucho que contarnos, demasiado quizá, pero este era el momento de demostrar algo más que una historia.

- Altaira – pronunció de una forma tan especial mi nombre, que mi estómago experimentó una sacudida endemoniada.

Suspiré, amando su olor, amando la sensación de protección que siempre me transmitía al estar entre sus brazos, su forma de tocarme, tratarme...

- Eric – dije sintiéndolo demasiado irreal.

En cuanto me separé de él, todas mis defensas parecieron menguar de una forma negativa. Por lo que cuando me agarró de la muñeca con suavidad y tras sentarse él en la roca, me situó encima de sus piernas. Creí que el cielo se encontraba al alcance de mi mano después de todo lo que había pasado en estas semanas.

Sus brazos se mantenían a mi alrededor y eso era sin ninguna duda la mejor sensación del mundo, en este preciso instante.

- Comienza tú, por favor – le pedí haciendo un leve recorrido por sus muñecas con mis dedos.

- ¿Desde dónde sabes? – preguntó aceptando mi parte de conocimiento.

- Cuatro te disparó, lo vi, con mis propios ojos – le conté con un nudo en la garganta.

- Todo sucedió demasiado rápido, no supe como actuar. No sabía hasta que punto estábamos siendo cómplices o enemigos. Pero pasara lo que pasase mi hermana estaba allí y debía mantenerla a salvo, por lo que hice todo lo posible para intentar lograrlo y para ello debía ser ese Eric que tanto me ha costado crear, ese al que no le importa nada ni nadie en especial. Lo creas o no esa fachada me ha mantenido a salvo todo este tiempo, no puedo no tenerle especial cariño, aunque me provoca tanto daño mantenerla... No me quedaba de otra en ese momento.

- Lo entiendo – dije intentando que se sintiera acogido mientras se abría de esa forma.

- Después del disparo perdí la conciencia, realmente pensé que me estaba yendo para siempre de verdad, pero no fue así. Desperté en un lugar, en el suelo, alguien estaba conmigo, alguien que decía ser tu padre, al principio no podía dejar de alucinar, pero conforme él hablaba todo cobraba algo más de sentido.

Un escalofrío, de nuevo, me recorrió.

- ¿Alguien que decía ser mi padre? ¿A qué te refieres con eso, Eric?

- Ya sabes...tu otro padre, tu... padre bi...

- Mi padre biológico – acabé por él.

- ¿Qué tiene que ver todo esto con él? No lo entiendo – dije buscando algún punto de conexión.

- Sabes que Sam conocía a Cuatro porque sus padres eran amigos, ¿cierto? - preguntó.

- Sí, lo sé.

- Bueno, pues digamos que tu padre...

- No es mi padre – le reproché.

- El padre de Sam – corrigió – no es como su hijo, Altaira, no está loco, sabe lo que hace y por eso intentó protegerte de alguna forma a través de mí.

- ¿Cómo? – pregunté confusa.

- Él no sabía los planes de Sam y cuando todo sucedió, cuando te secuestró, jamás supo hacia donde te había llevado, por lo que pensó que, si me protegía a mí, te estaba protegiendo, en parte, a ti, por eso habló con Cuatro e ideó el plan necesario para hacerme desaparecer del mapa.

- ¿Me estás diciendo que ese hombre te salvó la vida pensando en mí? – pregunté totalmente desubicada.

Asintió.

Me quedé ahí, esperando a que todo encajara de alguna u otra forma, sin embargo, no funcionó.

- ¿Estás bien? – preguntó.

Asentí, no me quedaba de otra que aceptar ese gesto, al fin y al cabo no era malo, gracias a él Eric estaba aquí y eso me hacía feliz.

JenGVargas

Una vez uno de esos profesores que te marcan de por vida, cabe decir que no me impartía ninguna materia académica sino extra-escolar,  me dijo algo que desde ese entonces nunca he olvidado: Ni todos somos tan buenos como dicen, ni tan malos.

Es cierto, a veces, el tiempo, la época y sobretodo el ambiente que nos rodea nos hace ver cosas que realmente no son, nos hace ver pinceladas de un cuadro que nadie ha conseguido pintar de forma real, por eso hay que hablar, todo se soluciona hablando, aunque haya cosas como corazones rotos por diferentes motivos que destrocen el alma y no veamos ningún tipo de escape, el tiempo te acostumbra a ello.

El padre de Altaira, quizá no sea tan malo como ella creía.

Solo depende des del punto en el que se miren las acciones de nuestro contrario, es ahí cuando todo se descubre y es ahí cuando nacen los arrepentimientos más grandes de nuestras vidas o quizá no, quizá solo consigamos conocer a una persona tal cual es, sin filtro alguno.

Qué tengáis un final de miércoles o inicio, quien sabe, genial.

Besos para todas! <3

CAPÍTULO EDITADO

Treat you betterOù les histoires vivent. Découvrez maintenant