Capítulo 18

3.2K 229 18
                                    


No me equivoqué. La de veces que el agua me había acogido, fría y refrescante, era ya un número más que desechado en el olvido. Él, en cambio solo se encontraba de pie, como si nada hubiera sucedido aún.

Sus ¿bien?, habían sido sustituidos en el momento en que yo respondí sin que me preguntara. Sustituidos por miradas de complicidad.

Entre tanto, mayormente cuando me levantaba, me topaba con la mirada de Cuatro advirtiéndome sobre un posible movimiento de mi contrincante. Utilizaba a Maverick para mostrarme lo que debía hacer. Eric no se percataba, por lo que, en un principio parecía buena idea.

Hasta que nos dimos cuenta realmente de que no tenía nada que hacer contra él. Agarrarme a su espalda no había surtido efecto, como tampoco engancharme a él cual mono por delante, o en sus piernas, o tirar de su brazo, balancearme hacia cada lado posible, físicamente hablando...Nada era suficiente. Solo deseaba que se terminara de una vez. Mis piernas temblaban, pero no por miedo, ni siquiera por dolor, sino de cansancio y frío. El agua había sido para mí prácticamente mi despertar, mi lugar de escape, sin embargo, era la de aquel lago, la que me hacía sentir cuanto menos, especial. Esta cada vez que la viera o la pensara me recordaría a derrota.

-Todo terminará cuando te rindas – dijo él, intentando aconsejarme enserio.

Esta vez fui yo la que sonreí sin ningún tipo de sentimiento más que el de rabia.

-Lo mismo te digo, Eric – y esa fue la primera vez que su nombre sonaba en mis labios lilas encarándolo a él, por supuesto.

Algo en él se acrecentó al escuchar su nombre. ¿Había hecho o dicho algo que no estuviera bien? ¿Qué narices era esa mirada que se había instalado en su semblante?

De todas formas, no me dejé vencer, no retrocedí en lo que dije.

Todo cambio cuando sus palabras, en grito, pararon a todos los presentes, algunos ya con la pelea terminada y otros, al igual que yo, exhaustos.

- ¡Me rindo!

Cuatro puso toda su atención en nosotros.

- ¡Me rindo! – gritó él también.

Lo miré con algo de inexpresión en el rostro. ¿Qué les sucedía a esos dos?

Tanto Maverick como yo, se suponía que... ¿habíamos ganado? O mejor dicho... ¿Nos habíamos librado del castigo?

-Todo ha terminado, chicos. Los ganadores a un lado y los que se han rendido al otro – dijo Cuatro bastante tranquilo para su inicial reacción.

Cada uno de los presentes hicieron lo que se les pidió. Yo tras unos segundos de confusión seguí los pasos de los ganadores, junto con Maverick.

Me di la vuelta intentado toparme con la mirada de Eric, pero no me encontré con la suya precisamente, sino con la de una Tris destrozada.

Enseguida busqué a Cuatro para avisarle de como se encontraba ella, necesitaba ayuda inmediata, no había más que verla.

Dio la grata casualidad de que sus ojos estaban fijos en mí, algo extraño, ¿no? Con un movimiento de cabeza le transmití lo necesario y él lo entendió.

Eric se encargó esta vez de mandarnos de nuevo a Osadía mientras Cuatro se quedaba rezagado, junto con Tris. Me giré para ver que estaba sucediendo y me topé con una persona totalmente distinta a la que conocía. Un Cuatro sensible, tierno y preocupado, ayudando a una chica fuerte de mente, pero débil en cuanto a cuerpo se refiere. Hecho que me atribuía algunas semejanzas con ella.

Cuando llegamos de nuevo a las habitaciones me dirigí directa a mi cama. Necesitaba sentarme más que nada en el mundo y entrar en calor. Pero los brazos de Eric me detuvieron.

-Necesito hablar contigo.

- ¿Ahora? – pregunté algo desconcertada a la vez que destrozada.

-Sí – afirmó con una voz demasiado atormentada.

No pude poner impedimento alguno, cuando quise darme cuenta ya me encontraba fuera, con las puertas cerradas detrás de mí y con Eric justo en frente.

- ¿De qué quieres hablar? – pregunté haciéndome un poco la loca.

- ¿Qué sabes? – me pregunta enfadado.

- ¿De qué hablas?

Ahora sí que no lograba entender absolutamente nada. ¿Se había vuelto loco del todo?

- He dicho que qué sabes. Dímelo o tendrás problemas – me amenaza sin ningún tipo de sentimiento, sujetándome con fuerza de los brazos.

-Suéltala o serás tú el que tendrá problemas.

Esa voz...

- ¿Sam? – dije realmente segura de estar soñando.

JenGVargas

 ¿Qué pensáis? ¿Sam está ahí de verdad o Altaira delira sin más? Espero que os haya gustado, falta poco para que empiece a desarrollarse la trama. Gracias por leer y espero vuestros votos y comentarios! Besos a todos <3

CAPÍTULO EDITADO

Treat you betterOnde histórias criam vida. Descubra agora