Capítulo 37

2.1K 143 0
                                    


Habíamos llegado a Osadía, de nuevo, en un momento. El tren tomaba grandes velocidades, así que era un transporte rápido.

- ¿Qué te pasa? – me preguntó. Ambos nos habíamos sentado uno frente al otro.

- Nada – dije esta vez. Solo quería volver atrás, sentir lo que había sentido sin necesidad de esto. Odiaba la frialdad que emanaba cuando quería y yo odiaba que me la traspasara con solo mirarme, ¿es que acaso no contaba yo con una personalidad y un carácter propio?

- Pues no lo parece – dijo.

Ya estábamos llegando, por lo que hubo que prepararse para saltar del tren, hecho que facilitó la explicación, que sí permanecíamos ahí más tiempo, debería darle.

Saltamos y al levantarme me sacudí lo mejor que pude.

Seguramente mis compañeros estarían en el comedor, así que me dirigí hacia allí, suponiendo que Eric tendría cosas que hacer.

Nadie me detuvo, ni tampoco nadie me siguió, por lo que algo en mi interior se proclamó dándome a entender que me habían utilizado, pero no lo quise creer.

Tras comer algo para reponer fuerzas de esa experiencia tan aterradora y después de la más preciosa que había vivido, me dispuse a ir a mi habitación a cambiarme de ropa, antes de volver al entrenamiento.

Cuando llegué al cuarto, me senté en la cama pensando en todo lo vivido y una voz muy conocida captó mi atención.

- Hola, Altaira – dijo.

- ¿Sam? – pregunté sin siquiera mirar al frente, lo reconocería en cualquier lugar.

- ¿Estás bien? Me he enterado de lo que ha pasado y...

- ¿Y desde cuándo es que te preocupas por mí? – le pregunté mirándolo fijamente y de un humor muy contradictorio.

- Creo que desde que te conocí – dijo como si lo que le había preguntado fuera lo más normal del mundo.

- Vete a la mierda, Sam – dije de lo más normal, también.

Esto era lo que menos necesitaba en estos momentos.

Desapareció tras mis palabras. ¿Es que acaso me había imaginado su aparición estelar?

- Bien, vamos a ir a correr un buen rato, ¿de acuerdo? – dijo Cuatro mirando a todos los presentes en, la ya para mí, conocida sala.

Eric había entrado en esta hacía unos segundos, en un momento me llegó a mirar, pero después solo fue: el otro instructor. Como si nada hubiera sucedido entre ambos. Todo esto era una locura.

Seguimos los pasos de Cuatro y empezamos a trotar. Eric cerraba la carrera, es decir, iba detrás de todos.

Yo solo seguía a mis compañeros mientras miraba al suelo y trataba de no respirar de una forma demasiado acelerada.

Cuando quise darme cuenta Eric se encontraba justo detrás de mí. ¿En qué momento me había relajado tanto en la pequeña carrera?

- ¿Me vas a decir que te pasa? – preguntó en un susurro, con algo más de mala leche.

- ¡Qué no me pasa nada! Déjame en paz, solo intento correr – le dije en un tono algo más elevado.

Si algo no me gustaba lo decía, en eso no me callaba. Y en ese instante necesitaba tranquilidad, no a él precisamente.

De un momento a otro, sin saber cómo había sucedido, me encontraba en una pequeña habitación presionada contra la pared y Eric en frente de mí.

- ¿Qué narices te crees que haces? – pregunté malhumorada mientras con el brazo derecho me secaba la frente perlada de sudor.

- Necesitaba hablar contigo a solas – me respondió de lo más tranquilo.

- ¿Y a ti te parece esto una buena manera de hablar? ¿Qué haremos cuando noten nuestra ausencia? – pregunté demasiado alterada.

- Ya nos inventaremos algo – dijo él como si nada. ¿Qué le había pasado a este chico? ¿Se había vuelto loco?

Se acercó a mí y situó su mano con fuerza detrás de mi nuca, me acercó a él y me besó.

No fue un beso dulce, ni apasionado, fue un beso prácticamente doloroso.

Lo empujé con mis brazos para que así me soltara y dejara de besarme.

- ¿Eres imbécil? ¿Quién te crees que eres para hacer eso? – pregunté de lo más enfadada.

- Supongo que no eres tan difícil como pensamos en un principio.

¿Qué me estaba contando? ¿Ese realmente era Eric?

- ¿A qué viene eso? – pregunté intentado respirar con normalidad, esto no estaba sucediendo, por favor, necesitaba despertar ya de esta maldita pesadilla. ¿Pensamos? ¿Él y quién más?

- Las chicas fáciles, no se hacen respetar, pero veo que tú eres... ¿diferente?

Mi puño derecho, sin pensar demasiado, atravesó su cara de un golpe. Todas las fuerzas que me quedaban tras esa escena las canalicé en el golpe.

Salí de ese pequeño cuarto y empecé a correr de nuevo, debía encontrar a mis compañeros. Esto no había pasado, solo había sido producto de mi imaginación. Él no podía haber hecho eso.

Algo más que el frío de fuera me golpeó. ¿La realidad de sus actos quizá?

JenGVargas

CHAN, CHAN, CHAN, CHAN!!!!!!!

CHAN, CHAN, CHAN, CHAN!!!!!!!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Qué está pasando?

¿Alguien sabe a qué viene es cambio de actitud?

¡Comenten, comenten, quiero saber que pensáis!

Por cierto, ya que estoy, algún nephilim por aquí seguidor a muerte de cazadores de sombras?????

Qué paséis un buen día!!!

CAPÍTULO EDITADO


Treat you betterWhere stories live. Discover now