Capítulo 7

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Cuando caí en la red, alguien se encargó de ayudarme a salir de ahí, pues aún faltaba Eric, ese loco que se atrevía a aparecer en mis sueños, justo el que me había empujado fuertemente. Estaba segura de que me caería una buena bronca por ese momento. Segundos después de que la red quedara libre, el aterrador instructor cayó y este no fue ayudado por el otro chico, cosa que me sorprendió.

-Bien, chicos - dijo Eric captando de nuevo la atención de todos - Os presento a Cuatro, el otro instructor que os he comentado antes - dijo de mala gana, me percaté de algunos tics alrededor de sus ojos que se formaron al presentarlo. ¿Qué le pasaba con ese chico?

-Hola, soy Cuatro - se presentó el moreno chico. Físicamente era atractivo, no lo iba a negar, muchas de las chicas presentes también se habían percatado de ello, pero como siempre mi interés en el género opuesto no había formado parte de mí.

Además yo ya lo conocía, Sam se había encargado de hablarme de él cuando éramos más pequeños. Todo tiene su historia detrás, el padre de Sam antes era un abnegado, por lo que se crió con Marcus, el padre de Cuatro. La elección de su padre, como a todos nos sucede, se llevó a cabo cuando contaba con dieciocho años, pero Cuatro ya existía en ese entonces. A Marcus, según me contó mi mejor amigo, siempre le habían atraído las mujeres algo más mayores, por lo que dejó embarazada a la madre de Cuatro, que contaba con diez años más que ellos. Cuatro nació cuando el padre de Sam aún se encontraba en abnegación, por lo que supuse, ya que estaba claro, que era mucho mayor de lo que aparentaba.

Dejé de recordar todo lo que había aprendido de uno de nuestros instructores en mi infancia y volví a la realidad, la cual se encontraba en completa tensión. Cuatro miraba a Eric de una forma desafiante y Eric se la devolvía con aires de querer acabar con él. ¿Qué les sucedía a esos dos?

Al parecer la estadía de formación en Osadía iba a ser arrolladora con esos dos polos tan opuestos como "profesores".

Cuando esos dos acabaron con sus desafiantes miradas, nos ordenaron que fuéramos a cambiarnos de ropa, pues las nuestras no servían, ya que todos proveníamos de diferentes facciones.

Nos llevaron a una gran sala llena de camas y armarios, lo que supuse serían nuestras habitaciones.

-Esto será vuestro nuevo hogar por el tiempo que estéis aquí, los baños están en esa sala de ahí. No me importa si sois chicas o chicos, todos, sin rechistar, conviviréis aquí, estoy seguro que a los chicos ni les importará - dijo Eric con un tono de diversión en su voz.

Genial.

-Vuestras nuevas ropas están, como podéis ver, encima de vuestras camas, así que cambiaos -ordenó Cuatro molesto con el anterior comentario de Eric. ¿Cómo los ponían juntos si no se soportaban?

Ellos se marcharon, tras decirnos que contábamos con cinco minutos para deshacernos de nuestra antigua facción.

Los finos pantalones que adornaban mis agrietadas piernas, fue la primera prenda que me quité. Los sustituí por otros de tela más compacta y negra, eso sí que eran unos buenos pantalones para combatir. La rota camiseta acabó en el suelo, junto a mi cama. Una camiseta negra interior y de manga corta adornaba ahora mi cuerpo junto con una chaqueta bastante gruesa que me até en las caderas, pues tenía calor en ese momento.

Cuando todos estuvimos listos, alguien se encargó de llamar a Eric y Cuatro, ya que habían sido menos de cinco minutos lo que tardamos. Como ellos nos habían transmitido de forma muy "sensible" y "amable", los seguimos con nuestras antiguas ropas en las manos.

Eric abrió la puerta y el calor nos acechó a todos, que formábamos una larga fila. Fueron pasando uno a uno, cuando me tocó a mí entendí de donde provenía el calor. Un gran horno de piedra contenía un fuego totalmente abrasador.

Me acerqué a él, con la cabeza gacha, el fuego siempre me había parecido oscuro y tenebroso y realmente me asustaba. Lo sentía como una gran destrucción de cualquier cosa o incluso persona. Nunca conocí el motivo, pues no contaba con ningún trauma infantil.

Me quedé frente a él después de dar algunos pasos, mis ropas continuaban en mis manos. Me encontraba incapaz de soltarlas y entregárselas al destructivo fuego.

-¿Voy a tenerte que empujar otra vez? - preguntó una voz a mis espaldas. Se encontraba enfadado, de nuevo y me dije a mi misma que ese chico había nacido para estarlo, me temía que no sonreía con facilidad, al menos no de verdad, sin máscaras.

Mi voz desapareció, ¿y ahora qué? Me pregunté.

-Ehhh - me gritó Eric moviéndome por los hombros de forma brusca. Podría haberme quejado en ese momento, pues no había parte de mí que no doliera como el infierno, pero ni siquiera podía.

Cuando su mano viajó a mi cara y noté como escocía, me percaté del tortazo que me había metido para sacarme de mi ensoñación.

-¿Qué coño te pasa? - me preguntó de mala gana, estaba más enfadado de lo que lo había podido ver.

-Lo siento - me disculpé cuando noté que volvía a ser yo atrapada en mí misma.

-¡Tira tu ropa! No estamos para perder el tiempo, niñita - gritó.

Levanté mis brazos con la ropa y me quedé de nuevo allí parada.

-¡Joder! - gritó de nuevo - ¡Espabila de una puta vez!

Algo en mi interior reaccionó en ese momento.

-Ya voy, ¡imbécil! - grité yo esta vez. Al parecer en ese momento era él el que se había quedado sin voz en su interior. Sonreí para mis adentros, no era tan fuerte y serio como intentaba demostrar, pues en sus ojos noté por unos segundos como su muralla se tambaleaba.

- Veo que quieres morir mucho antes de comenzar siquiera - dijo acercándose a mí de forma osca.

-Se podría decir que es uno de mis sueños - le dije desafiándolo de forma segura.

Tiré al fin las ropas, me di media vuelta y me marché dándole paso al siguiente. Lo dejé allí plantado y me encantaría deciros que es lo que hizo a continuación, pero no lo sé, no me giré para comprobarlo.

JenGVargas

Primera confrontación entre Altaira y Eric, esto cada vez se pondrá mejor, chicos, os lo puedo asegurar. Espero que os haya gustado, hoy no es mi mejor día en cuanto a escritura se refiere, así que siento si me repito mucho y si cometo faltas. De igual forma os agradezco muchísimo que leáis esto, votad y comentad y seré aún más feliz, gracias! Saludos :3

CAPÍTULO EDITADO

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