Treat you better

Capítulo 71

Recordaré la sensación de angustia que se instaló en mí en ese momento, quizá dejar atrás mis debilidades tanto físicas como mentales no iba a ser sencillo, al menos no ahora, no, sabiendo que él ya no está. Aunque algo dentro de mí siente que no todo está perdido, tiene que haber una maldita explicación para esa última escena grabada. Sé que Eric se sobrepasó, sé que logró llevar al límite a Cuatro, pero él no es así, él no acabaría con la vida de Eric, por mucho que pueda haberlo odiado, no, no sabiendo lo que yo siento por él. Aunque nunca se lo haya confesado a nadie, ni siquiera a mí misma, era algo obvio. Una razón de las que no te puedes deshacer por más que intentes imaginar otra situación, por más que procures inventar una excusa, un hecho que justifique tu elección.

Siento como mis rodillas sufren en silencio, en el más absoluto y estricto silencio. No me he movido, solo intento que mis latidos se rebajen, aunque sea solo un poco. Solo intento que mis sollozos se disipen poco a poco. Solo intento entender el porque.

Mi madre tarda en volver, pero lo hace. Evidentemente no me dejaría sola, ya que se le podría caer el pelo si alguien se enterara de la ayuda que me está brindando.

- Altaira... - dice en un susurro acercándose a mí. Se arrodilla también, a mi lado.

Mis sollozos se convierten en estruendos pequeños, pero poco soportables.

Sus brazos me rodean y me dejo llevar. Por una vez necesito sentirme protegida por ella de nuevo, por una vez necesito que alguien me aprete fuerte contra su pecho y me asegure que todo va a mejorar, que nada de esto es real y todo en esta vida tiene una solución que encontrar.

El hecho de que sea ella esa persona, en el fondo, muy escondido, me tranquiliza. Conozco todo el daño que me ha hecho, todo lo que me ha ocasionado a lo largo de mi existencia. Sé el daño que le ha hecho a mi padre y el odio que apareció en mi interior por su desaparición. Pero es ella, es mi madre y aunque jamás podré llegar a perdonarla, está conmigo y eso es lo que siempre había querido.

Sé que todo esto jamás lo aceptaré en voz alta, como tampoco en mi interior, pues son muchos los pensamientos y sentimientos que se anteponen a la dura verdad, pero estoy bien con eso.

Eric.

Él es lo único que hacía de mis días un infierno, uno distinto al que vivía en Cordialidad. Jamás imaginé estarle tan agradecida por cada lección de vida que me dio, pero lo estoy.

No puedo creerlo, no quiero, ni debo creerlo. Él es la persona más fría, inverosímil, dura, fuerte, extraña y leal, que he conocido nunca. Agradezco a quien sea que deba hacerlo por haberlo conocido, por haber permitido que entrara en mi vida de una forma distinta a la de los demás.

Lo que pasó después, no lo recuerdo.

Solo sé que, al abrir mis ojos de nuevo, me encontraba en mi habitación.

Por unos segundos dudé. ¿Y si me lo había inventado todo? ¿Y si la necesidad de verlo, de sentir de nuevo, me ha acobardado tanto, que no puedo?

De nuevo cierro los ojos, necesito transportarme, necesito verlo, saber que está bien, aunque sea en uno de mis sueños, en esos desastrosos y elocuentes sueños.

Dejo que mi oscuridad me embargue, me dejo llevar y al sentir ese color en cada célula que me compone, encuentro la verdad, esa que nos hace libres, aunque nos destroce en algunos momentos por dentro.

La verdad que necesitaba escuchar, la que necesitaba sentir.

No sé cómo he llegado hasta aquí, ni entiendo el motivo ni la sensación de existir, pero... ¿qué importa? Me niego a no seguir, me niego a que otros decidan por mí. Volver a verlo, eso es lo único que deseo. Quiero que ese sueño, aquel en el que lo despertábamos a cosquillas, junto a nuestro hijo, se haga realidad. Porque uno sabe cuando algo ha sido creado para él, uno sabe lo que ha venido a hacer al mundo.

Solo hay que cerrar los ojos y sentirlo. Pero sobretodo no olvidarse nunca, jamás, del camino que has venido a seguir.

JenGVargas

La verdad os hará libres...

<3

CAPÍTULO EDITADO