Capítulo 54

1.2K 80 3
                                    

He seguido escribiendo desde que colgué el capítulo 53 hace... ¿dos horas? Y no podía esperar más tiempo para que leyerais el siguiente, así que no lo he pensado mucho más y aquí está. Pido, ante todo, que nadie desee matarme jajajajja. Deseo que os guste!



***


- Pensé que no volverías nunca – comenté en cuanto la puerta se abrió.

- Y yo creí que éramos amigos, ¿sabes?

Esa no era la voz de Eric, en cuanto lo escuché, a él, a ese ser que había reducido todo sentimiento en mí, un malestar demasiado grande se instaló en mi pecho.

- Yo también – confesé intentando no mostrar ningún atisbo en mi voz, de lo que realmente me recorría.

Asco, eso sentía.

- Es una lástima Altaira, de verdad que lo es. Yo siempre había tenido la sensación de que, si esto pasaba algún día, tú te posicionarías de mi lado, pero al parecer era una sensación errónea.

- ¿Posicionarme de tu lado? Explícame en qué, porqué yo aún no se ni a que te refieres. ¿Qué está mal aquí? ¿Qué está pasando? ¿Ha empezado una guerra y todos la ignoran? Explícame – mi tono en cada palabra, en cada conjetura, había sido de convicción, súplica y cuanto menos de respeto, respeto hacia la persona que deseaba que volviera.

Una sonrisa se instaló en su cara, una demasiado espeluznante.

- No importa, Altaira, no importa. Lo que pase no será asunto tuyo porque tú te vienes conmigo, ahora. Vas a estar a salvo, si ellos se quieren matar entre sí, no importa, que lo hagan, pero llevo años luchando para que tú y yo nos salvemos. No estoy enfadado, ¿de acuerdo? Te perdono, aún estás a tiempo de elegir bien, de elegirme a mí, a nosotros.

Su expresión había variado de un momento a otro, en este preciso instante solo preocupación y bondad se cernía sobre sus ojos.

Se había vuelto loco, eso era un hecho.

- ¿Elegirte en qué, Sam? ¿De qué estás hablando? – no pretendía provocarlo, pero no entendía nada de lo que me decía, en otra situación, estaría riéndome, pero algo en el ambiente, me hacía creer cada una de sus palabras y esa no era una buena señal.

Tras escuchar mis preguntas se acercó a mí, se sentó demasiado cerca y me acarició con toda la suavidad del mundo.

- Te quiero, ¿recuerdas eso?

Siento como la peor de las torturas llega a mí, aparto mi cara de su mano, no quiero que me toque.

- El día que el desastre llegó a tu casa lo supe, eran demasiadas las veces que me había preguntado que me pasaba contigo. Éramos tan pequeños y estábamos tan cerca pero a la vez tan lejos que... dolía – sus ojos a estas alturas se encontraban anegados en lágrimas, pero en el fondo de ellos solo se veía rabia, una que estaba controlando muy bien – El día que tu madre se marchó y llegó a tu vida la frustración, entendí que solo deseaba protegerte, protegernos, deseaba que permanecieras a mi lado, siempre.

- Sam... - mi voz se quebró, pero él continuó, no deseaba que lo detuviera, había venido aquí a confesarme algo y no iba a detenerse hasta hacerlo.

- Pero entonces me posicionaste de un lado en el que yo no quería estar, uno por debajo del que yo deseaba. No me importó, por supuesto que no, el estar a tu lado me era suficiente por aquel entonces.

Suspiró, a él le encajaban todas las piezas, a mí no, ninguna en realidad.

- Marcus, fue él la persona que me abrió los ojos. Él me enseñó que había un lugar en el que tú me querías, justo de la forma en la que yo anhelaba con toda mi alma.

Cuando sentí que nada más podía hacerme desvariar, me equivoqué.

- ¿Marcus? ¿Qué tiene él que ver en esto? – pregunté confusa.

Una carcajada salió de sus labios, una demasiado osca como para pertenecer al chico con el que me había criado.

- ¿Qué más da? Lo importante aquí es que estoy por encima de todos ellos y como tú vas a venir conmigo, también lo estarás.

Empecé a negar poco a poco.

- No pienso ir contigo a ninguna parte, ¿me oyes? – le escupí cada una de esas palabras con toda la rabia que sentía.

- Te oigo, pero por desgracia lo harás. Vamos a ser felices juntos, muy felices. Solo dame tiempo para demostrarte que hay una vida mejor en otro punto de este planeta, solo que la desconoces, igual que yo lo hacía, pero un buen amigo mío me la enseñó, por suerte, antes de morir. Gracias a él vamos a escapar de todo lo que viene.

La locura lo había invadido y yo era la responsable. ¿Cómo no me había dado cuenta de lo enfermo que estaba?


JenGVargas

Quiero confesar algo, no tenía idea de como seguir, hasta que todo ha venido de un momento a otro... Mis planes son maquiavelicos bgfsjgjfklgbkjd :)

¿Qué os ha parecido?


CAPÍTULO EDITADO

Treat you betterWhere stories live. Discover now