Capítulo 15. Runa.

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«Runa»

Joham parpadeó, confundido, pero nadie se atrevió a decir nada hasta que él rompió el silencio

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Joham parpadeó, confundido, pero nadie se atrevió a decir nada hasta que él rompió el silencio. Todos estaban lo suficiente aturdidos como para hacerlo.

—No entiendo —logró decir— ¿cuál es la finalidad del hechizo que hizo Jared?

Enid se acercó un paso más a mí y se puso en cuclillas para quedar a mi altura. No me avisó lo que iba a hacer, simplemente tocó mi frente y yo solté un quejido cuando sentí una quemazón justo en la parte donde puso la yema de sus dedos.

Supe que algo sucedió cuando todos me observaron con los ojos muy abiertos y miré mi reflejo en la ventana que tenía delante para saber qué sucedía. Entonces la vi, por primera vez. La marca que Jared había dibujado con su propia sangre y que fue absorbida por mi piel una vez que el hechizo se activó para protegerme. Eran tres líneas que se unían al centro, cada punta se abría hacia el exterior como si fuera una flor que terminaba en tres delicadas espirales girando hacia el mismo lado. La runa resplandeció con un brillo dorado antes de volver a desaparecer.

—Sin este hechizo —habló Enid, respondiendo a la pregunta de Joham— Azael hubiera logrado controlar mentalmente a Ada y la habríamos perdido.

Amira jadeó, sorprendida.

—Entonces, ¿Ada ya no puede ser controlada?

—No —contestó Enid poniéndose de pie—. Ada está a salvo y todo es gracias a Jared.

Joham y Amira se miraron, estupefactos.

—¿Cómo es eso posible?

—Este hechizo necesitaba un sacrificio enorme y lleno de amor para funcionar —explicó y sus ojos me miraron de nuevo—. Él no se defendió, ¿verdad?

Y entonces lo recordé, tan claro que no quedó duda alguna de la verdad. Después de dibujar la marca en mi frente Jared no se defendió ni una sola vez, porque él ya sabía que tenía que morir. Porque se necesitaba de un sacrificio para activar el hechizo.

Negué con la cabeza, respondiendo su pregunta.

—Porque solo el amor la salvará —murmuró Amira con la comprensión en sus ojos— la profecía se refería a Jared, por eso el oráculo lo busco a él... por eso Jared siempre sintió que tenía que estar junto a Ada.

Joham se veía pálido.

—La respuesta estuvo en nuestras narices todo este tiempo.

Todos lo miraron.

—¿A qué te refieres? —preguntó Dandelion.

—La profecía —dijo como si resultara obvio —siempre fue muy clara al respecto y nosotros no supimos leer entre líneas. La profecía decía que Ada estaba destinada a ser la reina de Sunforest, a pesar de que el heredero al trono era Jared por nacimiento. La única manera de que Ada se convirtiera en reina... era que Jared no estuviera aquí para poder asumir su cargo. Es como si la profecía siempre nos hubiera avisado que nuestro primogénito iba a morir y nosotros no la escuchamos... no pensamos que...

SunForest 4. Ada Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora