Capítulo 18. ¿Amigas?

815 152 13
                                    


«Amigas»

Sin la presencia de Ezra mi adolorido corazón se despertó y ahora no solo tenía que soportar la ausencia de Jared, también la reciente pelea con mi ex novio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sin la presencia de Ezra mi adolorido corazón se despertó y ahora no solo tenía que soportar la ausencia de Jared, también la reciente pelea con mi ex novio. Durante el resto del día logré controlarlo lo mejor posible para no preocupar aún más a mis padres, pero llegada la noche todo empeoró.

No sabía cuánto tiempo tenía tirada en la cama, mirando fijamente el techo en medio de la oscuridad. No podía dormir. Me sentía tan sola y triste que por un momento incluso me arrepentí de haberle dicho a Ezra que se fuera, pero muy en el fondo sabía que si se hubiera quedado a la larga habría sido mucho peor para los dos. Podríamos terminar haciéndonos un daño irreparable y yo no iba a permitir eso. No con él.

Cuando inconscientemente mis pensamientos dejaron ir a Ezra para volver a Azael, me rendí y me puse de pie para comenzar a dar vueltas en la habitación como si fuera un gato encerrado, con la ansiedad dominándome. No quería recordar todo lo que sucedió en el infierno estando sola o terminaría por romperme en tantos pedazos que nadie me encontraría de nuevo.

Las oscuridad me asfixiaba. Giré en mi lugar para ver las cuatro paredes que me rodeaban y supe que tenía que salir de ahí o me aplastarían por completo.

Salí al pasillo y comencé a caminar sin rumbo alguno, o al menos eso creí hasta que me detuve frente a la puerta de la habitación de Jared y me quedé ahí, observándola como si fuera un ente.

¿Me atrevería a entrar?

Tragué saliva cuando mi mano se colocó en el picaporte y lo giré silenciosamente. Entré despacio y me quedé en el umbral, intentando controlar mi respiración cuando caí en la cuenta que la habitación olía tanto a él que por un momento imaginé que Jared estaba ahí. Conmigo.

Tal vez esto era una mala idea. Justo ahora estar rodeada de su olor parecía más una tortura y durante un segundo pensé que lo mejor sería salir de ahí, pero mi cuerpo no se movió, ni me obedeció.

Reconocí un ligero aroma a rosas que me llamó la atención y entonces estiré la mano para buscar el interruptor de la luz. La habitación se iluminó y entendí que no me encontraba sola, Flora también estaba ahí, tan profundamente dormida que ni siquiera reaccionó por la falta de oscuridad.

Con mucho cuidado de no despertarla, volví a cerrar la puerta y me acerqué a ella para observarla mejor. No pensé en si estaba invadiendo su privacidad hasta que estuve frente a la cama y la encontré vestida con la ropa interior de Jared y un suéter tan enorme que seguramente también era de él. Estaba acurrucada de lado y abrazándose a sí misma, parecía que tenía frío.

Casi sin pensarlo, tomé el edredón azul que estaba a sus pies y apenas la estaba cubriendo con él cuando Flora abrió sus ojos, asustada. La magia me golpeó en el estómago y me dejó sin aire, caí al suelo sobre mi trasero y mi cuerpo todavía dio una marometa por el impulso hasta que quedé boca abajo, con el cabello sobre mi cara.

SunForest 4. Ada Rey.Where stories live. Discover now