Capítulo 66. El salto.

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«El salto»

«El salto»

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La sensación de volver atrás fue extraña, caí durante un momento y después choqué contra mi propio cuerpo. Fui consciente de cómo cada célula se unió una con otra hasta que volví a ser una sola.

No me pude sostener y mis rodillas se fueron al césped mientras me adaptaba al cambio, a mi lado, Arus y Ezra hicieron lo mismo. Los miré con atención y descubrí que su aspecto no era el del pasado, hasta tenían exactamente la misma ropa del futuro. La conservación de nuestros cuerpos había sido exitosa. El viaje al pasado, también.

Estábamos en el bosque con el sol brillando sobre nuestras cabezas, sin rastro alguno del eclipse. Arus me estaba sujetando y recordé como Joham le había ordenado que me protegiera antes de marcharse al infierno en un portal que apareció de la nada, cortesía de Azael.

Antes no comprendí nada, el secuestro de Jared me asustó tanto que yo había perdido los estribos y Arus me estaba sujetando para que no huyera, mientras Ezra intentaba calmarme. Ahora, todos estábamos en silencio y quietos, tratando de procesar los últimos segundos.

—Funcionó. —Fue Arus quien rompió el silencio.

—¿Qué funcionó?

Alcé la cabeza al escuchar su voz y el corazón me dio un vuelco. Amira estaba ahí, junto a un Aiden tan desconcertado como nosotros, quien también había vuelto con su cuerpo del futuro. Ella pestañeó y nos recorrió a los cuatro con la mirada, notando las diferencias. En mi caso, el enorme vestido negro resultaba muy obvio.

—¿Qué...? —masculló algo perdida.

—¡Mamá!

Amira se puso aún más pálida de lo que ya estaba al escucharme y jadeó cuando yo corrí hacia ella para abrazarla. Sabía que debía estar terriblemente confundida porque se supone que esa era la primera vez que nos veíamos, pero mi alivio era tal que no me importó en absoluto.

—Oh mamá —repetí.

—¿Sabes quien soy? —preguntó estupefacta.

Me separé de ella para no abrumarla mucho más, pero le sonreí con todo el amor que sentía por ella.

—Lo sé —admití— y te quiero.

Ella llevó la mano a su corazón.

—Creo que va a darme un ataque —murmuró y Aiden colocó su mano sobre su hombro, junto con un tenue resplandor azul que la ayudaría a tranquilizarse.

—Es una larga historia —confesé—. En resumen, venimos del futuro.

Sus ojos se abrieron aún más, incrédulos. En ese momento, Enid y Flora aparecieron junto a nosotros. Mamá cubrió su boca al mirar a la bruja bañada en sangre, pero no logró decir nada más. En cambio, Flora sonrió aliviada al ver a su reina sana y salva.

SunForest 4. Ada Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora