Capítulo 63. Azael.

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«Azael»

Cuando abrí mis ojos de nuevo, su mano estaba pasando por mi espalda lentamente en una caricia tierna y suave

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Cuando abrí mis ojos de nuevo, su mano estaba pasando por mi espalda lentamente en una caricia tierna y suave. Sonreí porque me encantaba despertar a su lado, aunque... ¿cuando me quedé dormida?

—Hola —le dije con la voz ronca— ¿dormí mucho?

—Apenas unas horas —respondió— pero falta poco para el mediodía y deberíamos volver a Sunforest.

Asentí, aún algo adormilada.

—Un minuto más —pedí arrastrándome hacia él para dejarme caer sobre su pecho desnudo.

Nos abrazamos con fuerza y no solo sentimos nuestros cuerpos, también los latidos de nuestros corazones repiqueteando como uno solo. Él pasó la mano por mi cabello varias veces, después la deslizó por mi barbilla para levantar mi rostro, me dio un beso dulce y lento, muy lejano a toda la pasión que nos dominó anoche. Eso era puro amor y me lo estaba diciendo sin palabras.

—Siempre tuyo —dijo al separarse.

—Siempre tuya —prometí.

Ezra tomó mi mano izquierda para besar el anillo que sellaba esa promesa.

Esperaba encontrar un poco de caos y ansiedad dominando a todos al volver a casa, pero Sunforest estaba inusualmente tranquilo, la calma antes de la tormenta cerniéndose sobre el bosque

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Esperaba encontrar un poco de caos y ansiedad dominando a todos al volver a casa, pero Sunforest estaba inusualmente tranquilo, la calma antes de la tormenta cerniéndose sobre el bosque.

—¿Dónde están todos?

—Arus está en el estudio —informó mi prometido, me estremecí al pensar en esa palabra, pero fue una sensación agradable—. Tal vez los demás estén ahí.

Nos dirigimos al lugar sin decir más y nos encontramos con una reunión para afinar los últimos detalles de todo, aunque tal vez era más para mantener la calma que otra cosa. Arus y Elof discutían —por milésima vez— los puntos más importantes a defender cuando Ezra y yo entramos, saludando a todos lo más educadamente posible.

Nadie hizo ningún comentario al respecto, ni siquiera cuando me vieron con la misma ropa de ayer. A esas alturas, sinceramente, no me importaba absolutamente nada.

SunForest 4. Ada Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora