Hombre Bestia Criando a la Fuerza a una Esposa

Capítulo 59: Perdiendo la razón

Capítulo 59: Perdiendo la razón

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Advertencia de la traductora:

Este capítulo contiene Noncon/violación, así como un tipo de ataque de ira y algo de violencia.

Repito las advertencias anteriores recordándoles que Hanyu se basa en sus instintos animales entre los cuales está la posesividad de un macho hacia su hembra.

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"Bastardo." Shu Jintian gruñó incontrolablemente mientras miraba a Shu Hanyu enojado. El semblante aparentemente inocente de Hanyu enfureció aún más a Shu Jintian.

La expresión de Hanyu prácticamente hizo que Shu Jintian pensara que el abandonar a sus hijos estaba bien, y que interrogarlo era absurdo.

Shu Jintian estaba tan enojado que, jadeando, dijo furiosamente, "¿Cómo pudiste abandonar a tus propios hijos? ¿Son sus propios hijos después de todo? ¿Cómo pudiste tratarlos con tan cruelmente? Date prisa y traelos de vuelta. Vamos, ah, iremos juntos, andando".

Shu Jintian tiró del brazo de Hanyu y jalo de este, queriendo ir a buscarlos.

"¡Vamos, ah!" Shu Jintian jalo de Shu Hanyu pero no pudo moverlo en absoluto. Lo instó, su voz tenía un ligero tono suplicante.

Pero Hanyu se quedó dónde estaba. Sin importar cuánto tirara Shu Jintian, su cuerpo era como una estaca, sin moverse en absoluto. Simplemente miró fijamente a Shu Jintian con ojos sombríos que revelaban levemente tristeza.

Cuando Shu Jintian vio su apariencia fría, de repente se dio cuenta de que Hanyu probablemente no iría a buscar a las pequeñas serpientes.

"¿No quieres ir? ¡Bien! ¡No vallas, yo iré! ¿Dónde los abandonaste? ¡Los buscaré yo mismo!" Shu Jintian estaba tan asustado que se olvidó de todo lo demás y no podía preocuparse de culpar a Hanyu. Ahora, solo quería recuperar a las serpientes primero; todo lo demás no significaba nada.

Pero Shu Jintian todavía estaba completamente decepcionado con Shu Hanyu y de repente lo empujo bruscamente. Bajando la voz, pronunció; "¡Si no encontramos a las pequeñas serpientes, no te perdonaré por el resto de mi vida!"

Shu Jintian ya no se molestó con Shu Hanyu y se dio la vuelta, queriendo irse.

"¡No se te permite salir!" Shu Hanyu, quien había estado en silencio todo el tiempo, habló de repente en el instante en que Shu Jintian se dio la vuelta. Su voz era como hielo helado, escalofriante hasta los huesos.

Hanyu agarró a Shu Jintian del brazo y lo sujeto con fuerza por la muñeca. Sus ojos verdes y bestiales miraban con tristeza la espalda de Shu Jintian. Incluso si Shu Jintian no podía verlo, todavía no pudo evitar que su corazón se enfriara.

Shu Jintian estaba firmemente sujeto por la muñeca, esposado por la mano de Shu Hanyu; su fuerza estaba prácticamente a punto de aplastarle los huesos.

La ira de Shu Jintian era intensa y simplemente frunció el ceño ante la rudeza de Hanyu. Ignoró a Shu Hanyu y con fuerza trató de apartar su mano, pero no pudo hacerlo.

"¡Déjame ir! Quiero buscarlos. Si me tardo, se asustarán". El corazón de Shu Jintian estaba ardiendo por la ansiedad, asustado de que si llegaba un solo paso demasiado tarde, las pequeñas serpientes estarían en peligro.