Hombre Bestia Criando a la Fuerza a una Esposa

Capítulo 62: Arroz

Capítulo 62: Arroz

Shu Jintian convenientemente descartó la vid durante el viaje y la gran serpiente no lo culpó cuando se dio cuenta de que ya no la tenían. Parecía que no tenía intenciones de atarlo. Shu Jintian suspiró aliviado en secreto.

Pero al día siguiente, Shu Hanyu se tomó mucho tiempo cazando antes de regresar. Shu Jintian de repente se puso nervioso; la gran serpiente ¿no fue a buscar a las pequeñas serpientes? Eso no serviría, con esta situación, si Hanyu encontraba a las serpientes, definitivamente las botaría de nuevo. Pronto tenía que discutirlo con Hanyu.

Cuando Shu Jintian vio la cara abiertamente molesta de Shu Hanyu, supo que no había tenido éxito en lo que quería hacer y sintió que su corazón se calmaba.

"Hanyu, ¿por qué estuviste afuera por tanto tiempo?" Mientras Shu Jintian manejaba los ingredientes, preguntó esto mientras actuaba de manera distraída.

Cuando Hanyu escuchó la voz de Shu Jintian, sus cejas fuertemente fruncidas se relajaron levemente y dijo en voz baja; "No te preocupes Tiantian, no es nada. Solo fui a ver si hay algo que pueda amenazar tu existencia. Después de todo, a veces estás solo en casa, así que me preocupo".

"¡¿De verdad?!" Respondió Shu Jintian y luego preguntó, "Entonces, ¿las pequeñas serpientes? ¿Encontraste algún rastro de ellos?"

Shu Jintian se sintió un poco aprensivo después de decir esto y le dio a Hanyu una mirada inquieta.

El buen humor que acababa de tener Shu Hanyu fue completamente destruido. Contuvo un suspiro en su pecho y sofocó su ira.

"¿Por qué siempre estás pensando en las pequeñas serpientes? Son solo nuestros descendientes, ¡yo soy tu compañero! Además, ya crecieron, por lo que, naturalmente, tienen que ser independientes".

"Pero todavía no puedes directamente deshacerte de ellas; deberías al menos hacérmelo saber. ¿Sabes lo asustado que estaba en ese momento? Todavía son tan pequeñas y de repente las abandonas. Y no hay nada que decir independientemente de si algo malo ha pasado".

Estaba bien si no hablaban de este asunto, porque Shu Jintian se enojaría en el momento en que se mencionara, y era difícil evitar que su tono se volviera malo. La tez de Shu Hanyu cambió abruptamente y el aire frío alrededor de su cuerpo se elevó.

Cuando Shu Jintian vio la cara repentinamente fría de Hanyu, tragando discretamente saliva.

Todavía era necesario que Hanyu estuviera de acuerdo para este asunto, por lo que Shu Jintian reprimió su enojo y dijo amablemente, "No es como si tuviera que vivir con ellos. Me sentiré aliviado mientras sepa dónde viven y que están viviendo bien. Entonces puedo ir a visitarlos a veces y comer juntos".

Los celos de Shu Hanyu estaban a punto de estallar, pero no pudo evitar quedarse atónito al escuchar las siguientes palabras de Shu Jintian.

"¿En serió?" Shu Hanyu no le creyó del todo. ¿Sólo así? Pero ese día Tiantian estaba tan enojado, peleando con él como si su vida dependiera de ello.

"¡Por qué te mentiría! En realidad... no te puedes enojar cuando te lo diga ¡ah! En realidad, le tengo miedo a las serpientes, especialmente con tantas serpientes pequeñas apretujadas. Me siento horrorizado con solo mirarlas, pero siguen siendo mis hijos pase lo que pase, así que no puedo rehuirlos".

Este nido de serpientes que se pegaba a él verdaderamente le causó un dolor de cabeza a Shu Jintian. Aunque no tenían tanto miedo después de algún tiempo, les gustaba molestarlo, la fría y pegajosa sensación junto con la humedad y el aroma a pescado de una docena de serpientes le hacía difícil ignorarlo. Sin importar que, Shu Jintian todavía se sentía un poco receptivo en su corazón. Si no fueran por qué estas serpientes eran sus propios hijos, Shu Jintian no permitiría a Shu Hanyu dejarlos entrar, y mucho menos se molestaría en buscarlas.