Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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28 de abril 1880. White Oak Lands, Minnesota.
Olivia bajó del caballo hacia los brazos de Jonathan que la atajaron para dejarla suavemente en el suelo y acomodó su vestido antes de enderezarse y alzar la vista hacia White Oak. Se sentía bien ver tantas nuevas caras llegando después de todas las que se habían marchado con el incidente involucrando a Dalai. Terrell había conseguido que todo un grupo de hombres afroamericanos se mudara a White Oak con sus familias, eran viejos amigos de Terrell en sus tiempos como esclavos y aunque habían mantenido el contacto mediante cartas hacía demasiado que no se veían.
A diferencia de los blancos ellos no pedían mucho y se conformaban con tener un techo donde vivir, trabajo que les pagara y respeto. No estaban seguros en ninguna parte, así que tampoco se quejarían por no estar muy seguros en White Oak.
Había mucho ruido esa tarde porque estaban construyendo las nuevas casas donde esas familias vivirían. Tenían muchos nuevos niños corriendo por las calles y las mujeres ayudaban manteniendo a los hombres bien alimentados y limpios. Terrell estaba ayudando también, mientras recuperaba viejas amistades y se le veía mucho más alegre de lo que había estado en año.
—Pero mírate, estas todo sucio y apestoso ¿Qué te ha pasado? —escuchó que una mujer le decía mientras le revisaba toda la ropa que traía.
—No tengo mucho tiempo para limpiar.
—¿Y Shanice? —. Cuando Terrell apartó la mirada, la mujer rápidamente supo y le abrazó mientras se disculpaba—. Ya tu vente con nosotros que te daré ropa limpia y prepararé un buen estofado para esta noche.
Olivia se quedó junto a Jonathan y sonrió, enganchándose a su brazo.
—Me gusta lo que estamos construyendo aquí, Jona...Un lugar donde todo el mundo es bienvenido, me alegró mucho que los invitarás a vivir en White Oak.
—Terrell necesitaba a su gente y nosotros necesitábamos más habitantes.
—¿Y tu cuando te irás?
—Supongo que mañana en la mañana, los muchachos se vendrán conmigo así que tendrás que manejar todo esto, pero Kyle estará por si necesitas ayuda.
Cuando miró hacia Kyle, quien se encontraba sentado en el porche frente a su comisaría, él le saludó inclinando su sombrero y ella le sonrió. No estaba segura de sí sería capaz de manejar todo White Oak por su cuenta y dirigir la casa al mismo tiempo. Cuidar de los niños y dirigir la casa ya era por sí solo un trabajo demasiado difícil, no quería imaginar el estrés que sería sumándole las obligaciones en White Oak.
Pero entendía que Jonathan debía hacer ese viaje por el bien de Wilson (su hijo) y ella no se lo impediría. Él le había comentado acerca del viaje hacía ya unos días, dándole tiempo para procesarlo y calmarse, al comienzo su reacción había sido pánico como de costumbre, pero luego había aceptado la idea y saber que al menos estaría acompañado y no se enfrentaría al peligro solo la reconfortaba.
