Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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10 de marzo 1885. Wimpole Hall, Cambridge.
Olivia ingresó en el dormitorio de Odelia cargando una bandeja con el desayuno que había preparado para la pareja. Sonrió, al verlos acostados en la cama con la compañía de sus dos hijos más pequeños y el recién nacido. Estaban encantados con él, era un bebé tranquilo y dormilón, solo descansaba todo el día y cuando despertaba rara vez lloraba a menos que algo le molestara como un pañal sucio o el hambre.
—Les preparé el desayuno —informó y dejó la bandeja sobre la mesa del escritorio—. Un café para Eli y a ti te hice una taza de té, Harvie dice que no es bueno tomar café durante la lactancia. También les traje las dos porciones de pastel que me quedaban, de preferencia que Jona no lo descubra.
—Seguro hará un berrinche —comentó Eli y se rieron—. Muchas gracias, mamá.
—No hay de qué. ¿Cómo está mi nuevo nieto?
Odelia sonrió y le retiró parte de la manta que lo cubría para que Olivia pudiera apreciarlo.
—Está dormido y eso es lo que ha hecho toda la noche.
—Me imagino, después de una llegada tan dramática, debe estar cansado —. Le acarició la mejilla sin despertarlo y se apartó de la cama—. Bueno, nosotros ya hemos terminado de empacar ¿quieren que les ayude?
—De hecho, hemos decidido no acompañarlos en esta parte del viaje —informó Eli antes de que su madre empezara a guardarles la ropa—. Odelia no esta en condiciones de viajar tantas distancias y no sería un ambiente seguro para el bebé tampoco. Harvie dice que los recién nacido no deberían salir de casa hasta pasado algunos meses.
—Oh, en ese caso supongo que podemos posponer el viaje.
—No hace falta, madre. Todos están ansiando visitar Paris y no sería justo retrasarlos por nuestra culpa. Estaremos bien y una vez Darion este un poco más grande los acompañaremos.
La idea de marcharse sin ellos le entristeció, pero se obligó a asentir y sonrió a ambos antes de darles un beso en la mejilla y abandonar el dormitorio para que pudieran seguir disfrutando de su intimidad.
Bajó las escaleras de regreso al salón y se reunió con Harvie y Jonathan, quienes charlaban sentados en el sofá, con la compañía de Derby y otros amigos.
—Al parecer Eli y Odelia han decidido no acompañarnos en esta parte del viaje —informó, interrumpiendo la charla para atraer la atención.
—¿Cuáles son los motivos?
—Odelia no esta preparada para un viaje tan largo y no le haría bien al bebé...Realmente creo que tienen razón, Jona.
—Entonces podemos posponerlo hasta que estén listos.
