Su amor ha demostrado ser más fuerte que aquellos obstáculos en el camino, pero su historia apenas comienza. Después de sobrevivir a una guerra y otros eventos que han puesto a prueba su unión y lealtad, Jonathan y Olivia se enfrentan a nuevos desaf...
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Olivia sonrió al ver a Lirp de pie al borde de la mesa circular en la que ellos se apoyaban y apartó a Jonathan para poder saludarle. Lirp se había quitado el sombrero con algo de curiosidad y lo estrujaba en sus manos mientras miraba hacia Jonathan. Era más grande lo que había imaginado.
Cuando Olivia abrió la boca para hablarle, algo se sacudió a su lado, abanicándole el rostro y cuando abrió los ojos del susto, vio que Jonathan había impactado su zapato contra la mesa.
—¡Jonathan! —. Apartó su brazo y el zapato en busca de Lirp y su corazón se tranquilizó al descubrir que no estaba—. ¡¿Pero qué te pasa?!
—¡Es una rata parlante! —. Miró a su alrededor con el zapato en mano y continuó buscando—. He visto ratas feas, pero esa...
—¡Oye!
Jonathan se congeló al ver a Lirp de pie al borde del estante del librero y levantó el zapato listo para volver a pegarle. Las manos de Olivia sujetaron su muñeca y como no podía contener su fuerza ni aunque lo intentara, decidió fácilmente quitarle el zapato. Jonathan buscó por algo más.
—No puedes hacerles daño, son mis amigos.
—¿Amigos? —. Jonathan se detuvo y la miró como si hubiera enloquecido, luego se enderezó y se preguntó si acaso él había enloquecido—. ¿Estoy soñando ¿verdad? Tu estás muerta y yo he inventado toda esta estupidez para consolarme y por algún motivo puse una rata parlante en mi sueño.
—No, no estás soñando y no estoy muerta tampoco —. Dejó el zapato en el suelo para que se lo calzara, pero se lanzó a este cuando Jonathan fue a agarrarlo como arma—. ¡Son Utrids, Jonathan!
—¿Qué mierda?
—Duendes —contestó Lirp caminando por el borde del estante—. Somos duendes con habilidades especiales y nuestra tarea es proteger a los viajeros.
—¡Somos héroes! —. Jonathan brincó en el lugar y ahogó un gritó cuando una rata apareció en su hombro. Se la sacudió, dándose golpes a sí mismo y Kuch desapareció entre risas y regresó al lugar con Lirp—. Hemos luchado con soldados españoles y tenemos el trabajo más importante de todo el reino.
—Así es... ¡Somos administradores! —finalizó Odo apareciendo entre sus amigos.
Jonathan se detuvo para verlos y un tic apareció en su ojo antes de que estos se tornaran blancos y el cayera hacia atrás. Olivia maldijo cuando intento atajarlo y su peso la llevó hacia el suelo con él, tiraron la mesa en el proceso y los duendes se encogieron apenados.
—¿Lo matamos?
—Ay, Odo, creo que lo hemos matado. ¡¿Qué vamos a hacer?! —gritó Lirp desesperado y se tiró de las orejas.
—Solo está inconsciente —aclaró Olivia y cuando la puerta del salón se abrió, se encontró con Doroteia y Fred—. Descubrió a los duendes.
—Lo supuse. Vamos a ver si podemos subirlo al sofá.
