Capitulo 1: Comienzo.

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Bangkok, Tailandia.

*POV Rebecca Armstrong*

Es una locura la sensación que tienes en el cuerpo cuando vas a despertar, cuando tus sueños se vuelven un eco en tu cabeza y como si fuera una película antigua, la cinta poco a poco se va quemando hasta que solo queda oscuridad; tu cuerpo comienza a despertar poco a poco, sientes tus brazos y piernas, sientes la pesadez en tus ojos, sientes tu boca seca y sobretodo sientes esas increíbles ganas de solo seguir durmiendo. Las mañanas nunca han sido mis favoritas, siempre he sido una persona nocturna, amo la noche y todo lo extraño que hay en ella, pero el pensar en que debo enfrentarme a un nuevo día es simplemente agotador.

Me muevo en la cama mientras voy despertando, sintiendo la calidez de las mantas sobre mi y la comodidad de mis almohadas, parpadeo un par de veces pero es en vano, pues veo un poco borroso, mi habitación está oscura con solo unas pocas franjas de luz colándose por las cortinas de mi ventana, hago un sonido con mi garganta y me cubro una vez más con las mantas. Solo quiero dormir. Sonrió internamente al saber que hoy comienzan mis vacaciones universitarias y solamente pudo agradecer a la persona que se le ocurrió dar varias semanas de descanso para los universitarios; no es que odie mi carrera, al contrario, amo lo que hago, pero el estar tantas horas sentada frente a un libro, quemándome las pestañas y exigiendo a mi mi cerebro guardar tanta información debería de considerarse un pecado capital. ¿A quién se le ocurrió eso?

Muevo mi mano hasta llegar a la mesita de noche a un lado de mi cama, tomando mi teléfono y acercándolo a mi cara, abro un ojo para adaptarme a la luz de la pantalla; al notar la hora me doy cuenta que solo dormí una hora de más a la que acostumbro, suspiro fuertemente, ni siquiera puedo dormir horas extras porque mi cuerpo ya está acostumbrado a estar despierto desde muy temprano. Excelente, cuerpo, haces las cosas de maravilla.

Escucho pasos acercándose hasta mi habitación, un pequeño toque en mi puerta es suficiente para que la persona al otro lado entienda que puede entrar, me giro un poco y sonrió, mi padre me sonríe de vuelta mirándome a través de sus anteojos. El eco de otros pasos se escucha hasta que lo acompaña un jadeo, palmeo la cama nuevamente pero el cachorro solo se queja, sabiendo que es imposible para él tratar de saltar. Me vuelvo a girar esta vez cubriéndome con las mantas, solo escucho la suave risa de mi padre.

- ¿Piensas dormir todas las vacaciones? -Pregunta juguetonamente.-

- Si puedo. -Digo como niña pequeña.-

- Si es lo que deseas, está bien, pero primero ven a desayunar. -Al quitar las mantas de mi cabeza veo que ya mi padre no está.-

Hago una mueca para luego levantarme de la cama, dirigiéndome al baño para darme una ducha y así poder iniciar este día. A pesar de que son mis vacaciones universitarias le había mencionado a mi padre que deseaba trabajar, después de todo quería comenzar a tener mi propio dinero; mi padre jamás me negaría nada, pero ya tengo veinte años, debería de ser un poco más independiente. Es lo que me han enseñado él y mi hermana.

Al terminar camino fuera de mi habitación, tocando las paredes y observando cada cuadro con fotografías nuestras, siempre he amado nuestra casa, al menos desde que tengo memoria. Es pequeña pero acogedora, no tan grande como esas casas de dos pisos o más, con solo una planta de tres habitaciones, dos baños, una pequeña sala, la cocina y un patio trasero perfecto para que Bonbon juegue. Es nuestro hogar, mi padre la construyó y para mi es el castillo que toda princesa desearía. Al llegar a la cocina me acerco a mi padre, dandole un beso en la mejilla y luego dirigiéndome a la mesa, él me sirve un plato de comida colocándolo frente a mi. Giró mi cabeza varias veces frunciendo el ceño.

- Si buscas a tu hermana, ella ya no está. -Conociendo perfectamente como soy, mi padre responde a lo que iba a preguntar, sin siquiera mirarme, sentándose frente a mi.- Salió temprano al gimnasio. -Agrega, comenzando a comer, hago un movimiento con mi cabeza sin decir mas nada, comenzando a comer.- Esta tarde tengo que ir a una reunión del trabajo, mi jefe recibió una nueva oferta para remodelar una casa.

Strangers. (FreenBecky)Where stories live. Discover now