Strangers. (FreenBecky)

Capítulo 64: Valor. (Parte 2)

Disfruten:)

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He besado a Becky muchas veces, millones de veces, podría decirse, y entre cada beso la sensación de alegría y calidez siempre estaba presente; al menos desde que la conozco, sus labios siempre han sido mi parte favorita de su rostro, siempre me gustaba la humedad en ellos y como ella siempre se mordía el labio inferior cuando estaba concentrada, cosa que no cambiaba con los años, y ahora, aquel beso transmitía mucho mas.

Era como si tratará de pasar cada emoción a través de ese beso, uno lleno de emoción y amor, uno lleno de esperanza y promesas.

Sabía que después de esto debía decirle sobre mi madre, y también sabía que después de aquellas palabras debía de tomar mi posición ante la mujer que me dio la vida, pero por ahora, me permitía disfrutar de sus suaves manos pasando por mis piernas.

No quería arruinar aquel momento, no sabía cómo ella reaccionaria ante la noticia de mi mamá en el hotel, pero sería algo por lo que me preocuparía más tarde.

La había extrañado demasiado, el sentimiento de perdida había estado presente en todo momento, pensaba en lo peor al tener aquella ausencia de ella en esos días, pero tenerla ahora de esta forma, me aseguraba que jamás se alejaría de mi, y por supuesto, yo no me alejaría de ella.

Nada me aseguraba que estaríamos siempre juntas, pero podía luchar día a día porque el "juntas" se cumpliera en todo momento.

Era mi persona especial. Y lo sería siempre.

Amaba besarla, de algún modo sus labios siempre me transportaban a otro universo, uno donde era la mujer más feliz y podía volar, podía tocar las nubes y sentir la calidez de los rayos del sol en las mañanas, sin embargo, amaba también cuando todo pasaba a algo más oscuro, algo más intenso, algo mucho más carnal.

Amaba cada parte de ella, amaba que me acariciara como si fuera de cristal, pero también amaba cuando aquel toque se volvía mas fuerte e intenso, como si quisiera marcarme de alguna forma.

Adoraba sus dos partes, la inocente y la más salvaje, porque sabia que solo eran para mí.

Sus manos acarician mis piernas, mientras sus labios y lengua saborean mi boca, pero aquel toque no dura mucho, pues su ágil lengua comienza a pasar por mi barbilla, dictando un largo camino por mi cuello, lamiendo y mordiendo, devorando cada parte expuesta de mi.

No me importa si deja marca, ambas habíamos tomado nuestra decisión, y esa era mantenernos juntas, sin importar la opinión de los demas.

- Te extrañe tanto. -Susurra sobre la piel de mi cuello, sus manos pasando de mi trasero a mi espalda, manteniéndome derecha sobre ella.- Jamás me cansaría de esto. -En cuando dice aquello, una de sus manos se posa en mi nuca, sujetando mi cabello, halando un poco para exponer mas mi cuello a ella.-

- Jamás me cansaré de tu boca. -Es lo que sale de mi, jadeando con fuerza cuando siento una fuerte mordida en mi hombro.-

Los labios de Becky se pasean hasta llegar un poco más arriba de mis pechos, su mano sujeta con fuerza mi cabello y la otra acaricia mi espalda, haciéndome sentir sumisa a ella, y aquello no me importaba. Era demasiado excitante verla tomar el control, un control que solo demostraba conmigo.

La mano en mi espalda baja hasta mi trasero, apretando a su antojo mientras sus labios se concentran en llegar a uno de mis pechos, un fuerte jadeo sale de mi boca en cuanto siento su lengua pasar por el área voluminosa, lamiendo como si se tratara de un helado, escuchándose en la habitación el sonido de la succión y de mis jadeos.

Y aquello solo causaba que me excitara mucho más.

Mis manos bajan por su espalda, tratando de buscar algo para sujetar, quería quitarle su camisa, quería desgarrar su ropa, pero me contuve lo mas que pude, este era su momento y yo estaba disfrutando demasiado aquello. Sentía la humedad en mis piernas, sentía la necesidad de tenerla dentro, quería mucho más contacto pero ella estaba demasiado concentrada en hacerme sufrir.