Capítulo 61: Nuestro amor.

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Disfruten:)

***

No sabía en qué momento me había convertido en un ser humano lleno de felicidad y amor, todos los sentimientos que habían dentro de mi desbordaban por cada parte de mi cuerpo, era como si la felicidad que se me fue imposible de obtener en siete largos años, ahora estuviera frente a mi, como un premio, como algo que siempre tuve que merecer.

Y lo aceptaba, aceptaba cada cosa que el destino me quisiera dar, porque lo merecía.

Recordar aquellos años de sufrimiento, aquellos años de depresión y ansiedad, aquellos años donde no deseaba absolutamente nada, aquellos años donde me había hundido en mi propio pozo sin fondo, sin querer conocer a nadie, sin querer volver a amar.

El amor me había hecho daño, primero me quito a mi padre y luego me alejo de Becky. Había decidido cerrarle las puertas, había decidido no volver a caer en sus garras.

Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Ella había vuelto, y junto a ella, había regresado el amor. No pude negarme a recibirlos a ambos, no pude negarme a darme una oportunidad.

Ella era mi persona especial, y no iba a dejar que el destino de nuevo me la quitará.

Todo parecía coincidir de alguna manera, antes de salir de Tailandia, me había propuesto tomar una decisión importante si mi hotel y mi galería eran bien recibidos. Y ahora con Becky, aquella decisión estaba más que tomada.

Mi lugar era con ella.

El amor que tengo en mi corazón es inmenso, un amor tan puro y sincero que me aterra, le estaba dando la completa libertad de herirme cuando ella quisiera, le estaba dando la llave de mi corazón, le estaba dando toda mi confianza con los ojos vendados.

Y confiaba bien en que ella me cuidaría, así como yo cuidaría de ella.

La amo demasiado.

Y ella me ama a mi.

Luego de nuestra confesión en la galería, habíamos decidido por fin tener nuestra tan esperada cita, ella se veía incluso más emocionada que yo, confesando que tenía un lugar muy especial que debía mostrarme; sin embargo, también me dijo que debíamos despertar muy temprano, y aquello solo me dio curiosidad. Por lo general ella se tenía que ir muy temprano de mi habitación cuando se quedaba, debido a sus entrenamientos, pero ahora saber que debía despertar -probablemente- a la misma hora que ella se iba, me causaba un enorme cansancio. 

Odio despertar tan temprano para salir.

Los amaneceres a su lado siempre estaban llenos de sorpresas, desde despertarme con muchos besos, hasta despertarme con sus caricias en mi cuerpo, y no me quejaba, después de todo cuando ella se retiraba, podía disfrutar del recuerdo de lo que ocurría minutos antes, y luego volvía a dormir, esperando a que mi alarma sonará.

Esta vez, fue una completa excepción.

La semana que habíamos pasado en completa distancia de nuestros deseos más lujuriosos, ella  lo había tomado como un enorme castigo, que realmente podría considerarse de ese modo, pues había dejado de lado su responsabilidad con sus entrenamientos, solo por mi;  y ahora, luego de nuestro íntimo encuentro en la galería, parecía ser una luz verde para nosotras, quienes habíamos estado en tantos años de abstinencia, tanto así, que con solo un corto beso, ya estábamos derritiendonos frente a la otra.

Mis manos se pasean por sus caderas, mi respiración está inestable, y mis gemidos son bajos, sintiendo como ella se mueve sobre mi; sus pechos están expuestos completamente a mi vista y con una mano, tomo uno, acariciando con delicadeza y deseo, escuchando sus jadeos. Becky mueve sus caderas, creando un exquisito rose en nuestros centros, sintiendo la humedad de ambas combinarse entre cada movimiento. 

Strangers. (FreenBecky)Where stories live. Discover now