Capítulo 55: Entre nosotras.

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Disfruten:)

***

No sabía en qué momento mi vida se había convertido en una montaña rusa de emociones, desde la felicidad, hasta la tristeza, desde la desesperación, hasta la calma, desde la depresión, hasta encontrar mi paz.

Al menos desde que soy una niña, recuerdo cada una de esas emociones, todas y cada una clasificadas y etiquetadas dentro de mi, desde el día en que mi padre murió, hasta el día de hoy, cuando pensé que no podría llegar a sentir más.

Cuando conocí a Becky, me sumergí en un bucle de emociones, sentimientos tan fuertes al punto de querer gritar de felicidad; algunas veces me preguntaba cómo me pude enamorar tan profundamente de ella, me preguntaba cómo pude caer a sus pies, pero luego, la respuesta llegaba a mi con solo escucharla reír, con escucharla hablar, o con verla simplemente.

Ella era todo lo que yo desee cuando niña.

Ella tenía el amor de un padre.

Ella tenía el amor de una hermana.

Yo estuve sola durante toda mi vida, tenía a mi madre, pero ella se sumergió completamente en el trabajo, tratando de no dejar caer el imperio que mi padre había dejado. Por supuesto, tenía a mis amigos, pero cada vez que ellos se iban a sus casas, me quedaba sola, sin nadie más para hablar.

Una niña solitaria que aprendió a vivir de ese modo.

Anhelaba lo que ella tenía, anhelaba conseguir todo el amor que ella recibía, anhelaba estar a su lado y verla crecer, cumplir sus sueños, anhelaba escuchar los consejos de Mark, o incluso, trabajar con él, anhelaba tener en Charlotte una amiga y confidente cuando su hermana se enojará conmigo. Anhelaba todo con ellos, pero eso jamás llegó.

Y probablemente jamás llegaría... O tardaría.

Sin embargo, lo podía intentar, porque no perdía nada con hacerlo.

Becky me estaba dando una nueva oportunidad y no podía desaprovecharla.

Cuando leí la carta de Mark, lo visualice frente a mi, hablándome con calma y cariño, como él siempre lo hizo, escuchando su voz, escuchando como me pedía que cuidara de su hija.

Y lo haría. Esta vez no cometería el mismo error.

Jamás la dejaría ir.

Tomaba aquella cámara como una ofrenda de paz, tomaba aquellas palabras como un perdón hacia mi, tomaba las palabras de ella como una carta de amor hacia mi corazón. La tomaba a ella nuevamente como la mujer que quería para mi vida.

Y en mi habitación, ambas nos prometimos mejorar, con Bonbon siendo nuestro único testigo, y nuestro beso siendo un sello para nuestro juramento.

Por supuesto, utilice aquella cámara, me encantaba sinceramente, y apesar que tenía un enorme tiempo sin ser utilizada, funcionó como si fuera nueva, como si los años jamás hubieran pasado, como si nos dijera "chicas, yo también soy testigo de esto."

Una simple foto que salió de inmediato, una foto de solo nosotras dos, una foto donde ambas estábamos dispuestas a todo. Y por supuesto, Becky me la quito, no pude con su fuerza y su habilidad para convencerme, había olvidado lo tonta que me volvía por ella, tanto, al punto de hacer todo lo que me pidiera, sin embargo, habrían muchas que llegarían, porque no pensaba dejar de utilizar la cámara, y serían todas mías.

Becky se había quedado dormida en mi sofá, me parecía la persona más adorable del mundo, y cuando le ofrecí mi cama para que estuviera más cómoda, decidió irse a su habitación, pues al siguiente día tendría que entrenar muy temprano. No voy a mentir, me desilusionó un poco que rechazara mi oferta, pero entendía bien aquella regla sobre nada de intimidad, tal vez, ella estaba tratando de no caer en la tentación.

Strangers. (FreenBecky)Onde histórias criam vida. Descubra agora