Capitulo 10: Ayúdame.

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***

Bangkok, Tailandia. (5 Años atrás)

*POV Mark Armstrong*

Si tuviera la oportunidad de poder regresar en el tiempo, sin duda la tomaría, tal vez cambiaría una que otra cosa, solamente para no cambiar mi destino como padre, pero sin duda cambiaría muchas decisiones que tome; de saber que por mis acciones mi antiguo yo nos traería a este momento, lo pensaría dos veces; la frustración y tristeza ahora son parte de mi, cada mañana despierto con los ánimos por el suelo, solamente deseando con todo mi corazón poder conseguir un buen empleo que nos dé suficiente para poder vivir.

El recordar como hace pocos meses le dije a Charlotte que debía dejar sus estudios para que me ayudara con los gastos, fue sin duda la peor cosa que pude hacer como padre, recordar su rostro lleno de tristeza pero aun así fingiendo una sonrisa solo para no hacerme sentir mal, "está bien, papá, de todos modos no me gustaba" fue lo que dijo, tratando de aligerar el ambiente. Recordar como le pasó sus apuntes y ropa a Rebecca mientras mantenía aquella sonrisa, sin duda me rompió el corazón. Ella estaba iniciando sus estudios universitarios y los tuvo que dejar por ayudar. Por su hermana.

Lo mejor que me pudo pasar en la vida fue tener a mis hijas, esas dos mujer citas que poco a poco tuvieron que madurar antes de lo esperado porque la situación así lo ameritaba, sin embargo, trataba de darles sus momentos felices, solo para que se divirtieran un poco. Charlotte a pesar de ser un espíritu libre siempre cuido de su hermana, mientras que Rebecca al ser más tímida, se dejaba cuidar.

Pensar en que les prometí que todo estaría bien y que no había cumplido esa promesa, me destrozaba.

¿Qué clase de padre soy? ¿En que me convertí?

Darles de comer solamente dos veces al día, dejar de alimentarme por ellas e incluso notar cuando Charlotte guardaba su comida para dársela al otro día a Rebecca, para que ella si pudiera comer tres veces y no bajará de peso. La vida podía llegar a ser cruel algunas veces.

Mis hijas podrían llegar a ser incluso más optimistas que yo, a pesar de la edad de Becky, ella deseaba trabajar, pero no se lo permitía, quería que estudiara y se preparara para su futuro, que no cometiera los mismos errores que yo. Aun así, le enseñé unas cuantas cosas, deseaba que fuera lo más independiente posible, que forjará su propio camino, para que así en un futuro no se sintiera dependiente de alguien. Charlotte es una mujer fuerte y trabajadora, apenas consiguió el trabajo en aquel gimnasio nuestra vida se estabilizó lo mejor que se pudo. Daba una pequeña parte de su dinero para la comida y la otra la utilizaba para ahorrar, un ahorro que iba dirigido a la universidad de su hermana.

La manera en la que ella cuidaba de Rebecca, me hacía estar tranquilo, si algún día no estoy aquí para ellas, al menos se tendrán la una a la otra.

Al salir de la clínica médica, guardo aquellos exámenes en mi bolso, haciendo una nota mental para deshacerme de ellos apenas llegara a casa; suspirando, camino hasta un parque lleno de flores y de niños alegres, me siento en una de las bancas y pongo mi cabeza entre mis manos, sintiéndome insuficiente, mis hijas no deberían de tener esta vida, mis hijas están destinadas para cosas más grandes y yo no se las he podido dar.

No he podido conseguir trabajo desde hace un mes y todos los gastos han estado sobre los hombros de Charlotte, no puedo continuar de este modo, necesito que ella descanse un poco, necesito que utilice un poco de su dinero para sus propios gastos. Desde que comenzó a trabajar no ha existido día en que ella piense en sí misma, ahora en lo único que piensa es en Becky y en su futuro.

- ¿Qué debo hacer? -Susurro para mi mismo, enderezando mi espalda y mirando alrededor.- Necesito conseguir empleo. -Casi sale como una súplica, esperando a que algo o alguien escuche mis palabras.-

Strangers. (FreenBecky)Where stories live. Discover now