Capítulo 26: El bien y el mal.

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Bangkok, Tailandia.

*POV Becky Armstrong*

A medida que pasaban los días, trataba de llenarme de valor para decirle lo que sentía a Freen, a pesar de que mi padre me dio las palabras de aliento que necesitaba para enfrentarme a mi mayor miedo, habían pequeños detalles que siempre aparecían en el momento exacto cuando iba a hablar, ya sea un pequeño accidente en la remodelación, o ya sea la madre de Freen llamándola para que saliera a la ciudad. Parecía como si el universo me dijera que aún no era momento para decirle aquellas palabras, de algún modo, algo siempre se interponía.

Aun así, trataba de demostrarle a Freen lo mucho que la amaba con mis acciones, había comenzado a notar que ella también quería decirme algo desde hace mucho pero algo la detenía, las palabras de mi padre se instalaban en mi cabeza cuando notaba eso en ella, pero trataba de no presionarla, nuestra relación había avanzado bastante y no quería arruinar nada. Freen como siempre me demostraba mucho con su modo de ser, y su cariño aumentaba mucho más cuando Billy se quedaba en casa, como si quisiera demostrarme que ella está conmigo y no con él.

Si tan solo supiera que Billy ha demostrado ser el mayor fanático de nuestra relación.

Se acercaban los días de inscripciones en la universidad, debido al tiempo fuera de la ciudad, tenía que tomarme un par de días para regresar, el papeleo siempre era algo tedioso cuando se dejaba para después y eso era algo que yo siempre había odiado, si podía hacer las cosas antes, era mucho mejor. Freen había salido un día antes que yo a la ciudad, al parecer su madre quería reunirse con ella y cuando el miedo se instaló en mi pecho, ella me tranquilizo diciéndome que solo era algo sobre los hoteles, nada de qué preocuparse.

Charlotte me acompaño en mi regreso, a pesar de ser una adulta que podía valerme por mi misma, ella siempre estaba allí, cuidándome y vigilando que hiciera las cosas bien. Papá nos dio dos días para que pudiéramos hacer lo que debíamos, la remodelación en la cocina estaba siendo un dolor de cabeza, nunca habría imaginado que un pequeño proyecto como ese tomara tanto tiempo.

Y pensé que hacer una piscina y un jacuzzi era complicado.

El viaje con Charlotte fue aburrido, amaba a mi hermana pero cuando hablaba parecía un programa de televisión de los años sesenta, algo aburrida y simple.

Al llegar a casa nuevamente la nostalgia se apodera de mi cuerpo, habían pasado unas cuantas semanas desde la última vez que estuvimos aquí y aún así, extrañaba este lugar; el viaje en auto fue agotador así que antes de salir hacia nuestro verdadero destino decidimos descansar, debíamos recargarnos de energía para dar una buena impresión en la universidad, sin embargo, algo extraño llamó mi atención. Siempre he sido una chica detallista, me fijo en todo y recuerdo perfectamente como dejo las cosas antes de irme, y al entrar a mi habitación noto como la laptop sobre mi escritorio está desplegada, al acercarme me doy cuenta que está se encuentra apagada, pero aún así, no recuerdo haberla dejado de ese modo.

Frunzo el ceño sintiéndome algo inquieta, la habitación se sentía extraña y la sensación en mi cuerpo me hacía sentir vigilada, era como si alguien hubiera estado aquí. Trato de no pensar mucho, pues aquel miedo que siento se debe más al pensar en la situación de Freen.

- ¿Quieres comer por fuera? Estoy agotada, no quisiera cocinar. -Charlotte aparece en la puerta de mi habitación, mirándome curiosa.- ¿Que pasa?

- ¿Utilizaste mi laptop antes de irnos? -Ella eleva una ceja, mirándome como si tuviera algo extraño en mi cara, debía de salir de dudas, algo dentro de mi se sentía inseguro.-

- ¿Te das cuenta que llegamos hace cinco minutos, verdad? ¿Como la voy a utilizar? -Ella pregunta con asombro, sintiéndose acusada.- Quizá la dejaste así la última vez que estuvimos aquí. -Apunta con su dedo, restándole importancia.-

Strangers. (FreenBecky)Where stories live. Discover now