Capítulo 4

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Unos días más tarde, me decidí a ir a casa de Flor. Si no le agrado a Jane, no importa, porque no voy a verla a ella, sino a Colec y Fiorella, me aprecian y yo a ellos.

Tomé mis llaves y salí de mi casa.

Muy a pesar de que mi estómago tiembla del miedo cada vez más conforme avanzaba, ya en la puerta, llamé.

Crucé los dedos para que no fuera Jane la que abriera la puerta y, por suerte, fue Flor. La ansiedad incluso me revuelve el estómago.

—Hola, pasa —me saludó con alegría. Le di un beso en la mejilla y un abrazo rápido.

—¿Interrumpo? —pregunté al entrar y cerré la puerta detrás de mí.

—Para nada, vamos a cenar. ¿Te quedas?

—Claro, si no es molestia... —eché un vistazo hacia la sala—. ¿No está tu sobrina? —inquirí en voz baja.

—Está arriba, bañándose —se dirigió a la cocina y la seguí—. Estuvo limpiando el estudio de Colec.

—Oh, sabes que lo iba a hacer, pero no encontré las llaves.

—No te preocupes. Le hace bien entretenerse con algo —removió lo que había en la cazuela, en la estufa.

Empecé a sacar vajilla para cuatro personas.

—No habla mucho, ¿verdad?

—Es muy seria, pero, dale tiempo —aconsejó quitada de la pena—. No está pasando por un buen momento.

—... ¿Y si le molesta que esté aquí?

—Aunque le moleste, no te lo va a decir —repuso.

—Entiendo...

Fui al comedor a dejar la vajilla y comencé a acomodar los lugares. Mientras situaba los cubiertos, escuché que alguien bajaba por las escaleras, entonces giré la cabeza y vi a Jane.

Está todavía limpiándose pintura de las manos con un paño. Igual que antes, me lanzó una muy fea mirada.

—¡Hola! —la saludé muy felizmente, algo que no le provocó ninguna reacción, ni me respondió—... Voy a cenar con ustedes, espero no te moleste —ya me puso nerviosa. Parece que estoy hablando con un androide.

Como si yo no existiera, nada más volvió a subir las escaleras. Me parece que está siendo muy grosera conmigo. No le hice nada, es más, le compré un helado.

En la mesa, tomé asiento a un lado de Colec y esperaba no tener a Jane de frente, pero Flor me ganó el sitio delante de Colec. Así que ahora tengo a la chica en mi campo de visión.

No podía ni comer, mi estómago sigue temblando por el nerviosismo. Un solo movimiento de Jane y siento escalofríos.

Flor le dio un poco de limoncello que fue evidente que no le gustó, pero no dijo nada, así que ya entendí a qué se refería Flor con que, a pesar de que le fastidie mi presencia, no va a decirme nada.

—¿Cómo les fue en América? —pregunté para sacar un tema de conversación. Colec y Flor no solían ser tan silenciosos, por lo que creo que es culpa de esta chica que ni siquiera hagan ruido.

—Muy bien, de hecho, no pensamos quedarnos aquí, solo vinimos por un tiempo —me respondió Flor.

Sentí tristeza. Pensé que volvieron porque ya era hora y no pensaban irse otra vez.

—Puedes venir, si quieres.

Las palabras de Colec me hicieron reír, aunque fue más bien burla a que conoce muy bien a mi madre y sabe que ella nunca me dejaría ir a América, o cualquier sitio tan lejos.

—Mi madre jamás me lo permitiría.

—Tu madre... —Flor hizo una fea y cómica mueca al mencionar a mi mamá.

La verdad es que, un par de veces, se la han encontrado y nunca ha sido amable con ellos, es más, intentó sacarme de las clases de Colec varias veces, pero siempre regresé.

El silencio volvió, así que tenía que volver a traer un tema a colación. Miré a Jane, quien sigue concentrada en su comida y creo que ni siquiera está escuchándonos.

Puedo intentar conversar con ella, otra vez.

—Y sigues sin hablarme, ¿verdad? —me dirigí a la chica con algo de miedo que escondí a la perfección.

No, ni siquiera levantó la mirada hacia mí.

Esta vez, la chica tenía tres miradas sobre ella y quizá eso fue lo que la obligó a reaccionar, pues desistió de su cena y por fin me miró. Es la segunda vez que me ve directo a los ojos.

Aunque me asusta, quería conseguir su atención, por mi propio orgullo, más que nada.

—Dijiste que quieres abrir una galería en Madrid —habló y mi corazón se detuvo un momento—, si tu madre no te deja, ¿no lo vas a hacer?

—¡Sí me estabas escuchando! —no pude evitar emocionarme.

Su voz es muy bella. Suena fuerte, delicada a la vez y profunda. No estoy segura de si fue su tono, el que me mirara o hablara, o saber que sí me estaba escuchando cuando le conté sobre la galería en la heladería, lo que hizo a mi corazón brincar de felicidad.

—Hija —Colec me habló—, Jane es de pocas palabras, pero te aseguro que siempre está poniendo atención y lo que sea que le digas, lo va a recordar —aseguró.

Eso significa que recuerda cada cosa que le dije... ¿Qué tanto fue lo que le dije? Ni yo me acuerdo.

—¿De verdad? —la miré con miedo. Espero no haberle dicho nada vergonzoso. A veces, cuando me pongo nerviosa, empiezo a hablar y hablar y no estoy consciente de lo que sale de mi boca.

—No porque me interese —dijo con molestia. Sentí que me golpeaban sus palabras. Dice que no le intereso en lo más mínimo.

—Sí, también tiene la lengua muy afilada —musitó Flor. Parece que a ellos les incomoda un poco la actitud de Jane, pero no creo que vayan a decírselo.

Ya nadie dijo nada más.

Bien, creo que hoy también fracasé.

Me da un poco de curiosidad saber qué le pasó en la muñeca, porque parece que le cuesta un tanto utilizar la mano derecha. Pero sus manos son bonitas.

En la frente tiene una cicatriz, arriba de la ceja izquierda, es muy pequeña, pero puede verse a simple vista. Su nariz es pequeña y afilada, tanto como su mandíbula, en perfecta armonía con un cuello fino y delgado. Tiene largas pestañas oscuras, que cubren un par de ojos color avellana.

En el momento en que llevó el tenedor a su boca, mi corazón se aceleró. No sé por qué.

De repente me miró y ahora mis latidos se detuvieron. Es mejor que me vaya antes de que me lance el tenedor.

—Voy a... —tragué saliva al ponerme de pie y no me salió ninguna explicación decente—. Nos vemos.

—Cuídate —se despidió Colec.

Me fui de manera muy grosera, pero no fue mi culpa, Jane me estaba viendo muy feo y me puso nerviosa.

Por la noche, intenté terminar el boceto del árbol, solo que, ahora que tengo el rostro de Jane detallado en mi mente, ya no puedo pensar en nada más.

¿Será que ella me gusta?









Nota de la autora ☄️:

Paralelo Capítulo 6 - Viraha

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now