Capítulo 16

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Días más tarde, iba camino a casa de Flor, para hablar con Jane y preguntarle si quería que saliéramos hoy mismo, porque no es como que me hubiera dado una fecha, aunque no creo que tenga los días ocupados.

Flor me dijo que le dieron el trabajo de limpiar el estudio para entretenerla, lo que significa que no tiene actividades personales.

Afuera de la casa me encontré con unos cuantos niños, con sus padres.

—Buenas tardes —saludé.

—Hola —me respondieron algunos.

—¿Vienen a la clase del profesor Colec Abboud? —pregunté. Unos cuantos dijeron que sí—. Si no tienen problema con las inscripciones, las clases van a empezar hoy mismo, yo los hago pasar, ustedes no se preocupen —expliqué a los tutores.

—¿Entonces solo los dejamos? —cuestionó una madre.

—Sí, cualquier cosa, Colec va a llegar un poco más tarde, por si gustan esperarlo.

—Gracias.

Algunos padres se retiraron, a lo que me quedé sola con los niños.

—A ver, hagan una fila delante de mí —les indiqué extendiendo un brazo.

Los pequeños se colocaron en fila, pero uno de ellos se me escapó, Massimo, a él ya lo conozco y siempre ha sido como un adulto chiquito. Es cordial, nada más que no responde a las órdenes.

—¡Oye! —le grité y ni siquiera me escuchó.

Llamó a la puerta, enderezó la espalda y sujetó con ambas manos su bolso frente a él, como un vendedor de seguros.

Mi corazón se aceleró al ver a Jane cuando abrió la puerta.

No escucho lo que dicen, en cambio, creo que están teniendo una amable conversación... No, me equivoqué, Jane colocó una mano en el marco de la puerta, con intención de no permitirle el paso.

Fui a intervenir y evitar que empezaran a discutir. Conozco a Massimo y tiende a llevar al límite los nervios de los demás.

—Jane. Son los estudiantes que están esperando a tu tío. Tienen que entrar al estudio —expliqué y señalé al resto todavía en la fila que los hice hacer.

La chica se hizo a un lado y les cedió el paso.

Con un gesto llamé a los niños para que entraran detrás de Massimo, luego ingresé yo.

—Síganme —les indiqué y los llevé hasta el estudio.

Ya está todo listo para ellos. La última vez que bajé aquí fue antes de que Colec y Flor se mudaran a América y recuerdo que estaba hecho un desastre; ahora todo está muy limpio. Si todo fue trabajo de Jane, es impresionante.

Me asusté al ver colgadas en la pared las pinturas que hice a los trece años, las de los animales, las que pensaba tirar. Espero que Jane no las haya visto, es vergonzoso.

—Todos dejen sus mochilas en la pared y tomen asiento en un almohadón, ¿de acuerdo? —les ordené, a lo que acataron, incluyendo a Massimo—. Vamos a esperar a que lleguen los demás y el profesor.

Ya había hecho esto otras veces; hacerla de asistente de Colec y así me mantengo ocupada... La cita con Jane.

Demonios.

Llamé a Bianca por teléfono.

Tuve que intentar tres veces porque no me respondía, quizá estaba dormida. Como es su costumbre cada que la necesito.

¿Qué? —preguntó con voz soñolienta.

—Ven a ayudarme.

¿A qué? —bostezó.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now