Capítulo 78

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Llegamos a la Mansión en el auto de Iris. La conocía por haberla visto en televisión, en cambio, en persona es mucho más grande.

Da miedo...

—Buenas tardes —saludó un hombre, joven, solo que de apariencia antigua.

—Buenas tardes —respondió Iris—. Me enviaron del hospital Médica Observatorio, ¿puedo hablar con el médico personal de la señora De'Ath?

—Por supuesto —dijo amablemente, previo a mostrarnos el camino.

Cuando Iris me volteó a ver, su gesto me dijo que no esperaba que fuera tan sencillo. Sonreí a medias y fui con ella.

Adentro de la casa, había muchas personas, pero no prestaron atención, todos parecían estar pensando en sus propias cosas y no miraban a ninguna de las enfermeras que se paseaban.

Hasta el fondo de un pasillo, bajamos unas escaleras y ahí había más enfermeros. Algunos llenaban documentos y otros lavaban instrumental.

—Ponte una mascarilla y recógete el cabello —me indicó Iris, a lo que me alejé mientras ella hablaba con el médico a cargo.

Tomé una mascarilla de la mesa, además de una liga para el cabello y me lo sujeté todo.

Iris me dijo que era muy importante estar muy limpia, porque las defensas de Jane en este momento son nulas.

Me lavé las manos y, cuando tiré el papel con el que me sequé, Iris se acercó.

—Puedes entrar —dijo.

Respiré hondo, luego, una enfermera que salió de la habitación que todos aquí custodiaban dejó la puerta abierta para mí. Miré a Iris una vez más y solo después de que me sonriera, entré.

En la habitación, a pesar de todo lo que había, lo primero que vi fue la camilla y a Jane en ella.

Cerré la puerta detrás de mí y me acerqué.

Miré el monitor. No entiendo lo que dice, pero creo que el latido de su corazón está bien.

Su pecho sube y baja como lo hacía. Si bien su respiración nunca fue normal, es la misma que recuerdo.

Fruncí el ceño, buscando todas las heridas en su rostro que esperaba ver. Imaginé lo peor, pero no, se ve mejor de lo que creí.

Solo parece dormida.

Acerqué una silla y tomé asiento.

Sonreí para mí. No es la misma que recuerdo, luce mejor, a pesar de todo.

—... Jane —suspiré—, estoy muy confundida... No creo que me estés escuchando, ¿o sí? —fruncí el ceño. En las películas dicen que alguien así en realidad sí está escuchando. Volví a respirar, apreté mis manos entre mis rodillas y miré hacia la pared—. Cuando... te fuiste, me quedé con el corazón hecho pedazos, lloré cada día y cada noche, y me mataba el miedo de que no podía detenerme, estaba llena de miedo y dudas... —murmuré, recordando eso. Bajé la mirada, para verla—. Mira, lo primero que no entiendo es por qué nunca fuiste sincera conmigo. Me pudiste haber dicho todo, lo hubieras hecho... —bajé el tono de mi voz—. Nunca entendí por qué dejaste que todo entre nosotras creciera y me hiciera tanto daño. Al final tú ibas a volver con él. Fuiste tú la que permitió que esa mentira me doliera tanto... —tragué saliva antes de llorar—. Si te llego a escuchar hablar de Alexey, me lastimas, me haces daño, no quiero escucharlo. Prefiero ser yo la que hable, de todas maneras, siempre fue así. Tú no decías nada..., era yo la que respondía por los dos.

Agaché la cabeza y puse las manos en mi cabeza por un momento, esperando hasta estar segura de que podía con esto, de que no iba a llorar, luego la levanté al recogerme los cabellos que se soltaron.

—No entiendo cómo me haces esto —se me quebró la voz—. Sigo preocupándome por ti a pesar de que también tengo una vida. Yo creo que no es justo, no es justo para mí, ni para ti. No tuviste la culpa de nada, pero yo tampoco... —me aclaré la garganta—. Sé que se terminó y... necesitaba decírtelo, creo que para estar completamente segura.

Suspiré temblando.

—Estoy con alguien más —continué—. Es muy importante para mí, ha estado ahí todo el tiempo y... me lo ha dado todo. ¿Sabes? —me reí—. Ella cree que no te he olvidado y estoy segura de que le asusta perderme y le tiene miedo a tu recuerdo, pero la verdad es que, en el fondo, soy yo la que tiene miedo de que todo vuelva a pasar, de que me haga lo que tú me hiciste... —sentí el nudo en la garganta—, pero, no, ella es sincera, me dice todo lo que necesito saber... Todavía me siento culpable por haberla aceptado y... —rompí en llanto—. Jane, perdóname, pero yo a ti no te debo nada.

Una vez más escondí la cara, dejando salir el llanto que quise contener, el mismo que ya no quería seguir cargando.

Minutos después, recogí el valor que me quedaba para volver a mirarla.

—Tienes que despertar. Hay mucha gente que te está esperando, que te necesita —pensé en el dolor de Flor, Colec, Derek, que son los que vi, pero no son todos a los que seguramente se les viene el mundo encima con solo pensar que Jane no despierte—. Te pido que despiertes y, cuando lo hagas, recuerda que tú tampoco le debes nada a nadie y puedes hacer con tu vida lo que quieras.

Miré a la puerta, regresé a Jane y me retiré la mascarilla.

Me puse de pie, me incliné hacia ella y besé su frente. Con todo el dolor de mi corazón, es todo lo que tenía para ella.

Con esto, terminé definitivamente con ella.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now