Capítulo 74

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Creo que todo lo hice muy impulsivamente, pero así hago las cosas, así soy yo. Soy impulsiva, pienso luego de actuar, obstinada y temeraria cuando quiero.

Me aterraba ver a Iris luego de cómo dejé las cosas la última vez y de no haber querido ni hablar con ella, pero ese miedo no superaba las ganas que tenía de verla y poder decirle todo, explicarle que no reaccioné así por culpa suya.

Yo sé que mis problemas son míos y que nadie tiene la responsabilidad de cargar con ellos más que yo, pero si hay alguien con quien puedo compartirlos y desnudar mi alma, es Iris.

Lo que me pasa sí tiene que ver con ella, porque yo quiero que todo lo que le pase tenga que ver conmigo.

Respiré hondo antes de llamar a su puerta.

Su auto está afuera, así que ella está ahí.

Llamé una segunda vez y finalmente abrió.

Sentí que mi corazón volvía a latir cuando la vi y mi alma se encendió al tener sus ojos sobre mí.

—... ¿Puedo pasar? —pregunté.

En silencio, me dejó entrar y cerró la puerta detrás de mí.

No estoy segura de cómo empezar porque son muchas cosas las que tengo que decirle.

—Lía...

—Déjame hablar —le pedí al volverme a ella—. Si después de esto quieres que me vaya, me iré —respiré hondo—. Tú no hiciste nada, ese día no me enojé porque hubieras hablando con Jane, ni siquiera me interesa lo que le preguntaste ni lo que te dijo, pero tenías razón, todavía me sigue doliendo y usé esa excusa para irme sin cargar yo con la culpa.

»Ese mismo día la tuve muy cerca, no hablé con ella, pero... Sentí como si hubiera sido tan solo unas horas antes todo lo que viví con ella y he pasado todo este tiempo tratando de no sentir que soy yo la que la está traicionando.

»Creo que su recuerdo va a seguir ahí, no me va a dejar nunca, pero no es más importante que lo que siento por ti. Me daba pánico decirte que te amo porque el lado más egoísta de mí la quería de regreso a ella..., quería seguir guardándole un lugar.

Desvió la vista, se recogió el cabello y no quería mirarme.

—¿Sabes lo mucho que sufrí creyendo que yo lo había echado a perder? —está enojada.

—... Perdón... —murmuré con la vista nublada—. No quiero saber lo que te dijo, quiero saber qué necesitabas tú de ella.

Me miró.

—... Quería saber con qué clase de fantasma competía.

Mis lágrimas salieron.

—Iris, tú no compites con nadie... No intento sacar a Jane de mi vida para darte un lugar a ti. Tú no necesitas esperar a que la olvide —me limpié los ojos—. El lugar en mi vida y en mi corazón ya lo tienes..., perdóname si no pude hacer que te dieras cuenta.

—... Era lo que tanto me asustaba preguntare.

Me reí de todo esto.

Ya dejando de llorar, tragué saliva.

—Ella ya salió de mi vida y yo de la suya —hablé con firmeza—. Y si hay alguien por quien yo viajo veinticuatro horas de ida y vuelta, a quien pienso incluir en mis planes en el futuro, no me importa si es un segundo o un día entero, le daría todo lo que me pida, y con quien ya no necesito nada más, eres tú.

Mirándome, directo a los ojos, se acercó, me tomó del cuello y me besó.

La desesperación en mí era la misma que la suya.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now