Capítulo 43

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¿Ahora qué pasó? —preguntó Pauline de mala gana. Por el hecho de que nos conectamos por videollamada y estoy hecha bolita en mi cama, con las mantas limpias encima—. ¿Tu Jane te hizo algo?

—Nnn... —negué.

¿Entonces?

Me descubrí y aventé todo al suelo, sin importar que la ropa de cama estaba recién lavada, para sentarme mirando a la cámara de la computadora.

—Es como que... —me ruboricé y no pude decirle mirándolo, así que me cubrí la cara con las manos—. Lo hicimos —dije entre mis dedos.

¿Qué? —no me escuchó.

—Que lo hicimos —repetí en un tono más alto y claro.

¿Dices...? ¿Tuvieron sexo? —preguntó con gesto indistinto. Asentí—. No inventes... —musitó—. ¿Y? ¿Cómo...? —empezó a sonreír—. ¿Cómo te aventaste? ¡¿Cómo fue?!

—Pues... —tragué saliva e hice muchos ademanes—, estábamos solas, en mi casa, hablamos..., bueno, yo hablé, y la orillé a que me dijera si yo... le despertaba..., ya sabes, deseo. Pasó esto y lo otro y se dio.

Okay, okay —sonrió—. ¿Y cómo fue? ¿Consideró que era tu primera vez?

—¡Sí! —apreté los dientes para no gritar de emoción—. Se comportó como todo un príncipe. Me tuvo paciencia, consideración, fue con cuidado, con cariño y... gentil.

Mi vida... —susurró sonriendo—, no sabes el gusto que me da que tu primera experiencia haya sido bonita.

Sonreí a más no poder.

—... —enserié de la nada cuando las mismas dudas me invadieron—. Me preocupa que no le haya gustado porque ella tiene mucha experiencia.

¿Ella te lo dijo?

—No me dijo si le gustó o no y, de su experiencia, le pregunté y me dijo que sí, que tenía bastante, aunque no con chicas.

¿Tú fuiste su primera? —preguntó y asentí—. Entonces, ¿qué te preocupa? —dijo muy quitado de la pena.

—Que quizá no fue tan bueno como con un hombre.

... —se quedó pensativo—. Ahí sí no sé qué decirte porque mira —colocó ambos dedos índices a cierta distancia del otro y demoré un poco en darme cuenta de que hacía referencia a un miembro masculino—. Como sea, ya están del otro lado, ahora falta que no sea de las de una noche que pierden la memoria. No permitas que te haga eso, ¿entiendes? —indicó con firmeza. Asentí—. Y también tienes que averiguar que si son novias, que si amigas con derechos o, ¿qué?

Hice una mueca. No quiero tener que preguntar eso, pero sí tengo que saber, sobre todo porque yo soy más tradicional con eso. De no haber estado tan enamorada, no habría hecho nada con Jane hasta no tener el título de pareja.

Creo que en realidad no somos nada.

...

El miércoles fui algo tarde a casa de Flor porque me entretuve escogiendo mi atuendo, pues hoy es el cierre del ciclo de Colec y pretendía pedirle a Jane que saliéramos en una cita, no me arreglé tanto por el evento, sino por ella.

Iba camino a la vivienda y sentí que me observaban, solo que no vi a nadie, por lo que me asustó que fueran fantasmas, así que nada más lo ignoré y entré.

Ayer ya había venido a ayudar un poco a alistar el estudio, vine de entrada por salida.

Me mantuve corriendo de la puerta principal a la del estudio, haciendo pasar a los niños con sus padres, así como alguno que otro invitado, y llevándolos abajo.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora