Capítulo 20

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Ni Bianca ni Enzo dijeron nada por varios minutos, solo se veían entre sí y pensaron muy bien en lo que escucharon.

—No quise...

—Todo esto es por Jane —aseguró Bianca de pie y brazos cruzados. Enzo sigue sentado en la cama y yo en el suelo, aquí me siento más segura.

—...

—¿Siquiera te habla? —insistió la chica.

—Sí —dije con obviedad—, y no le soy tan indiferente. La invité a una cita y me dijo que sí. Ella está en el mismo canal que yo y no quiero dejar pasar la oportunidad, en serio me gusta.

—¿Te gusta esa...?

—Ten cuidado en cómo te refieres a ella —advertí a Enzo antes de que la insultara. Tensó la mandíbula, desvió la vista y se puso de pie, para irse sin decir nada a nadie y muy molesto—. ¿A dónde va? —pregunté sin esperar por una respuesta en realidad, solo que Bianca, todavía con las manos cruzadas, se quedó observando la puerta por donde salió el chico.

—No estoy segura... —masculló tranquila, con la mirada perdida.

Nos miramos y, al caer en cuenta de que probablemente había ido en búsqueda de Jane, me levanté del piso enseguida y salí corriendo, con Bianca detrás.

Me detuvo que Enzo cerró la reja con la llave.

—¿Dónde dejaste las llaves? —me preguntó la chica, alterándome más de lo de por sí.

—¡No sé! La única copia que tengo es la que Enzo debió haberse llevado.

¡Cazzo! —se volvió a buscar algo en el patio—. Ayúdame —dijo señalando la mecedora decorativa con macetas encima, le retiramos cada una y la acercamos a la reja. Bianca subió primero para saltar la reja y luego yo, con ayuda de ella.

Ya del otro lado, echamos a correr hacia la casa de Flor.

Por Dios, que no sea lo que estoy pensando.

Llegamos justo cuando un auto estacionó a pocos centímetros de alguien en el piso, en medio de la calle sucia y encharcada: Jane.

El corazón se me detuvo. Quise correr a ayudarla, solo que Bianca me lo impidió, tomándome del brazo.

—Lo vas a empeorar —explicó.

Colec bajó del auto todavía encendido, en seguida se acercó a ayudarle a ponerse de pie, en cambio, ella lo hizo por su cuenta. No estoy segura de lo que pasó, pero Enzo está ahí y me dolió mucho pensar que él había arremetido contra Jane.

En cuanto Colec advirtió la presencia de Enzo, creo que le intentó decir algo a su sobrina, solo que ella lo interrumpió.

—¡Entra! —le gritó, lo que la hizo ingresar a la casa.

Me aproximé junto con Bianca. No pregunté nada, en su lugar, fui directo con Enzo y le di un empujón en los hombros.

—¡¿Qué hiciste?! —le reclamé.

—Lía —Bianca me tomó del brazo, a lo que esta vez la aparté con brusquedad.

—Se lo merecía —justifico el chico, como si pudiera.

—¡Vuelves a tocarla y te mato! —Colec lo sujetó del cuello de la playera.

—¡Colec! —intervino Flor saliendo de la vivienda. El otro soltó a Enzo y la mujer se colocó en medio de ambos—. ¿Qué pasó? ¿Qué le hizo? —le preguntó a Colec con desesperación.

—No le hice nada —habló Enzo como si nada.

En cuanto escuché a lo lejos la sirena de una patrulla, el alma se me fue hasta el piso. Colec dijo que Jane no puede meterse en problemas porque corre el riesgo de ser expulsada de la ciudad.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now