Capítulo 6

521 45 7
                                    

No me quedé a desayunar, porque Enzo me llamó diciendo que quería verme y ya no pude negarme, no lo he visto en dos semanas completas y no creo poder seguir escondiéndome de él.

Le dije que estaba en casa del profesor, pues a Colec todos lo conocen así, y vino por mí, en menos de cinco minutos.

—¿Cómo estás? —preguntó previo a abrazarme con un solo brazo, de un jalón, y darme un beso en la frente, gesto que estoy empezando a detestar cada vez más.

—Bien... —me alejé—. ¿Vamos a desayunar? —sugerí.

—¿En tu casa?

—No —dije al instante y luego me aclaré la garganta—. Hay mucho tiradero, mejor vamos a algún lugar, yo te invito.

Evadir tanto que Enzo entre a mi casa, optando por invitarlo a comer fuera o ir a donde sea, es lo que está agotando mis ahorros.

Encaminamos hacia una cafetería, donde pretendo que nos quedemos el tiempo suficiente como para que, al irnos, él ya deba volver a su casa.

—¿Cómo están el profe y su novia? —preguntó en el camino.

—Bien, están cansados, por eso no es buena idea ir a visitarlos.

—Tú pasas todo el día ahí.

—Les ayudo, para que no se cansen más —repuse.

Lo que no quiero es que Enzo vaya a esa casa, él y Colec en realidad nunca se llevaron bien, aunque se conocen solo de vista y nunca han cruzado más que un par de palabras.

Entramos a la cafetería y revisé la carta. No tengo mucha hambre, pero pretendo hacer tiempo, por lo menos dos horas.

—¿Quieres compartir? —le pregunté leyendo el menú.

—Claro, ordena lo que quieras.

Pedí un desayuno completo del día y dos cafés expresos.

—¿Ya fuiste por tus papeles de la universidad? —cuestionó Enzo luego de que nos quedáramos a solas.

—Sí, hace unos días.

—¿Y luego?, ¿qué vas a hacer?

—No sé. La galería sigue siendo mi principal objetivo, pero necesito dinero para eso. Si me meto a estudiar, mamá seguirá manteniéndome, solo que ya no la quiero encima de mí con lo mismo, quiero irme, a donde sea.

—¿Solo te irás y ya? —sonó devastado.

—No, tampoco así. Falta mucho tiempo para eso, seguiremos viéndonos y siempre vamos a ser amigos.

—Lía, no somos amigos.

Tragué saliva.

La verdad es que, nunca lo he dejado de ver cómo tal. Como amigo lo aprecio mucho, en cambio, como novio, no, ni siquiera puedo verlo como hombre.

—Lo sé, pero tal vez la distancia lo complique.

—No tiene que ser a larga distancia, yo iría contigo a donde sea.

Por un momento, aborrecí la sola idea de él yendo conmigo. Lo que pretendo hacer; cumplir mis sueños, lo quiero hacer sola.

—Tú debes tener tus propios planes...

—¿Cuándo voy a tenerte para mí? —preguntó de repente. Me puso tan nerviosa que comencé a sudar.

—Amm... —temblé.

—Ya llevamos tres años saliendo y te voy a dar todo el tiempo que necesites, pero en serio quiero estar contigo.

«Yo no», pensé y tuve muchas ganas de decírselo de una vez por todas.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now