Capítulo 13

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Bianca irrumpió al aparecer con el taxi que le había pedido traer. No estoy segura de si esperaba escuchar la respuesta de Jane, o no.

Me siento como una estúpida cada que hablo con ella y a veces nada más quiero cortar la conversación e irme a esconder en mi habitación, en cambio, mi insistencia por conocerla más no me lo permite.

—Suban, que el tráfico está horrible —ordenó Bianca sin bajar del vehículo.

Fui en la parte trasera con Jane. Estoy muy nerviosa, creo que nunca había estado tan cerca de ella en un sitio tan estrecho.

Quiero acercarme más; es que, estoy segura de que va a abofetearme o algo así. Mejor le doy su espacio, igual y esto ya es demasiado incómodo para ella.

Enzo me envió un mensaje diciéndome que ya había llegado y nos esperaba en la entrada principal.

El auto estacionó. Tengo que aceptar que me dio un poco de tristeza que acabara el viaje, donde tenía a Jane cerca.

Bajé junto con ambas chicas.

Busqué a Enzo entre la gente, me costó algo de trabajo, pero lo encontré y él a mí. No me dio tiempo de pedirle que no lo hiciera, pues solo se acercó y me abrazó, para enseguida besarme.

Por alguna razón, me incomodó mucho que lo hiciera delante de Jane, aunque igual y, como siempre, no prestó atención y no lo vio.

Comenzamos a merodear por los puestos. Cada cosa que veía, quería mostrársela a Jane y darle a probar lo que me daban a mí o lo que pensé que tal vez le gustaría, algo que me fue imposible, pues Enzo tenía su brazo sobre mí y me vi obligada a caminar a su lado, mientras que las otras dos iban detrás y creo que están conversando.

Por lo menos ya se están llevando bien, algo que me alivia, sin embargo, ¿por qué con Bianca sí habla y conmigo no? En serio, ¿qué tengo yo de malo?

Las pruebas de alcohol me marearon un poco. Yo no soy buena con eso, ni siquiera tolero el chocolate envinado y de esos hay muchos.

—¿Vienes a mi casa esta noche? —preguntó Enzo en mi oído, mientras caminábamos.

—¿Qué? —me asusté.

—Mis padres no están.

—... Pero...

—Te necesito —susurró. Tragué saliva.

—Vamos a... Déjame pensarlo —divagué.

En el momento perfecto, anuncié que íbamos a entrar a la búsqueda del tesoro. Ya lo había hecho con Bianca y Enzo en festivales anteriores, solo que siempre lo dejábamos a medio camino y hoy quiero terminarlo, o hacer más tiempo, tanto como sea posible.

Jane no parecía interesada en esto. No dijo nada, solo se prestó.

—No creo que... Jane —me habló Enzo cuando ya teníamos todo listo para empezar—, pueda ayudarnos, solo vamos a perder tiempo si no conoce la ciudad —aseguró.

—Oye —le susurré—, no hables así —dije esperando que Jane no lo hubiera escuchado y no lo creo, pues ni siquiera nos miraba.

Bianca leyó la primera pista y no tardé mucho en resolverlo, dando como respuesta la Torre Lamberti, pues cada pista nos va a enviar a un sitio distinto.

Esto es muy emocionante.

—¿Estás segura de que es por ahí? —me preguntó mi amiga a poco de llegar.

—Segura.

Es más, somos los primeros. Vamos a ganar esto, no hay duda.

—Igual y no es por aquí —Enzo también dudó.

[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now