[4.1] CCC_Sui géneris | TERMINADA | ©

Capítulo 34

Yo tenía que alistar mis propias cosas, así que estuve buscando un lindo atuendo y lo encontré, solo que tuve que lavarlo. Además, fui al banco a sacar un poco de dinero y a comprar una mochila, porque hace siglos que no usaba una y las que tenía ya no servían.

Mientras caminaba en la plaza, ya con el bolso adecuado como para ir de día de campo, hablaba con Pauline por teléfono, con audífonos.

—Definitivamente, le diré que se vaya —se quejó. Está hablando de su pareja—. Ayer hizo una fiesta y no se tomó la molestia ni de invitarme ni de recoger todo.

—¿Qué no era su cumpleaños? —pregunté al detenerme en una tienda de antigüedades.

—... Ah, ¿sí?

—Lo mencionaste hace tiempo —entré a la tienda. Una empleada se aproximó, en cambio, no dijo nada, solo me sonrió, supongo que porque se dio cuenta de que estoy hablando por teléfono.

—Carajo —maldijo para sí—. Bien, creo que entonces le debo una disculpa.

Me reí. Empecé a buscar entre los estantes, hay muchas cosas, solo que nada que parezca que vaya a gustarle a Jane. No tengo idea de lo que le gusta.

—¿Le darás algo o basta con una disculpa?

—Espero que sea suficiente con una cena, porque no tengo dinero..., es que pagué para que hicieran la limpieza.

—Ni siquiera la hiciste tú, vaya —dije con ironía. La empleada se inclinó hacia mí y le hice una seña con la mano de que estaba bien.

—Ya te contaré cómo me fue —divagó—. Ahora, tú. ¿Qué pasó con tu Jane?

Mi Jane. Sonreí.

—Pues... —canté ladeando la cabeza—, me dijo que le gustaba.

—¡No! —gritó de emoción y enseguida se aclaró la garganta—. Pero, no, bueno...

—¿Qué? —perdí la alegría. Ya me está poniendo un pero.

—Una cosa es que le gustes y otra que esté dispuesta a hacer algo al respecto.

—... —tomé un dije de la suerte, un cuerno rojo—. Le dije que, si quería besarme, que lo hiciera.

—Ya le diste todos los permisos, le diste señales claras, ahora, si no hace un movimiento, ya no pierdas tu tiempo, cariño.

Descolgué el collar.

—... Bien.

Colgué la llamada y fui a pagar el artículo. Mientras volvía, pensé en que, si bien no consigo nada con Jane, no significa que deje de verla, solo tomaré mi distancia.

No sé cuánto tiempo tenga que aguardar para darme por vencida y entender que ella nada más no está interesada en tener una relación conmigo. Es que, en este punto, esperaría el tiempo que sea.

...

El viernes, fui a ayudarle a Flor a preparar las provisiones: comida, bebidas, postres, entre otras cosas.

La mujer ha estado pensativa y casi no ha dicho nada. No pensaba preguntar hasta que la vi agarrar el frasco de sal mientras hacía un jugo de durazno.

—Oye —le arrebaté el recipiente antes de que salara el jugo.

—... Perdón —sacudió la cabeza.

—¿Estás nerviosa?

—Sí... —suspiró—, les voy a decir a todos de mi embarazo y estoy preocupada, pero, además de eso, hablé con Jane hace unos días y...