Another Hale | Stiles S.

➵ 13 (Papá).

Stiles.

Llamé a sarah, muchas y creeme, muchas veces, pero no obtuve respuesta en ninguna de las llamadas, quería hablar con ella, necesitaba hacerlo, quería pedirla que viniera al baile conmigo. No sé si he hecho algo mal, o no tiene suficiente tiempo porque estaba pensando en como matar a Kate, ahora ella estaba de parte del alfa, de su tío Peter, todo era demasiado confuso como para comprenderlo. Sin embargo, Allison me dijo que Lydia no tenía pareja para el baile, y que ella iría con Jackson, no puedo creerme que esté haciéndole esto a mi mejor amigo y a su mejor amiga a la vez.

Acepté en llevar a Lydia al baile, siempre había soñado con esto, pero ahora no recuerdo la última vez que pensé en Lydia, con la única que quería ir al baile, era con Sarah, y no estaba. No quiero decir que sea una mala compañía, tenía guardado mucho cariño para ella, pero el momento ya pasó, solamente estoy siendo un buen amigo en este momento. 

Entramos al gimnasio, y ella se sentó directamente en una de las sillas sin dirigirme la palabra, todos restaban bailando menos nosotros, tampoco quería que ella se sintiera incómoda. 

— ¿Quieres bailar? Lydia, levanta tu precioso culito y ven a bailar conmigo, por favor. 

Tuve que repetirlo varias veces, pues no parecía que ella quisiera bailar con ninguna de mis propuestas. Sin embargo, con la última, me cogió del brazo y me llevó a la pista para bailar durante varios minutos, aunque no demasiados, pues poco después comenzó a mirar hacia todos los lados, como si estuviera buscando a alguien, efectivamente a Jackson. Le hice un gesto con la cabeza, como dándole permiso a que fuera a buscarle si eso era lo que quería, no se lo estaba recriminando, yo también estaba buscando a Sarah. 

Estaba a punto de salir por la puerta, pues ya había estado mirando el interior y no la había visto por ninguna parte.

— ¿Dónde te habías metido? Lydia estaba buscándote, ¿Qué, qué pasa?

Le pregunté a Jackson, pues parecía demasiado nervioso, como si hubiera quedado en shock y buscara algún tipo de ayuda, jamás le había visto tan aterrorizado como lo estaba esa noche, espero que hable pronto. 

— Estaba detrás del instituto y allí fuera estaba...

No dejé que terminara, pues pensaba que no lo haría nunca, simplemente salí corriendo fuera del instituto, directamente hacia el campo de Lacrosse, Lydia y Sarah estaban justamente paradas en el centro de él y Peter estaba a punto de matarlas. Pero, fui demasiado lento, pues la primera cayó al suelo, y la segunda lo hizo segundos después, que estaba igual o peor que la primera, llenas de sangre ambas.

— No las mates, por favor, a ninguna.

Dije, o más bien grité, esperando porque me hiciera caso, pero estábamos hablando de Peter Hale, jamás me haría caso. Me arrodillé en el suelo en cuanto llegué, justo delante de sus narices con miedo, prácticamente suplicándole con la mirada un poco de compasión. 

— Todos sabemos a cuál tienes mas aprecio, Stiles.

Ni si quiera yo lo sé, no tengo claro a quién elegiría en este tipo de casos, Sarah era la chica que se ganó mi corazón desde pequeños y ahora... Bueno, creo que estamos juntos, pero Lydia ha sido mi amor platónico desde tercer curso, también la quiero. Peter no me dio tiempo a pensar, simplemente se dio media vuelta para irse. 

— Pues mátame ¿Vale? ¡Ya no me importa nada!

Grité, recibiendo caso omiso por su parte, mas lo único que me sacó de todo eso, fue una mano apretando con levedad uno de mis muslos, queriendo que le prestara un poco de atención. Bajé lentamente la mirada, pudiendo ver una pequeña sonrisa por parte de Sarah, la cual todavía estaba llena de sangre. 

— No eres inútil, aunque no seas un hombre lobo has intentado salvarme aún sabiendo que las esperanzas eran mínimas. 

Parecía que muchas veces me leía el pensamiento, esperaba que no lo hiciera realmente, tampoco me gustaría que supiera qué tipo de pensamientos tengo con ella la mayor parte de las veces. Rodé los ojos, y se inclinó lentamente para rozar sus labios con los míos, todavía sigo enfadado por no haberme contestado durante días, pero aún así, prefiero seguírselo. 

— Llama a Jackson, que lleve a Lydia al hospital, tú y yo vamos a por Derek.

(...)

Lo habíamos conseguido, teníamos a Derek, nos dirigíamos hacia su casa por el bosque, pero ellos no dejaron de perseguirnos, pues una flecha atravesó el brazo del hermano de Sarah, seguro que era culpa de Allison, la cual estaba siendo dirigida por su tía. 

— Ya los hemos cazado, ahora vamos a matarlos. 

Habló Kate, sacando la pistola de su chaqueta, disparando de nuevo a Derek mientras Allison todavía no parecía demasiado convencida de si hacerle caso a su tía o no, pues tenía el ceño fruncido y se estaba separando de la escena. 

Chris Argent apareció tras ella justo antes de que hiciera lo mismo con Scott, impidiendo que le disparara de la misma manera que lo había hecho con el más mayor. 

— Kate, sé lo que hiciste, baja esa pistola. Nadie te dijo que mataras a gente inocente, en esa casa había niños humanos. Baja esa pistola o tendré que matarte. 

Dijo, sacando la que era también su pistola, apuntando a la cabeza de su hermana, y yo mientras tanto, estaba mirando la situación desde muy lejos, no quería entrometerme en este asunto. 

Peter salió de la casa convertido en hombre lobo, era demasiado grande, incluso más de lo que lo eran Scott o Derek, era inhumano. 

— Tal vez lo haga yo, di que te arrepientes de matar a mi familia. 

Se colocó detrás de Kate, con las garras en su cuello, dejando un pequeño rastro de sangre, pero no demasiado grande como para que se desangrara. Solamente tenía la marca junto con pequeñas heridas. 

— Nunca.

Peter, sin pensarlo demasiado, terminó desgarrando su cuello, tiñendo el suelo y a varios de nosotros de sangre, creo que voy a tener que darme una buena ducha cuando me vaya a dormir, si es que puedo hacerlo.

Derek y Scott le rodearon mientras Allison se unió a ellos con su arco, y le clavó una flecha en el pecho, la cual se incendió, quedando de nuevo completamente quemado, su sobrino fue quien le remató desgarrándole el cuello. 

— ¡Papá!