➵ 27 (Hombres nuevos).

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— Hombres nuevos. Toneladas y toneladas de hombres nuevos. 

Terminó diciendo Lydia, la cual se apoyaba entre las taquillas del instituto. Y es que habían pasado varios meses desde que tuve aquel sueño y nos encontrábamos de nuevo en clase, un verano completo. Empiezo a pensar que fue un simple sueño y que no es una amenaza, incluso el sueño que tuve de Allison, fue solo una casualidad, ni siquiera creo que Theo exista. 

— Querrás decir niños nuevos; tienen catorce años. 

Dijo Allison, la cual hacía el mismo gesto que la anterior. Yo, sin embargo, estaba pensando en cómo Derek enseñó a Jackson las cosas básicas de ser un hombre lobo, sobre cómo no matar a gente al azar cuando hay luna llena. Aún así, decidió mudarse a Londres, pero con la condición de volver. Nos lo prometió, sigue siendo el mismo Jackson insoportable, pero le he cogido cariño en estos meses.

— Quiero una distracción.

Dijo con voz sensual relamiéndose los labios. No dejaba de pensar, incluso Allison y Scott lo terminaron dejando y ella fue a Francia a pasar el verano, pero cuando llegó, se mudó a otro tipo de casa. 

También recuerdo el tiempo que nos llevó hablar con Lydia sobre el mundo sobrenatural, aunque parece que lo lleva bastante bien, mejor que algunos de nosotros. 

— ¿Hermanos?

Mi mente volvió a la realidad cuando todos los niños de primer curso terminaron de entrar, pues dos chicos de nuestra edad atravesaron la puerta captando toda nuestra atención. Preguntó Allison, refiriéndose a los chicos que acababan de entrar y que se parecían demasiado el uno al otro. 

— Gemelos. 

Repetimos Lydia y yo al unísono, como si nuestras mentes se hubieran compenetrado en ese mismo segundo.  Sin duda, esos dos chicos eran realmente atractivos, y puede que ellas tuvieran una nueva fijación. 

Cuando escuchamos el timbre, todos nos dirigimos hacia nuestra clase, pero Isaac no aparecía, ni siquiera le había visto esta misma mañana. Me senté justamente al lado de Stiles, y es que era el único hueco libre que quedaba cerca de mis amigos, aunque de alguna manera, todos los móviles de la clase empezaron a sonar. 

— Esta es la última frase del libro que vamos a leer, también es el último mensaje que recibiréis en esta clase, móviles apagados.

Dijo la profesora nueva que entraba por la puerta; era bastante joven, no parecía para nada una profesora. Era el primer día de clase, por lo que la mayoría de nosotros los teníamos encendidos o con el volumen a tope; todos apagamos nuestros móviles.

Nos mandó ejercicios, comenzando a hacerlos de inmediato por la manera en la que había entrado. El director entró por la puerta, llamando a Scott pues algo había pasado en el hospital  debía irse. 

— Oye, ¿Qué te ha pasado?

Stiles se quedó mirando a Lydia, que estaba justo delante de él. Ella tenía una tirita colocada en el tobillo y no giraba del todo su cabeza para que la profesora no la regañara, incluso seguía escribiendo sus ejercicios. 

— Prada me mordió. 

Murmuró, jugueteando con su bolígrafo de color azul. Yo me limitaba a terminar de escribir los ejercicios mandados, prestándole aunque fuera un mínimo de atención a la conversación. 

— ¿Tu perro?

— No, mi bolso de diseño. Sí, mi perro. 

— Vale, ¿Y si es lo mismo que lo del ciervo? Como cuando los animales empiezan a actuar raro antes de un terremoto. 

— ¿Un ciervo?

Pregunté, uniéndome a la conversación que estaban manteniendo. Además, que no se me daba tan bien esta asignatura como para concentrarme en ello habiendo otro tipo de problemas. 

— Sí, anoche conduciendo para ir a donde tú ya sabes... Nos encontramos a Scott y a Stiles en su coche. Allison me pidió que parara para que hablara con Scott, entonces yo paré el coche  un ciervo vino directo hacia nosotras, estaba tan aterrado que se estampó contra el cristal.

Dijo ella. Sabía perfectamente de lo que me hablaba, mas habían intentado convencerme de que me uniera a la cita doble que ellas iban a tener con unos chicos que apenas conocían, quería que fuera una triple. 

— Han sido un ciervo y un perro. ¿Cómo es eso que dices de a la tercera vez...?

Pregunté, mas no pude acabar la frase que estaba a punto de decir, pues varios cuervos comenzaron a volar hacia la ventana de nuestra clase, terminando estrellándose contra el enorme ventanal, rompiéndolo totalmente. 

Todos nos tumbamos en el suelo, quizá fuera un acto reflejo. Sentí como alguien se ponía encima de mí para que ninguno de los cuervos no pudiera atacarme; Stiles. Inmediatamente, los cuervos salieron por la puerta que estaba abierta; toda la clase estaba llena de plumas negras y varios cuervos muertos por el suelo por el golpe.

— ¿Por qué has hecho eso?

Le pregunté mientras nos levantábamos. No era por ser mal agradecida, pero tenía a la chica que le gustaba delante, estaba incluso más cerca de ella de lo que estaba conmigo, se supone que está enamorado. 

— No lo sé, sentía que debía hacerlo. 

(...)

— Has pintado la puerta, ¿Por qué la has pintado? Y solo por un lado...

Le pregunté a Derek en cuanto Stiles me trajo a casa en su jeep después de lo que había sucedido en el instituto. Le dejé un beso en su mejilla, dándole las gracias por haberme traído, y luego terminó yéndose en busca de su amigo. 

— No es nada... Son una manada, y todos son alfas. He oído que hay una especie de líder, se llama Deucalión sabemos que tienen a Boyd y Érica, nosotros los hemos estado buscando estos últimos meses. 

Me dijo él, mientras me paraba a mirar fijamente la puerta que se me había olvidado cerrar, y es que no era del mismo color de lo que lo era antes. Saqué mis garras, arañando la pintura de la puerta; había un dibujo pintado, lo recordaba, pero no recuerdo de donde.

— ¿Por qué no me has contado nada?

Le pregunté a Derek, mientras arqueaba una ceja y me cruzaba de brazos. Llevaban meses buscando esa manada y yo me había quedado al margen de todo eso, no me parecía para nada justo. 

— ¿Dónde está ella? ¿Dónde está la chica?

Isaac terminó apareciendo del salón, con varias heridas en su cuerpo, parecía que había tenido un ligero accidente. Por eso había desaparecido desde anoche, por eso no me acompañó a clase esta mañana y no asistió. 

— ¿Qué chica?

Preguntó Derek, el cual terminó cerrando la puerta en cuanto le vio aparecer, caminando por el pasillo para acercarse a él. 

— La chica de la moto... Hace cuatro meses tuve un sueño, alguien me dijo que una chica y tú tendríais un accidente de moto.


Another Hale | Stiles S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora