100. Práctica romana.

1K 63 1
                                    

— ¿Funciona? — Pregunté, bastante contenta, montándome en el jeep de Stiles, en la parte trasera para dejar que ellos dos se relacionaran más. Apenas cabía, había litronas de vete a saber qué en los asientos traseros, ni siquiera cabía allí mi culo.

— Tiene una pequeña fuga, muy pequeña. — Dijo Stiles, sí, bastante pequeña para casi trece bidones de color amarillo, seguro que iba perdiendo aceite durante todo el maldito camino, debería dejar de usar ese coche y guardarlo de recuerdo.

Tras eso, y tras que Stiles le pisara al acelerador para conducir hasta Nuevo México para ir en busca de Kira, me quedé dormida en el coche, parecía que llevaba casi varios meses sin poder dormir bien en las noches, y eso se notaba. Además, que pegándote el sol en toda la cara mientras ibas en un coche con trayecto silencioso, te entraba mucho mejor el sueño, esperaba que al menos no se me cayera la baba y Scott lo viera.

Por otra parte, el coche se estaba sobrecalentando y Scott barajaba la posibilidad de parar a echar anticongelante, mientras que Stiles se limitaba a decir que solamente hacía falta poner la calefacción.

— Damnatio memoriae era una practica romana, un decreto del gobierno para eliminar todo cuanto recordara el condenado. Quitar su nombre de las inscripciones, cincelar su cara de las estatuas, era un castigo peor que la muerte. Se utilizó con el asesino en serie de mil quinientos noventa y ocho llamado el sastre demoniaco, llevaba a los niños a su taller de parís, los mataba y hervía su carne para comérsela, sus crímenes fueron tan horribles que los tribunales destruyeron todos los documentos. Nadie sabe su verdadero nombre — Tras decir aquello di un brinco en el asiento, ni siquiera sé por qué demonios dije aquello, ni siquiera estaba consciente, pero ellos no se dieron demasiada cuenta.

— Así que los doctores del mal han resucitado a un asesino infame que tuvo que ser borrado de la historia. — Añadió Stiles, seguía sin saber cómo sabía aquello, si ni siquiera lo había estado estudiando.

— Un asesino que era hombre lobo. — Dijo Scott, mirando hacia atrás, posiblemente para que contara algo más de aquello, pero no tenía ni la más mínima idea. 

— Lo que le hizo mejor asesino. — Terminé diciendo, sin darle demasiada importancia al asunto, que claramente la tenía. — ¿Seguís sin hablar con Malia? — Pregunté, cambiando de tema, eso de la bestia no me gustaba en absoluto.

— Es ella la que no habla con nosotros. — Stiles señaló a los dos, como si hubieran estado hablando sobre el tema.

— Pero yo sé por qué, creo que ha encontrado a su madre. — Scott me miró con una ceja alzada mientras yo tragaba duro, ese no era para nada el plan.

— Sabía que estaba buscándola, quitó el nombre del esquema, pero sabía que seguía haciéndolo. — Stiles parecía algo mosqueado, como si realmente le afectara aquello, y sentí celos.

— Caroline estaba allí. Estaba su moto en la puerta de su casa, olí su escape.

— ¿Qué crees que van a hacer?

— Es algo sobre lo que Malia no quiere contarnos, así que, probablemente algo malo. Creo que va a matarla, va a matar a su padre. — Rodé los ojos, sin duda estaba fuera de esa conversación, no tenía que haber sacado el tema. 

— El coche va a quedarse sin gasolina. — Dije, de nuevo cambiando de tema, y, como era cierto, el coche empezaba a dar señales de que eso sería así, teníamos que encontrar una gasolinera pronto o nos quedaríamos tirados en medio de la nada.

Tuvieron que pasar al menos quince minutos hasta que pudimos encontrar una, parecía desierta, como si hiciera varios años desde que nadie la abría, aunque me daba exactamente lo mismo si podíamos conseguir que su coche siguiera caminando al menos hasta el camino de vuelta. 

Scott  rompió el candado para poder echar en el bidón rojo, mientras por otra parte también le estaba echando yo al coche, más vale que sobre que no que falte.

— ¡Echa veinte! — Gritó Scott, logrando que Stiles obedeciera y dejara veinte dólares en la puerta, mas cuando yo terminé guardé el cacharro en su sitio y me acerqué a la puerta para quitar el dinero de ella. Estaba intentando que creyeran que estaba demasiado intrigada por lo que habría dentro, tenían demasiadas cosas de las que hablar. 

Hablaban sobre Donovan, Scott parecía entender todo lo que había ocurrido, quizá no era tan gilipollas después de todo. Cuando terminaron, me acerqué suspirando y sin que ninguno de los dos me viera guardé el dinero en el pantalón de Stiles antes de meternos al coche durante varias horas más, estaba demasiado cansada de ese viaje. Tampoco había tenido tanto trato con Kira, pero era de la manada, teníamos que ayudarla.

— Eh, chicos, mirad. —Stiles alzó la voz para que lográramos ver qué era lo que estaba sucediendo. A lo lejos, truenos frente una montaña, no tuvo otra cosa que hacer que pisar el acelerador, teníamos que llegar allí lo antes posible.  

— ¿Habéis visto eso? — Pregunté, luces de color naranja al ras del suelo, estaba completamente confundida, necesitaba averiguar ya qué era lo que estaba sucediendo.

— ¡Es Kira! — Gritó Scott, el jeep tampoco es que pudiera ir demasiado rápido, puede que cuando llegáramos ya hubiera acabado todo y Kira estuviera muerta. Y puede que fuera así, pues cuando más nos íbamos acercando, el sol se iba poniendo. 

A lo lejos, podíamos ver cómo varias mujeres con poca ropa y llenas de barro estaban luchando contra Kira y su madre. Stiles no frenó en ningún momento, pero Scott y yo nos echamos hacia atrás de él inmediatamente, habían sido de gran ayuda durante mucho tiempo aunque no aprobara su relación. 

— ¡Subid! — Gritamos, haciéndolas hueco para que subieran en cuanto pudieran, y así lo hicieron. Stiles arrancó de nuevo el coche, y cuando quise darme cuenta se estaban besando justo en mis narices, cabe decir, que estaba yo en el medio de los asientos. 

— Sí, estamos todos genial. — Sobre todo ellos, claramente rodé los ojos y me eché hacia atrás cuanto podía hasta que mi teléfono comenzó a sonar, una llamada entrante de Liam.

— Theo está buscando un alfa, un alfa ciego. 

— Deucalion. 





Another Hale | Stiles S.Where stories live. Discover now