104. Mi coche.

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— No lo sé.

Respondí. Ni siquiera sabía cómo podía haber perdido la noción del tiempo hasta que se hizo completamente de día. Debería haber estado ayudando a mis amigos a rescatar a Lydia, eso era exactamente lo que quería, no sé qué pudo haber pasado.

— ¿Que no lo sabes? ¿Que no lo sabes?

Repitió, como si con aquello fuera a cambiar completamente de opinión y él supiera todo lo que estaba haciendo esa noche. Bajé la mirada, estaba completamente arrepentida de lo que había sucedido, pero ya no podía hacer nada.

— Lo único que recuerdo es estar...

Quise terminar la frase y que él pudiera escuchar cuál era mi excusa, aunque realmente no la tenía, supuse que me había quedado dormida por el cansancio. Stiles me miraba de una manera que jamás había visto, y no sé si podría soportar eso durante demasiado tiempo, dolía. 

— Con Peter, ¿Verdad?

Fruncí ligeramente el ceño. No, lo último que recordaba era meterme en esa cosa para muertos con los tres y después... Esperar a que se hiciera de noche para que Parrish pudiera colarnos al psiquiátrico.

— No. 

Respondí, se le veía algo alterado, ni siquiera sabía cómo era que había pensado en aquello o en qué estaba pensando para responderme de esa manera y nombrando a mi padre, había dejado de entenderlo desde hacía varios segundos.

— La última vez que desapareciste durante tanto tiempo estabas matando gente, por Peter.

Eso no era cierto, bueno... una vez sí, pero las otras veces estaba haciendo otro tipo de cosas. Realmente espero que no piense que es una mala influencia para mí o que me está manipulando de alguna manera.

— Tengo la suficiente personalidad como para hacer lo que yo quiera en cada momento, sé decir que no quiero hacer algo. ¿Sabes? Aunque me rodeé de gente buena, no significa que yo sea uno de ellos, nunca lo he sido del todo, y siempre lo has sabido. Sé que mi familia ha hecho cosas que no están bien, pero las vuestras también. Somos una familia disfuncional, con nuestras cosas buenas o malas, pero creo que jamás os hemos dado la espalda, Stiles. 

Agarré mi chaqueta y sonreí a Lydia de forma cálida antes de darme media vuelta y encaminarme hacia mi casa, con mi familia. No podía soportar que me estuviera juzgando de aquella manera, quizá no lo estaba haciendo con malas intenciones, pero esperaba que al menos recapacitara. Yo también tenía parte de culpa al no recordar qué era lo que había hecho durante la noche, los dos teníamos motivos para enfadarnos, y esperaba que esta ruptura no durara demasiado. 

(...)

— Mason me ha dicho que no es sólo una frecuencia de transmisión, es de gran potencia. Tiene que ser una señal muy fuerte.

Terminó diciendo Liam, el cual se dedicaba a juguetear con sus manos mientras los demás nos limitábamos a mirarle desde alrededor de la mesa de la biblioteca, teníamos una solamente para nosotros solos.

— ¿Y por eso se transforma?

Preguntó Lydia. Yo no dejaba de mirar a Stiles, aunque éste siempre evadía mi mirada como si no quisiera que las encontráramos, tenía pinta de ser una ruptura, una de las malas que duraban meses o... Toda una vida. 

— No creo que sea solo eso. Argent dijo que es cada vez más inteligente, ¿Y si los doctores del mal intentan que la bestia crezca más rápido? Con transformaciones, la frecuencia es el detonante, lo importante es... Cuando se transforma en hombre lobo.

Terminó añadiendo Scott, no me encontraba muy cómoda en aquella situación donde la mayor parte de ellos esquivaban mi mirada, como si no estuviera ahí, parecían todos molestos por no haber acudido al rescate de Lydia.

— ¿Cómo Peter?

Preguntó Stiles, que ahora sí terminó por mirarme, aunque parecía más relajado que la última vez que nos vimos. 

— Justo, cuando Peter era un alfa se hizo más fuerte cada luna llena. Se le curaron las quemaduras y volvió a la normalidad.

Fruncí mis labios ante el comentario de Scott, al menos no estaba hablando de él con desprecio, pero sí lo hacía con neutralidad, como si no supiera la conversación que tuve con Stiles la mañana anterior.

— Si va a convertirse más rápido y fuerte esta noche, ¿Qué vamos a hacer? 

Intervine, por primera vez en toda la conversación, necesitaba saber a toda costa qué se podía hacer y cómo lo íbamos a hacer, parecía que me había estado acostumbrando a los planes que solía hacer Stiles.

— Bueno, tenemos una pista. Esto estaba en el hospital, quien quiera que sea la bestia, lleva unas botas del treinta y siete y medio indeterminada. Es una huella parcial, es todo lo que consiguieron teniendo en cuenta el fuego, la sangre y la carnicería.

Fruncí mis labios cuando Stiles puso la fotografía de una huella de pie con sangre en el suelo del hospital, la mayor parte de las mujeres usaban esa talla de pie, no era nada alarmante, aunque, ya teníamos al menos otra pista.

— No vamos a parar el partido, vamos a jugar, solamente nos queda esperar con muchas ganas que no se convierta en una masacre.

Todos asintieron, yo no estaba tan segura de que aquello fuera a funcionar, iba a haber demasiadas personas en las gradas y en el campo, eran equipos rivales, incluso la televisión iba a grabarlos.

(...)

Lo único que recuerdo fue dormirme en el sofá, aproximadamente a las seis de la tarde, poniéndome la alarma para las nueve y así asistir al partido, pero lamentablemente, soñé tanto, y tan real, que me quedé casi inconsciente en el sofá.

Recuerdo soñar que estábamos en el partido, y yo me dedicaba a averiguar si Malia terminaba por romper todos los cables de las furgonetas de la televisión, aunque nunca terminó por hacerlo del todo, pues la loba del desierto se había dedicado a discutir con ella y a amenazarla con atacar a 'Su chico', refiriéndose a Stiles. Al parecer, ni en sueños me sentó muy bien aquella frase. Luego, bueno, Stiles prácticamente se había comido la barandilla de las gradas con la cara, no quiero saber lo que estaba haciendo o qué pretendía. 

Minutos más tarde, me estaba peleando con Liam cerca de los autobuses, literalmente casi lo mato. Era como si necesitara ir dentro del edificio del instituto, por lo que le dejé en el suelo tirado sangrando antes de que vinieran Hayden y Stiles a recogerlo. Las personas corrían como si me tuvieran miedo, no entendía qué podía estar pasando. Incluso Scott se encerró en la biblioteca para que no le encontrara... Era todo tan sumamente extraño. 

Cuando me levanté, y quise bajar para ir en busca de los chicos aunque fuera tarde, agarré las llaves del coche antes de fruncir el ceño al ver a Scott con mi maletero abierto y unas botas ensangrentadas en la mano.

— Scott... ¿Qué estás haciendo con mi coche?

— Eres tú.









Another Hale | Stiles S.Where stories live. Discover now