Another Hale | Stiles S.

50. No voy a dejarte solo en esto.

No estoy loca. Ni siquiera debería estar aquí.

Derek y Peter acordaron llevarme a Eichen House por una semana. Querían que los doctores hicieran que olvidase a Theo y todo lo que conlleva, pero no lo han conseguido, no pueden hacerme olvidar algo que sé que es verdad.
Sigo pensando que él existe, y que de alguna manera intenta ayudarme aunque sea por su causa.

Comparto habitación con Malia Tate, mi antigua compañera de habitación se suicidó, y no tuve más remedio que cambiarme. No le alegró mucho verme, por no decir que cuando me vio fue directa a atacarme.

Ver allí a Stiles fue a la vez alegre y desconcertante. No es culpa suya que el nogitsune se haya apoderado de él , espero que fuera estén encontrando algo que pueda ayudarle.

Después de decirme que estaba aquí por voluntad propia y que yo le haya dicho que mi familia me considera una enferma mental, nos dirigimos al patio.

Vimos a una de las chicas de por aquí hablando por el teléfono, aunque realmente no funciona desde hace mucho, lleva hablando sola desde que estoy aquí y siempre dice lo mismo.

-No, creo que te equivocas. -Decía mientras Stiles estaba pendiente de ella.- En realidad creo que debo decirlo, van a querer saber la historia, toda la historia. Dos de ellos están de pie justo detrás de mí. - Susurraba mientras soltaba el teléfono y pasaba por delante de nosotros sin ni siquiera mirarnos.

-¿Quién es esa?- Me preguntó Stiles frunciendo el ceño.

-Es Meredith.-Dije mientras Stiles cogia el teléfono e intentaba hacerlo funcionar.- Stiles, el teléfono no funciona. -Dije riéndome.

-¿Y cómo es qué...?-Sacudía su cabeza. Yo solo me encogia de hombros y me mordía el labio inferior.

Alguien vino directo hacia mí tirándome al suelo y agarrando mis manos para que no pudiera soltarme.

Oliver.

-Estás mintiendo, eso no es verdad.-Repetía una y otra vez.

-¿Estás chalado o qué? -Intentaba soltarme de su agarre.- Sueltame.

-¿Qué está pasando?-Dijo uno de los doctores quitandome de encima a Oliver.

-Ha dicho que taladrais agujeros en la cabeza.-Decía Oliver. -Ella me ha dicho que vais a hacerme un agujero en la cabeza.-Pataleaba.

Los doctores se llevaron a Oliver fuera del patio mientras él seguía gritando.

-¿Estás bien?-Me preguntó Stiles ayudándome a levantar.

Yo asentía mientras observaba que todo el manicomio prácticamente estaba mirándome.

-Tengo algo que hacer.-Me dijo Stiles mientras agarraba mi cara para observar si realmente lo estaba.

Se iba a un paso moderado por los pasillos.

Aquí no es que tengas muchas cosas que hacer, así que lo más probable es que vaya a hacer algo ilegal.

Le seguí hasta la puerta del sótano e intentó abrirla con unas llaves.

Pero uno de los médicos agarró su hombro y lo llevó hasta una sala completamente solitaria y le inyectó algo para dormir, a lo que él replicaba que no podía hacerlo.

Estaba oscureciendo y los médicos aún seguían en la puerta de la sala.

Tuve que esperar dos horas hasta que los médicos decidieron irse.

Rompí la cerradura de la puerta pudiendo ver a Stiles tirado en el suelo.

Agarré su cara mientras él intentaba abrir los ojos.

-¿Cómo has entrado aquí? -Me preguntaba aturdido.

-He roto la cerradura.-Sonreí victoriosa.

Levanté a Stiles del suelo frío.

-Siento no haberte dicho que...

Le interrumpi.- Sí querías entrar en el sótano, yo sabía cómo hacerlo, he estado allí unas cuantas veces. -Dije saliendo por la puerta.

-No quería meterte en problemas.-Dijo haciendo una mueca.

Negué. - Se entra por la unidad cerrada, donde están los verdaderos psicópatas.

-No puedo dejar que vengas.-Me frenó.

- Voy a ir contigo, porque sea lo que sea que busques, lo encontraremos los dos juntos.-Agarré su mano.-No voy a dejarte solo en esto.

Llevé a Stiles al sótano pasando por todas las celdas donde se encontraban varias personas pegándose a Sí mismas y hablando solas.

Abrí la puerta dejando que Stiles entrara primero.

-¿Sabes lo que estás buscando?-Pregunté cerrando la puerta.

-Algo relacionado con eso.-Dijo Stiles señalando un cinco pintado en la pared. Había estado aquí muchas veces y ni siquiera lo había visto.

Me senté en el sofá y le enseñé algunas páginas que había tiradas en la mesa a Stiles.

-Esto da miedo.-Dije encogiendome de hombros.-Electroshock,baños de hielo...¿Trepanacion?

-Eso es lo que Oliver estaba diciendo, es cuando te taladran la cabeza.-Dijo Stiles mientras tiraba algunas hojas a la mesa.-Aquí no hay nada.- Se levantó su camiseta.-¿Puedes decirme Sí las marcas se están desvaneciendo?

-Sí, casi no logro verlas.-Dije tocando suavemente su espalda.-Supongo que eso es malo.-Él asintió.

Agarró mi mano con fuerza y me miró a los ojos. Nos acercamos mutuamente con urgencia hasta que nuestros labios chocaron.

-Quiero intentar algo más. -Dijo Stiles quitándose su camiseta.

Oh dios mio.

-¿Estás seguro?-Pregunté confusa.

-Completamente.

Empezó a desabrochar los botones de mi pantalón. Luego me quitó la camiseta tirandola al otro lado de la sala. Pasó su dedo por mi abdomen haciéndome estremecer. Luego volvió de nuevo a mi pantalón quitandolo sin piedad.

Devoró mi cuello haciendo que mi espalda se curvara.

Puso sus manos en mis caderas haciendo un firme recorrido hacia mis muslos y llevándolos hacia su cintura.

Quité con miedo su pantalón dejándolo en sus bóxers color negro.

Desabrocho con torpeza mi sujetador y yo deslice sus bóxers hasta tirarlos hacia algún lado de la habitación.

Volvió a entrelazar mis piernas y suavemente entró en mí, aunque lo hizo con miedo.

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Stiles se encontraba abrazándome por la espalda cuando yo volví a ver el número cinco en la pared y me levanté del sofá.

-Stiles.-Dije golpeando con mi dedo la pared.-¿Oyes eso?

Stiles cogio una barra de hierro y empezó a golpear la pared con furia.

La pared escondía un cuerpo envuelto en sábanas y en tela.

-Es él.-Confesó Stiles.

-¿El nogitsune? -Stiles asintió.

Abrí el bolsillo del nogitsune y saqué una foto antigua.

-Tenemos que enseñárselo a Scott .-dije levantandome del suelo.

Una corriente eléctrica paralizó por unos segundos mi cuerpo haciendo que me deslizara por la pared.

Stiles cayó al suelo por lo mismo.

Oliver tenía una pistola paralizante.

Cogio una inyección de su bolsillo y la inyectó en mi pierna haciendo que lentamente fuera cerrando los ojos.

-No le detengas.-Sugirió Theo.-Ese es el Stiles que queremos.