Another Hale | Stiles S.

68. Tú no estás en la lista.

- A ver, los Walcott fueron los primeros.- Empezó a decir Jake en la comisaría de policía.- Al menos los primeros que conocemos. Cuatro asesinatos, Sean, su hermano y sus padres.-Dijo mientras le enseñaba a el Sheriff las fotografías de la familia muerta.- Fueron asesinados por un sicario profesional llamado el mudo.- Dijo señalando su foto lentamente, intentando que el sheriff comprendiera lo que estaba pasando.- Arma usada, un hacha de guerra.

- Pero entonces el mudo fue asesinado por Peter Hale, después de que intentara hacer estallar a Derek con una mina Claymore.- Añadió Stiles mirando fijamente a su padre. Parece ser que cuando el mudo intentó asesinar a Derek, él estaba presente, al igual que estuvo presente cuando mi padre mató al mudo.

-El siguiente fue Cameron.- Comencé a decir enseñándole al sheriff el cadáver encontrado por mí la otra noche.- Llevó un barril a la fiesta de la casa de Lydia, y fue decapitado al lado de su coche.

-Y anoche, con veintitrés años, Carrie Hudson.- Dijo Caroline captando la atención del Sheriff, el cual parecía atónito y sin ganas de creer lo que le estábamos contando, pero debería creernos.- Es una lista negra para matar a las criaturas sobrenaturales.-Rebusqué en mi bolsillo del pantalón para poder encontrar la primera lista que averiguó Lydia y la puse en la mesa, a vista del sheriff.- Esto es una parte, el resto todavía tiene que ser descodificado.

-¿Quién ha encontrado esta lista?-Preguntó por primera vez el sheriff, el cual parecía empezar a creerse lo que estaba sucediendo.

-Lydia, ella la transcribió sin darse cuenta.-Comentó su hijo Stiles mientras él se dedicaba a asentir.-Banshee.

-¿Y qué son estos números al lado de los nombres?-Preguntó señalando los números que había justo al lado derecho. Si digo la verdad, los números daban bastante miedo. Scott McCall 25, Lydia Martin 20, Derek Hale 15, Jake Moore 15, Caroline Forbes 10, Kira Yukimura 6. Esos eran los seres sobrenaturales que aún vivían de esa lista, de la primera lista.

-Estamos en ello, pero tienes que saber que el código se rompió con una clave cifrada.- Dijo finalmente Jake sentándose en una de las sillas del despacho del sheriff.

-¿Como una palabra clave?-Preguntó el sheriff confuso volviendo a observar los nombres de la lista negra.

-En realidad es un nombre.- Comentó Caroline volviendo a hacer lo mismo que Jake, sentarse en otro lugar vacío.-Allison.

- Su nombre reveló un tercio de la lista, y creemos que hay otras dos claves de cifrado.- Dije mientras recargaba mi cuerpo en la mesa del sheriff, lo cual no pareció incomodarle.- Lydia ha pasado todo el fin de semana en la casa del lago intentando averiguar las otras dos palabras clave.

-Cuando cifremos los nombres, los números sumaran los ciento diecisiete millones, robados de la bóveda de los hale y que están siendo utilizados para financiar estos asesinatos.-Comentó Stiles dándome una rápida mirada comprensiva.

-¿Y qué pasa con tu nombre?-Me preguntó el sheriff señalándome, preguntó lo que todos ellos querían saber.

-Tal vez, mi nombre no sea importante y esté en la ultima lista.-Comenté haciendo una mueca y encogiéndome de hombros mientras que Jake negaba exageradamente.

- ¿Y qué pasa... si es al revés?-Preguntó levantando una ceja, haciendo que yo recapacitara sobre todo esto.- ¿Qué pasa si vales más que los demás?-El miedo invadió mi cuerpo y no tuve más remedio que apretar mi mandíbula y salir pitando de aquel lugar, el cual cada vez se me hacía más pequeño, y cada vez me era más difícil respirar.Salí de allí dejando atrás las miradas confusas de Caroline, Jake, Stiles, el sheriff y de todo el cuerpo de policía para poder salir a la calle y respirar lentamente el aire fresco.No quiero morir. Escuché los pasos de Jake caminar lentamente a mí para ponerse detrás de mí y depositar un rápido beso en el hueco de mi cuello.- ¿Vendrás esta noche al partido?

-¿Por qué debería?-Pregunté confusa. La gente estaba muriendo y no podía permitirme ir a un partido, o tal vez tuviera miedo de que mi asesino estuviera entre las gradas.

-Porque yo estaré jugando.

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Las palabras de Jake me hicieron recapacitar, y tomé el valor de ir a aquel partido en el que jugaba Beacon Hills contra Devenford.

No pude dormir en todo el día y tendríamos que hacer guardias por si algo pasa esta noche. Scott presentía que algunos de los asesinos cursaban en Beacon Hills.

El partido estaba yendo bastante bien. O bueno, en realidad no. No hacía más de 30 segundos que había comenzado el partido y Devenford ya había marcado dos veces, además de que ya habían expulsado a Liam fuera del campo por mala conducta. Scott le ha dado poderes sobrenaturales a una bomba con piernas, muy bien verdadero alfa.

Jake jugaba realmente bien, nunca le había visto jugar de esta manera. No sabía que era tan bueno en los deportes, o a lo mejor es que tal vez no le prestara la suficiente atención.

En cambio, Stiles lo hacía mejor que antes. Quien iba a decir que en unos cuantos años, Stiles se iba a convertir en un buen jugador. No destacaba entre los demás, pero si destacaba en mí.

Liam se había sentado en el banquillo mientras yo me abría paso entre los demás para poder bajar a hablar con él.

El entrenador había sancionado a Kira por marcar sin pasar la pelota, la jugada era exactamente para eso, hasta yo lo sé.

- ¿Estás bien?-Pregunté a Liam dándole una palmada en el hombro y sentándome a su lado en el banquillo.- Oye, no hacía falta que le dieras tan fuerte.

-En realidad es él el que me ha dado a mí.-Dijo levantándose la manga de la camiseta para poder enseñarme su hueso roto.

-Cierra los ojos.-Le ordené para después poder colocar de nuevo el hueso en su sitio mientras él se quejaba.

Sentí mi teléfono vibrar en mi pierna. Me levanté para poder buscarlo en el bolsillo de mi pantalón. Llamada entrante de Lydia Martin.

-¿Tienes algo?-Pregunté con la respiración agitada y moviéndome de un lado a otro, creo que hasta estaba mareando a Liam.

-Yo...- Intentó decir, pero ella no sabía muy bien que decir, no sabía como tomarme eso, no sé si eran noticias buenas, o tal vez malas.

- ¡Lydia di algo!-Le grité haciendo que algunas de las personas que estaban sentadas en las gradas prestaran toda su atención en mí.

- Sabemos cual es la segunda clave de la segunda lista.- Me quedé callada esperando a que dijera algo más, pero su voz temblaba.- Y tú no estás en ella.

-¿Cual era la clave?-Hice la pregunta que Lydia estaba evitando. Pude escuchar desde la línea como su respiración se cortaba.- Lydia, por favor.

-La clave es Jake.