51. Han venido a buscarte.

3.9K 284 127
                                    

-¡Hale!-Gritó uno de los médicos abriendo la puerta de mi habitación.- Han venido a buscarte.- Dijo lanzando mi ropa a mi cara.

-¿Qué?- Pregunté confusa. Se supone que no salía hasta dentro de una semana.- Creo que no...

Me interrumpió.- Han venido a buscarte, no tengo todo el día.

Separó sus piernas y cruzó sus brazos quedando de espaldas a mí y en medio de la puerta. Genial, parece que no tiene intención de dejarme sola.

Quité mi pijama para ponerme mi ropa de calle y salí por la puerta dando una mirada rápida a mi habitación.

Malia parecía mirarme, pero no logré deducir su estado de ánimo, posiblemente se alegrará por mí, o tal vez estuviera maldeciendome con la mirada. Su cara era totalmente inexpresiva.

Crucé el pasillo lleno de la gente que se cree Jesucristo y los observé por varios minutos. Espero no volverlos a ver nunca más.

Los días que he estado aquí han sido agotadores, no porque haya estado haciendo ejercicio físico, sino porque mi estado de animo era pésimo. No podía salir de aquí y el único color que veía era el gris, las zapatillas que te daban chirriaban y me provocaban dolor de cabeza. Todo lo que hacía era dormir y pelearme con los demás locos.

Hasta que vino Stiles.

Ni siquiera sabía como tomarme eso, ni siquiera cuando le vi creía que era real. Pero parece ser que sí lo era, y vaya que si lo era. Estaba aquí, conmigo. Pero cuando desperté en el sótano se había ido.

Es como cuando te acuestas con alguien y al día siguiente no está en tu casa. Por suerte, eso nunca me ha pasado, pero dicen que es una sensación extraña, posiblemente esa persona estaba huyendo de ti, posiblemente Stiles estaba huyendo de mí.

El médico abrió la puerta grande dejándome ver un uniforme color militar y una media sonrisa.

-¿Sheriff?- Pregunté descolocada.

-Yo... Necesito tu ayuda.-Dijo rascando su nuca y mirando al suelo.

Ya sé a quién salió Stiles...

Giró sobre sus talones esperando a que yo hiciera lo mismo.

Bajé las pocas escaleras y salí por la puerta aterradora. El coche patrulla estaba justo aparcado delante.

-¿He hecho algo mal?-Pregunté alzando mis manos.

-Tú no.-Dijo abriendo la puerta del copiloto para que me sentara.

Él no me dijo dónde íbamos, simplemente se limitaba a conducir.

-Ya deberíais estar saliendo.- Dijo apretando su mandíbula.

-¿Como?-Pregunté confusa.

-Stiles y tú.- Dijo levantando una de sus manos del volante.- Sé lo que es bueno para mi hijo, y tú lo eres.

-Es complicado.-Dije bajando la cabeza y negando.

-Mi mujer... Ella estaba enferma, todo era complicado, pero aún así estaba con ella porque la amaba, y no me importaba si era complicado o dejaba de serlo.- Me regañó de alguna manera.- Y sé que tú amas a Stiles, de la misma manera que yo amaba a Claudia.

Me limité a observar el brillo en sus ojos que se formaba cuando hablaba de su mujer. Era tan bonito, aún después de todo, él la sigue amando como si todavía estuviera con él.

Aparcó el coche en la comisaría. Si dijera que no estoy asustada, estaría mintiendo.

Bajé del coche con desgana y abrí la puerta de la comisaría.

Another Hale | Stiles S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora