71. Tienes que ir a mi departamento.

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-Nos están buscando.-Dijo Scott despegándose de la puerta por haber estado escuchando la conversación que el sheriff estaba teniendo arriba.- Alguien va a tener que salir ahí fuera.

Llevábamos más de tres horas encerrados en la bóveda. Scott sangraba por las garras mientras Malia y los demás empezaban a sangrar por otros lados. Scott era el más fuerte de todos, y si alguien va a sobrevivir de aquí, sería él. Yo por el contrario de ellos estaba bien, solo notaba un pequeño dolor en la sien, pero nada comparado con lo que estaban pasando ellos.

Me quité mi chaqueta y me acerqué decidida a Caroline, la cual se encontraba tirada en el suelo sangrando por la boca.

-Oye, voy a tener que irme.-Dije entregándole la chaqueta y ayudándole a ponérsela. Ella no parecía entender muy bien lo que estaba sucediendo y su vista estaba cansada, no veía del todo bien.

- ¿Vas a volver verdad?-Preguntó algo asustada. Creo que tenía miedo de morir sola. Ahora que lo recuerdo, ella no llegó a decirme por qué vino aquí, ni tampoco me ha hablado de su familia, espero que algún día pueda decírmelo. Asentí dándole una mirada comprensiva para después ver como Stiles consolaba a Malia.

Me dirigí hacia la puerta con Stiles y yo misma la cerré con mis garras para que nadie pudiera entrar. Me dolía dejarles allí, sentía como si les estuviera abandonando segundos antes de morir.

Caminaba por los pasillos intentando no establecer una conexión visual con Stiles, en cambio el no podía despegar su vista de mí. No puedo creerme que ellos supieran que Malia era hija de Peter desde hace casi un año, lo sabían todos y nadie me dijo nada. Lo sabían todos menos Malia, la cual no comprendo por qué no dijeron nada.

-Lo siento.-Volvió a repetir Stiles haciendo que yo frenara en seco y me quedara en mitad del pasillo mirándolo.

-Eso ya lo has dicho.-Dije frunciendo el ceño y siguiendo mi camino hacia la cuarentena para poder buscar al señor Yukimura.

-¿Puedes dejar de ser así?-Dijo algo enfadado por la reacción que estaba teniendo con él. Ni siquiera sé como debería de tratarle, ha estado ocultándome que tengo una hermana durante meses.-Así de fría.

-Soy fría para que nadie vuelva a destruir mis sentimientos.-Dije dándole una mirada rápida mientras él intentaba no mirarme y me dirigí hacia las escaleras para subir a la planta baja.

Abrí la puerta del final de las escaleras sin una respuesta por parte de Stiles. No estoy enfadada, estoy dolida y no parece entenderlo. Y me siento incompetente por ello, sé todo lo que ha hecho, y aún así todavía le quiero.

Sigo teniendo esperanza de que vamos salir de esta, sobrevivimos a un terrible alfa, que después resultó ser mi padre. A una Kanima con un amo con miedo al agua y a unos cazadores dispuestos a matarnos. Sobrevivimos a una manada de Alfas y a un Darach, a un nogitsune llamado Void. Sobrevivimos aún después de ver como nuestros amigos morían uno tras uno, podemos sobrevivir a una lista negra con unos asesinos rondándonos.

Vimos a la señora Martin observar a todos los pacientes con síntomas o ya infectados. Stiles inmediatamente se acercó a ella.- ¿Has visto al señor Yukimura?

-No tienes buen aspecto.-Dijo mirando con detenimiento el rostro demacrado de Stiles por también estar infectado.- Está bien, está ayudando a los demás.

-Bien.-Dijo para darse la vuelta y observar como el entrenador estaba tumbado en una camilla necesitando atención medica.- ¿El entrenador es el único adulto que ha enfermado hoy?

La señora Martin le miró confundida.- Que yo sepa sí.-Contestó para poder mirar de nuevo al entrenador.

-¿Por qué es el único?-Murmuró Stiles. No tengo intención de saber lo que está pensando. Después de eso se dirigió hacia el otro lado del pasillo con paso acelerado, se dirigía hacia los despachos de los profesores. No creo que sea muy buena idea lo que quiera que esté pensando, pero igualmente le seguí intentando comprender qué era lo que estaba pasando por su cabeza.

Abrió la puerta del despacho del entrenador y después de que yo entrara, la cerró con prisa. Stiles empezó a desordenar una estantería, pero no se dignaba a decirme lo que estaba buscando. Luego rebuscó entre los cajones y finalmente fue a la mesa del entrenador a revolver entre los papeles. Cerró el cajón de la mesa con furia y luego se detuvo para coger algo de aire.

La puerta se abrió rápidamente para dejarme ver un rostro que ya conocía, pero no entendía muy bien qué estaba haciendo aquí, se supone que no dejaban entrar a nadie.

-¿Estáis bien?-Preguntó Jake cruzando la puerta para después cerrarla, le dio una mirada rápida a Stiles, pero este seguía mirando con detenimiento las hojas.

-Sí... yo...-Intenté decir, iba a explicarle lo de la lista, que era la segunda clave y que tenía miedo de que pudiera pasarle algo.

-Lo sé.-Dijo agarrando lentamente mi cara y mirándome a los ojos.-Sé lo de la lista y...-Sus ojos se llenaron de lagrimas, igual que los míos.-No te culpo.

-¿Podéis dejar eso para otro día?-Interrumpió Stiles mirando un vaso manchado que el entrenador había estado usando horas antes.-He encontrado algo.

Una figura masculina que reconocí como el profesor que estaba haciéndonos los exámenes, apareció por la puerta haciendo que Stiles tirara el vaso al suelo y se rompiera en pedazos.-Me pregunto como enfermó ese idiota.-Dijo hablando del entrenador.-También me pregunto donde están tus amigos.-Dijo jugando con la pistola que estaba entre sus manos.- Ya que para recibir el pago del benefactor tengo que tener la prueba de que están muertos.

-Confirmación visual.-Añadió Stiles algo asustado e intimidado por la pistola que tenía aquel profesor.

-¿Sarah Hale?-Preguntó haciendo que yo tragara en seco asustada por lo que estaba a punto de hacer, sabía cual era mi valor en la lista, treinta millones. Me quedé paralizada al ver como levantaba su pistola.-Quietos o le vuelo la cabeza.-Le ordenó a Jake y a Stiles.- Voy a contar hasta tres y luego voy a matarla.-Dijo antes de ponerme la pistola entre ceja y ceja.- Uno...Dos...-

Sentí como alguien me empujaba hasta caer en el suelo y luego sentí un disparo proveniente de la pistola que hace unos segundos estaba en mi cabeza.-Tres.

Vi como una figura masculina se acercaba en traje amarillo hasta nosotros, pudiendo ver por la parte transparente que se trataba del padre de Scott. El profesor cayó al suelo con un ligero balazo en la parte de la cabeza. Giré mi cabeza asustada para lograr ver quien era la persona que me había empujado y había salvado mi vida. Jake.

Se encontraba tirado en el suelo y con sangre entre sus manos, estaba tapando su abdomen y se limitaba a mirarme victorioso.-Estoy bien.

Me acerqué lentamente hacia él y me agaché para poder estar a su altura.- Voy a sacarte de aquí, voy a llevarte al hospital y...

Intenté decir, pero Jake se limitaba a negar. De su boca empezaba a salir sangre y sus ojos estaban cristalinos.- Sabes que no me queda mucho tiempo.-Dijo sonriendo.

-No vas a morir, ¿Entiendes?-Dije agarrando su cara con las dos manos y mirándolo a sus ojos.- No puedes dejarme así, Jake Moore, el chico malo no puede morir.

- ¿Crees que veré a Allison?-Me preguntó con dulzura haciendo que las lagrimas salieran disparadas de mis ojos. Allison...

-Tuve miedo de perderte, aquel día en el hospital... me preguntaste si tenía miedo de perderte.-Dije recordando aquel momento en el hospital.- Lo tuve, y ahora mismo también lo tengo.-Dije cubriéndolo con mis dos brazos.

-Lo sé.-Dijo con la voz entrecortada.- Tienes que ir a mi departamento, tienes que saber lo que te he estado ocultando.-Dijo mirándome a los ojos, yo me rehusaba a creer que estaba pasando, estaba muriendo en mis brazos y no podía hacer nada para evitarlo, yo no soy como Scott, no puedo quitarle el dolor.-Stilinski estuvo allí una vez.- Dijo antes de cerrar sus ojos por ultima vez.


Another Hale | Stiles S.Where stories live. Discover now