96. Ciervo para cenar.

4.5K 134 11
                                    

Sabía que a Stiles no le estaba gustando aquello, ni siquiera a mí me gustaba. Era completo asco el que tenía a Theo, pues sabía perfectamente qué era lo que estaba tramando y cómo pretendía hacerlo.

Levanté la vista del cuello de Theo, pudiendo ver cómo mi novio se encontraba con los puños cerrados y sacando labios, como siempre que se enfadaba, parecía que no confiaba en alguno de los dos, y sinceramente esperaba que, de quien no se fiara fuera de Theo. Negué varias veces con la cabeza, pidiéndole que fuera paciente, sólo necesitábamos varios segundos más para conseguir lo que estábamos planeando.

— ¿Qué pasa? — Me preguntó Theo con la voz ronca, mientras colocaba sus manos en mis nalgas, estaba segura de que en cualquier momento iba a golpear su rostro con uno de mis puños.

— Nada. — Respondí, clavando de forma falsa mis uñas en sus hombros, para que entendiera que me estaban gustando sus gestos, aunque en realidad, los estaba odiando. 

Negué de nuevo varias veces, y coloqué mis manos en el borde de su camiseta para poder tirar de ella, terminando por quitársela y tirarla hacia algún lado desconocido del salón. Mordí mi labio inferior y acaricié lentamente su pecho junto con sus abdominales, Theo estaba bien formado para ser tan joven, seguramente pase más tiempo en el gimnasio que creando sus planes. 

Escuché los pasos de Stiles acercándose a nosotros, tampoco era que se moviera muy rápido, sin embargo, con mi nueva condición podía escucharlo absolutamente todo.

— Pasa que está satisfecha conmigo. — Pude escuchar la voz del tercero, el cual tenía un bote de veneno de Kanima en la mano, y lo inyectó en el cuerpo de Theo sin que éste se diera cuenta. 

— Llegáis tarde...— Escuché decir, supuse que el más grande de los tres, al menos físicamente, ya había conseguido parte de lo que había planeado. Aunque, me dieron exactamente igual las palabras del castaño, mis garras se clavaron en su nuca para ver lo que había estado haciendo a lo largo del día. Era totalmente lo que esperaba, engatusó a Scott y le tendió una trampa como con Liam, besó a Malia, y... pegó a Lydia. La mayor parte de ellos me daban completamente igual, sobre todo McCall por la manera en la que trató a Stiles cuando intentó contarle lo ocurrido con Donovan. 

— No del todo. — Saqué las garras de su nuca, y entonces cogí mi chaqueta, haciéndole un gesto a Stiles con la cabeza para que me siguiera, íbamos a ir a rescatar a Scott. No me importaba lo más mínimo si moría esa noche, pero sabía que a él le dolería y que le sería imposible seguir sin su mejor amigo, sin su hermano. 

— Eh, ¿Me vais a dejar aquí? — Parecía que a Theo no le hacía mucha gracia estar por allí sabiendo que Derek o Peter podrían aparecer en cualquier momento.

— ¡Sí! — Stiles y yo gritamos a la vez, y yo me dediqué a darle la mano mientras cerrábamos aquella enorme puerta del departamento. 

— Nunca he mentido sobre por qué vine a Beacon Hills; estoy aquí por una manada. Vine por la chica coyote, cuyo primer instinto es matar. Vine por la banshee, la chica rodeada de muerte. Vine por la Kitsune oscura, el beta con problemas de ira y vine por el Stiles poseído. Vine porque no me he pasado años detrás de un buen recipiente para la bestia como para que ahora te lo cargues todo, Sarah. — Gritó, haciendo que Stiles se diera media vuelta para golpearle con su puño en la cara, al menos se lo tenía merecido, pero no podríamos perder más tiempo sabiendo que Scott estaba a punto de morir.— Todavía tienes más sangre en las manos que cualquiera de nosotros. — Stiles alzó de nuevo su puño para volver a golpearle, esta vez iba directo a la nariz.— Os diré dónde está el sheriff, si prometéis no ayudar a Scott. Esta es la parte difícil, porque no podéis ayudar a Scott y salvar la vida de tu padre, todavía tienes tiempo.— Stiles inclinó su cabeza hacia los labios de Theo, el cual pudo murmurar dónde se encontraba el sheriff. 

— Coge el coche. — Lo tenía más que claro, que se muriera si era necesario, no lo necesitábamos, acababa de dejar claro que era un pésimo alfa, había elegido al sheriff, y estaba claro que Stiles escogería lo mismo.

Aprovechamos que esa noche el Jeep todavía seguía vivo para montarnos en él y conducir hacia el sitio que nos había indicado Theo, esperaba que Scott todavía siguiera vivo, no podría soportar ver a Stiles de esa manera si llega a suceder. Sin embargo, a mí tampoco es que me fuera a doler su pérdida después de la manera en la que había tratado a Stiles.

Tuve que explicarlo de la mejor manera posible para que no tuviera un accidente de coche, pero se dedicó a ir todavía más rápido, o al menos todo lo que esa pequeña chatarra podía conseguir. 

Cuando llegamos al sitio en ruinas, Noah estaba tirado en el suelo, desangrándose mientras que Stiles se dirigía corriendo a él como si fuera lo último que haría en su vida, y si fuera por Peter, yo también haría lo mismo, incluso si fuera por él. Apenas podía hablar o moverse del lado de su padre, por lo que agarre el Talkie que solía llevar para poder avisar a la ambulancia, no podía curarle yo misma, y estaba claro que sin la ayuda de los médicos no podíamos salvarle, me daba igual arriesgar mi seguridad. 

Mientras que venía, me arrodillé, agarrando como pude su mano, quitándole parte del dolor que estaba sintiendo. Mis venas se habían vuelto de color negro y parte de mi cuerpo se había paralizado, y eso sólo era una pequeña parte de lo que sentía.

— Espero que tú no quieras ciervo para cenar cuando me recupere.— Stiles y yo soltamos una pequeña risa apenada; teníamos miedo.


Another Hale | Stiles S.Where stories live. Discover now