➵ 23 (De una patada).

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Dormía desde varias horas, y es que desde hacía algunos días no estaba pudiendo conciliar el sueño como ocurría anteriormente. Sin embargo, alguien a las diez de la mañana me despertó, aunque yo no había dormido las catorce horas que yo necesitaba para poder sentirme persona al día siguiente. No entiendo a quién se le ocurre despertarme un maldito sábado a estas horas. 

— ¡Felicidades!

Me gritaban desde el otro lado de la cama, todos ellos, todos los que eran mis amigos, las personas que se habían convertido en mi familia estos últimos meses. También estaba Derek detrás de todos ellos con sus brazos cruzados; ni siquiera me acordaba que hoy sería mi cumpleaños. 

— Esta noche tenemos una fiesta. No me digas que no, ya lo tengo todo preparado, incluso tengo preparado tu vestido. 

Lydia hablaba por encima de todos, o lograba entender lo que estaba queriendo decirme, pues me encontraba bastante aturdida después de que me despertaran. Ya no solo no me gustaba celebrar mi cumpleaños, sino que me habían despertado gritando, y eso era lo peor de todo. 

— ¿Derek Hale dejándome su casa para dar una fiesta?

Pregunté en tono sarcástico, dirigiendo mi mirada hacia mi primo, el cual se abrió paso entre todos mis amigos, sin cambiar por un segundo su semblante serio. Estaba esperando una respuesta, pero solamente asintió con la cabeza, muy lentamente. 

— Tenéis que iros todos, tenemos cosas que hacer. 

De nuevo, la protagonista en toda la conversación estaba siendo la pelirroja, la cual ahora mismo los estaba echando a todos para dejarnos nuestro espacio; creo que me va a usar como si fuera su barbie personal, y yo siempre he sido de bratz. 

Realmente se había encargado de todo, incluso obligó a Isaac a ser su mayordomo personal para colocar los decorativos de la fiesta. También me obligó a mí, o más bien me "sugirió" hacerme varias ondas en el pelo, pues supuestamente mi pelo liso comenzaba a aburrir al prójimo. 

Me pintó, algo que jamás había hecho, pero que de alguna manera siempre había deseado hacer, mas nunca me he visto con la capacidad de coger un eyeliner. Solamente me coloqué un poco de raya en los ojos con efecto felino, máscara de pestañas y brillo en los labios que aparentemente los hacía mucho más grandes y carnosos. Tras eso, me vestí con el vestido que ella había escogido para mí. 

— Es demasiado corto.

Me quejé, bajándome el vestido con las manos para ver si daba de sí un poco más, pero lamentablemente no lo hacía. Me estaba replanteando si ponerme mis vaqueros de cintura alta y una chaqueta de cuero que me fuera grande. 

— No, no lo es.

Me respondió, y aunque discutimos bastante sobre si debería llevar o no el corto vestido; ella ganó la batalla. Mas, he de decir que el  vestido era precioso, y me quedaba realmente bien, resaltaba toda mi figura; era un vestido de palabra de honor rojo y corto, aunque no era tan corto como decía, también llevaba unas sandalias de tacón con parte de mi pie al descubierto, de complementos unas pulseras, colgantes y pendientes. 

(...)

Las nueve llegaron antes de lo que esperaba, cuando bajé las escaleras estaba todo impresionante, y todo gracias a Isaac; había hecho un trabajo perfecto, jamás me esperé un cumpleaños como el que iba a tener. Sólo pude escuchar un "vaya" salir de su boca al verme con aquel vestido puesto. 

— Yo me encargo de la bebida. 

Lydia bajaba las escaleras detrás de mí, incluso más rápido de lo que yo lo estaba haciendo, tenia más manejo con sus tacones que yo, y eso no era una sorpresa, pues apenas me los puse unas tres veces. 

Another Hale | Stiles S.Where stories live. Discover now