Another Hale | Stiles S.

➵ 13 (Adolescente pelirroja).

Lydia seguía en el hospital, había sido atacada con mordiscos y arañazos por todo el cuerpo por parte de Peter, y si eso no te mata, te convierte en un hombre lobo, como la mayoría de nosotros sabíamos. Había pasado varios días en coma, pero de un día para otro, se despertó, aunque los médicos juraban y perjuraban que no lo haría. ¿Casualidad? No lo creo.

Stiles y yo estuvimos todos y cada uno de los días en el hospital, esperando a que se recuperara, no puedo dejar de pensar en que sigue sintiendo algo por ella. Por otra parte, las cosas entre Scott y Allison no habían cambiado demasiado, pues se dedicaban a enrollarse todos los días a escondidas de los Argent. 

Oímos un grito que provenía de la habitación de Lydia, corrimos hasta su habitación, solo encontramos su camisón del hospital, y la ventana abierta, dudo que dure mucho tiempo desnuda, moriría de hipotermia, tenemos que encontrarla.

— Notifica la desaparición de una adolescente pelirroja, ¿Tenéis alguna descripción más?

Preguntó el sheriff Stilinski, el cual parecía sacar una pequeña agenda para anotar todo lo que su hijo y yo le dijéramos sobre nuestra amiga Lydia. Pensé que Stiles iba a ser quien le diera todos los datos que necesitaba, pues él la conocía más que yo. 

— Mide uno sesenta, ojos verdes, piel blanca y su pelo es rubio rojizo.

Aclaró stiles. No sabía cómo sentirme ante esa descripción tan perfecta, tampoco tenía tan claro que si yo desapareciera se le ocurriera describirme físicamente tan bien como lo había hecho con ella. 

(...)

Tras escuchar las palabras de la desaparición de Lydia, nos fuimos a casa para poder darnos una ducha, él me llevó a mi casa cuando Stiles se fue a la suya, no quería presionarle después de lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, la mañana siguiente que fuimos a clase como todos y cada uno de los días; o al menos la gran mayoría, bueno, puede que faltáramos demasiado a clase; todos estaban demasiado extraños, creo que la echaban de menos tanto como nosotros lo hacíamos. 

— ¿Se ha comido el hígado?

Escuché la voz de Scott, pues me encontraba recogiendo mis libros de la taquilla para asistir a la próxima clase, aunque para ser sinceros no me apetecía demasiado escuchar las lecciones, solamente quería dormir, descansar un poco. 

— No he dicho eso, he dicho que ha desaparecido, ¿Y si lo hubiera hecho qué? es lo más nutritivo del cuerpo.

Tras eso, la voz de Stiles resonó en mi cabeza, prefiero no saber de lo que estaban hablando, probablemente sería algún tipo de guarrería en cualquier videojuego antiguo que se jugaba en la PlayStation uno. 

— No quiero saber de lo que estáis hablando.

Dejé claro, cerrando la puerta de la taquilla con ahora mi libro y mi cuaderno en la mano, al parecer se estaban acercando a mí para contarme algún tipo de cotilleo que no me interesaría lo más mínimo. 

— Querrás saberlo cuando te diga, que anoche asaltaron el cementerio. Lo han hecho muchas veces, pero esta vez no ha sido para robar joyas, se han llevado un hígado. Espero que no haya sido Lydia.

Fruncí ligeramente el ceño y arrugué la nariz, sin duda me hubiera quedado más tranquila sin saber nada de eso. No me daba asco, solamente me daba un poco de grima el interior del cuerpo. 

Yo también esperaba que no fuera ella, porque entonces tendríamos una montaña más de problemas de los que tenemos ahora mismo. Sonó el timbre de la siguiente clase, y aunque yo no iba a la misma clase que ellos ahora mismo, me quedé observando para ver si entraban esta vez; lo cual fue afirmativo. 

Tras eso, me giré, logrando ver cómo Jackson corría hacia el baño, dejando un rastro de sangre negra que le estaba saliendo de la nariz, como era de esperar, no dudé en seguirle ni un solo momento. 

— Escucha, solo porque me dieras el mordisco no significa que esté en tu manada, siendo sincero no es que tengas precisamente lo que se dice madera de líder. Mira ahora mismo estoy liado y no puedo ir a correr por el bosque para aullar a la luna contigo así que ¿Por qué no te...?

Escuché, abriendo la puerta de manera brusca, queriendo saber con quién hablaba, mi sorpresa fue cuando vi a Derek con el ceño fruncido, vestido de negro y con los brazos cruzados frente a él. 

— Tu organismo combate la mordedura, no sé por qué. Tu cuerpo lo está rechazando, ¿Vale? No te vas a morir, Jackson. 

Dije, atreviéndome a acercarme a ellos, esperando no interrumpir nada, aunque en el fondo me daba igual y estaba esperando una buena explicación de lo que estaba sucediendo, Derek estaba haciendo cosas que no me gustaban ahora que era el alfa. O tal vez, sí que fuera a morir, eso no lo sabíamos.

Enfadada, con la mandíbula apretada, salí rápidamente del baño de chicos, del instituto y me dirigí rápidamente hacia el bosque hasta el punto de perder toda la noción de mi tiempo, cuando quise darme cuenta, en la carretera había una ambulancia y varios coches de policía, entre ellos el del padre de Stiles, y como no, Stiles. Él no se perdía nada de esto, nunca.

— ¿Stiles, qué ha pasado?

Pregunté, saliendo del interior del bosque antes de acercarme a él, pero él se quedó embobado mirando hacia el bosque, yo miré igualmente, vi un rostro que me resultaba familiar, despeinada , sin maquillar y desnuda, por eso la miraba con esa cara.

— ¿Lydia?