Another Hale | Stiles S.

46. Vienen a por mí.

Me levanté en una cama que no era la mía, parecía como si llevara horas y horas durmiendo y tenía un dolor de cabeza insoportable.
Me incorporé pudiendo ver a los pies de la cama a Kira y a Scott hablando sobre algo. Estaba en la habitación de Scott.

-Allison, su padre y Isaac están trabajando en algo que podría ayudar.- Le dijo Scott a Kira.-Estaremos bien, te lo prometo.

-¿Nosotros? ¿O solo nosotras?-Preguntó Kira mirando hacia atrás y llevándose la sorpresa de que ya había despertado.

-No quiero que hagan daño a nadie.-Bajó la mirada.

-Si vienen a por ti y cada uno que se ponga en su camino es asesinado...-Dijo Kira pero yo la interrumpí.

-¿Van a por Scott?-Pregunté confusa.

-No lo creo, tengo que enseñaros algo.-Dijo Kira sacando un libro de su mochila.-¿Habéis oído hablar de algo llamado Kitsune?- Scott y yo negamos.

Abrió el libro y dejó ver las primeras páginas, eran unos dibujos de algunos zorros.

-Esto se parece a lo que te pasó en la estación central.-Le dijo Scott.

-Puede crear fuego o luz, se llama fuego de zorro.-Dijo mientras yo bajaba de la cama para ponerme frente a ellos.

-¿Eres un zorro?-Pregunté con una sonrisa, ella asintió.

Sacudí mi cabeza.- ¿Sabes si hay distintos tipos de Kitsune?-Pregunté bastante interesada en ello.

-Sí, en realidad hay...- La interrumpí.

-¿Cual es tu color?- Ella no pareció entender.- Kira, ¿Cual es tu color?

-Naranja.-Me miró Scott confuso.

-Mierda.-Murmuré.

-Tenéis el mismo color .-Dijo Scott sorprendido.

El sol estaba desapareciendo y un ruido sonó de la parte de abajo de la casa.
Bajamos las escaleras lo más rápido que pudimos y vimos a un hombre tirado en el suelo con algo de sangre al que Scott llamó "Papá", ni siquiera sabía que él había vuelto. Al lado de él uno de los hombres con máscara de la otra noche con una de sus espadas.
La puerta se abrió de un golpe pudiendo ver unos ojos azul brillantes-Derek- que atacaban al hombre de la máscara mientras Scott se llevaba a su padre a otro lado de la casa.
Apareció otro de ellos justo detrás de mí, podía escuchar sus ruidosos pasos.

-Mamá, la ceniza.-Pude escuchar a Scott diciéndoselo a su madre, la cual también estaba allí y no había visto.

Giré para ver al hombre de la máscara cuando los cristales del salón se rompieron, dejando ver a Ethan, Aiden y Jake. Agarré de la mano a Kira mientras los tres se dirigían a atacar a uno de los hombres y la llevé a la habitación de Scott.

-¿Estás bien?- Le pregunté a Kira al cerrar la puerta de la habitación de Scott.

-Sí, supongo.- Dijo haciendo una mueca.

-Bien.-Dije observando la habitación.

-Sé que no es de mi incumbencia, pero Stiles está en el hospital.-Giró la cabeza rápidamente para verme.

-Yo... No lo sabía.-Confesé.

Los ruidos de abajo no me daban buena espina. Crujidos de muebles rotos, cristales en el mismo estado y por si fuera poco los quejidos de mis amigos por el dolor que estaban soportando.

-Creía que deberías de saberlo, al fin y al cabo, sois algo.-Rió.

-No le importó cuando se estaba besando con la chica del pelo rosa.- Apreté mi mandíbula.

-Él nunca se besó con una chica del pelo rosa.-Me miró confusa.

-¿Qué?- Abrí mis ojos.

Alguien abrió la puerta de la habitación mientras yo disparaba mi puño contra la persona que la estaba abriendo.

Agarró con fuerza mi puño.-Yo también me alegro de verte.-Dijo Caroline con una sonrisa.

-¿Siempre tienes que hacer este tipo de entradas?- Dije sacudiendo mi cabeza.

-Están fuera.-Dijo Caroline mientras bajaba las escaleras. Kira y yo hicimos lo mismo que ella, ¿Quién se supone que estaba fuera?

Scott, Jake, Aiden, Ethan, Derek y Melissa miraban la puerta sin despegar la mirada. Me acerqué varios pasos pudiendo ver a los hombres de la máscara mirándonos desde el otro lado de la puerta, como si no pudieran entrar, y efectivamente no podían hacerlo, pues Melissa había arrojado un frasco de serbal a la entrada.

-¿Eres kira verdad?-Le preguntó Jake, ella sólo asistió.-¿Vas a decirnos de una vez lo que eres?

-Ella es una Kitsune, idiota.-Dijo Caroline acercándose a nosotros.

-Oh, vaya tienes carácter.-Dijo Jake tocando la cara de Caroline con su dedo índice.-¿Y tú qué eres?

-Eso no importa.-Dijo sacudiendo su cabeza.-Probablemente Kira no sabe de qué tipo es, hay trece tipos.

-Celestial, salvaje, océano, trueno, pero hay uno... Un Kitsune oscuro, lo llaman void, o nogitsune.-Agregó Derek.

-¿Chicos? Tenemos un problema.-Dijo Ethan al ver que la mano de uno de ellos estaba prácticamente dentro, estaban intentando entrar.

Una llamada entrante salió en la pantalla dejándome ver el nombre de quien provenía. Isaac.

-Son demonios japoneses,se llaman oni,están buscando a alguien poseído, una persona con un espíritu oscuro unido a ella.-Dijo Isaac.

-Nogitsune.-Dije.

-¿Como sabes eso?-Me preguntó confuso.

-No importa, dime qué más.-Le ordené.

-No te harán daño, solo tienen que darse cuenta de que no tienes el espíritu oscuro contigo, no te harán daño, te lo prometo.-Dijo,y yo inmediatamente colgué mirando a los demás.

El altavoz estaba puesto, todos lograron enterarse de a quién buscaban.

No saber qué ser sobrenatural eres, en estos casos da bastante miedo, ¿Y si es a mí a quién buscan?

¿Y si el... "Que no se enteren de lo que eres" que una vez me dijo Theo se refería a los onis?

Tal vez deba rendirme.

-Soy yo ¿A que sí? Me están buscando a mí.-Dijo Kira levantándose y acercándose a Scott.

Los onis buscaban un punto intermedio para lograr pasar, y lo hicieron, nunca llegué a experimentar este tipo de miedo.

-No hagáis nada.-Dijo Scott mientras los onis se acercaban.

-¿Hablas en serio?-Preguntó Caroline algo alterada.

-He dicho que no hagáis nada.-Repitió mientras daba la mano a Kira y los dos se acercaban lentamente a ellos.
Les pusieron una mano en el cuello y lentamente deslizaron su dedo índice por su oreja haciendo que Scott y Kira cayeran al suelo.

Caroline y yo agarramos con fuerza nuestras manos y nos dirigimos a ellos con inseguridad.
Uno de ellos me miraba con sus ojos verdes, parecía una luciérnaga, eran difíciles de ignorar. Mientras que Caroline ya estaba en el suelo con el número cinco detrás de su cuello.

Los onis se dieron la vuelta y cruzaron por la puerta, sin ni siquiera tocarme, se desvanecieron.

-¿Qué demonios ha sido eso?