Another Hale | Stiles S.

➵ 41 (Despierta).

STILES.

Han pasado tres meses desde lo que ocurrió con el Darach, y como dijo Deaton: Allison, Scott y yo sentimos la oscuridad rodeándonos; cada uno de una manera diferente. De momento solo tengo pesadillas, no quiero ni imaginarme lo que vendrá después, o si por alguna razón desconocida decidieran volverse tan constantes que acabarían por volverme loco. 

Por el contrario, ninguno de nosotros pudo encontrar el cuerpo de Jennifer, siendo una incógnita y haciéndonos replantear si quizá Deucalión nunca llegó a matarla, si quizá había huido de Beacon Hills. Él por su parte, sí que lo hizo, huyó sin su manada de alfas, pues Kali y Ennis murieron, y los gemelos junto con Jake decidieron prácticamente tomar distancias con su antiguo líder. 

Scott se convirtió en un alfa verdadero, parece que fue ayer cuando apenas llegaba a controlarlo, cuando tuve que esposarlo al radiador de mi habitación... cuando su parte más primitiva salía a la luz causando pequeños desastres. Y, siguiendo con el resumen, Allison Y Isaac pasaban demasiado tiempo juntos últimamente; no sabría decir si apoyo este shippeo tan repentino. 

Lydia, la mujer que lamenta... una banshee en nuestro círculo de amigos, una persona que probablemente esté gritándonos en la cara cada día por una nueva amenaza en el condado, alguien que encuentra los cuerpos difuntos de gente que apenas conocemos. 

Derek salvó a Cora, e incluso cambió de rango a un beta; hay cosas que nunca entenderé de este mundo. Pero ella se fue, juró volver al igual que todos, pero vosotros lectores y yo, sabemos que nunca lo harán... Acordémonos de Jackson. 

También me preocupa que Peter pase tanto tiempo con Sarah, a veces pienso que puede jugar con su cabeza hasta el punto de volverla igual de psicópata con él, aunque ella jamás se comportaría de esa manera, ¿Verdad? 

Nunca hablamos sobre el beso, he pensado en hacerlo, pero, ¿Cómo? Tal vez incluso quiera olvidarlo.

Ahora mismo estoy en la cama pensando sobre todo lo que pasó desde que descubrimos este mundo, todos nosotros hemos cambiado desde entonces; y me da miedo dormirme, a veces no logro diferenciar un sueño de la realidad.

Me encontraba dentro de una taquilla, una taquilla situada en el vestuario de los chicos en el instituto, golpeé fuertemente hasta llegar a abrirla. Mis piernas caminaban con intención por salir de allí, andaba por los pasillos totalmente desiertos y oscuros, y la luz de la luna iluminaba ligeramente el lugar; mi cabeza desconocía hacia dónde me dirigía, pero las piernas estaban seguras de ello. El suelo parecía demasiado frío, era como si no llevase zapatos... y efectivamente no los llevaba, lo único que vestía mi cuerpo era el pijama, y estaba descalzo.

Llegué a una de las clases que suelo frecuentar, la misma donde la profesora Blake solía dar su clase habitual, y un tocón en medio de ella logró captar mi atención. El Nemetón, ¿Qué narices estaba haciendo aquí? O lo que es peor, ¿Por qué estoy yo aquí? Me acerqué queriendo tocarla, queriendo comprobar si realmente estaba allí, pero una rama agarró con fuerza mi mano, asustándome.

Me desperté rápidamente dando una gran bocanada de aire; solo había sido un maldito sueño, otra pesadilla de las que me solían envolver. Mi corazón latía con fuerza, y estaba seguro de que todo ser sobrenatural que viviera en Beacon Hills podía escucharlo.

— ¿Estás bien? ¿Stiles?

Sarah estaba justo al lado mío, y sus ojos se encontraban hinchados como si yo hubiese sido el culpable de haberla despertado, sin embargo tocaba mi brazo derecho con suma preocupación. 

— Sí, estaba soñando. Era algo raro, era como un sueño dentro de otro sueño.

Dije sin siquiera mirarla, me limitaba a mirar hacia el suelo, como si aún pensara que aquella conversación tampoco era real.