Another Hale | Stiles S.

➵ 18 (Quedarse así).

— Bonito pijama.

Terminó diciendo Isaac mientras subía las escaleras hacia mi habitación. Llevaba uno demasiado corto que imitaba la seda, aunque no tenía uno porque Derek no me dejaba ir de compras.

— Sigo enfadada contigo.

Le dije, encogiéndome de hombros, no podía creerme que me hubiera mentido simplemente para que no me acercara más a Stiles. Me gustaba más cuando no mentía y creía que era mi amigo. 

— Lo siento.

Me volvió a repetir, esta vez con más sinceridad que la anterior. Estiró de mi brazo, y con sus brazos rodeó mi cintura, mi cabeza se posicionó en su pecho, era realmente bajita para él, y le correspondí el abrazo. Asentí, separándome lentamente de él para meterme a mi habitación, lo mismo que hizo él con la suya. 

Me tumbé en la cama, cerrando los ojos por un solo segundo, mas alguien llamó a la puerta. 

— Esto no puede quedarse así.

Me sobresalté en cuanto volvió a abrir mi puerta, dirigiéndose rápidamente hacia mí mientras se quitaba la camiseta. Me quitó mi camiseta del pijama, empujándome de tal manera que me hiciera caer sobre la cama, abalanzándose sobre mí. Comenzó a besarme el cuello de forma lenta, mis pulsaciones se aceleraban cada vez más, podía notar como él lo sentía. Juntó sus labios con los míos, sabía muy bien lo que estaba haciendo, pero no dudé ni un segundo, sentía su respiración, al igual que el sentía la mía.

— ¡Sarah! Despierta, ¿Estás soñando conmigo? 

Alguien me estaba zarandeando, como si quisiera que me despertara, pero no estaba dentro del sueño, aunque se tratara de la misma voz. Era Isaac, que estaba intentando levantarme para ir al instituto. 

— ¿Cómo lo sabes?

Pregunté, bastante alterada, pues no pensaba que hablara en sueños, o en este caso, no esperaba que me dedicara a gemir cuando tenía este tipo de sueños húmedos, que vergüenza, por dios. 

— Era... Era una broma.

(...)

— Para resistir la oleada de ineptos en mi clase, vamos a dividirnos para hacer el trabajo en grupo, y así averiguaremos si dos cabezas piensan mejor que una, o en el caso de Stiles, menos de una.

Terminó diciendo el profesor de química, el cual nos dividió por rondas, en la cual, me tocó con Erica, y a Stiles junto con Isaac, Lydia y Scott, mas ahora no podríamos hacer ningún tipo de movimiento, pero teníamos que averiguar si ella era o no la Kanima. 

— Si le tocas un poco de su maravilloso pelo de su cabeza, haré de tu culito de hombre lobo un abrigo de piel y se lo regalaré en su cumpleaños.

Pude escuchar a Stiles cuando se sentó en la silla de la misma mesa que Isaac. Por alguna razón, estaba pensando en que Scott lo único que intentaba era que ninguno de nosotros nos acercáramos a ella. 

— Ayer nos abrazamos, ¿Sabes?

Habló Isaac, y no tuve otra opción que mientras que Erica se dedicaba a hacer la tarea, girarme para ver la reacción que estaba teniendo con las declaraciones que le había confesado; no parecía habérselo tomado bien. 

El profesor volvió a ordenar un cambio, mas ya habíamos tenido dos anteriormente, esta vez, Isaac fue más rápido que todos los demás, y acabó sentándose en la mesa de Lydia.

— Tiempo, si habéis canalizado la reacción bien, ahora tendríais que ver un cristal, veamos, la finalidad de este experimento seguro que les va a encantar, se puede comer.

Isaac intentó ser amable, dándole el cristal a Lydia con el veneno de Kanima, introduciéndoselo en la boca, sin paralizarse por el veneno. 

— Stiles, Lydia es la Kanima.