Another Hale | Stiles S.

56. Deja que ella muera.

Isaac y yo estábamos en el pasillo mientras Stiles estaba hablando con Meredith en la habitación de Scott.

- ¿Pasa algo?- Le pregunté a Isaac al ver su cara de preocupación.

- No puedo seguir con esto.-Dijo negando con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.- No puedo seguir viendo como la gente de mi alrededor está muriendo.

- Cuando matemos al nogitsune.-Hice una pausa para levantar la cabeza de Isaac.- Todo esto habrá acabado.

- No pienso matarlo sabiendo que tú también podrías morir con él.- Dijo tocando mi cara con la yema de sus dedos.

- Entonces lo haré yo misma.-Dije cruzándome de brazos y teniendo la intención de volver a la habitación, pero Isaac agarró mi muñeca impidiéndome avanzar.

- ¿Estás segura de que alguien va a morir esta noche?-Me preguntó mientras yo seguía sin mirarle.

-Sí.-Respondí sinceramente.

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Estábamos en el instituto, apenas podía sostenerme por mí misma. Tenía uno de mis brazos enredado en el cuello de Stiles, y aún así me costaba seguir.

Scott estaba a punto de abrir la puerta del instituto.

-Scott, sé lo que todos estáis pensando.-Miré a mis amigos.- Que si le matáis a él, posiblemente me matéis a mí, pero si lo hace, tenéis que seguir con el plan.-Se miraron entre ellos.

-Sarah...-Intentó decir Stiles, pero inmediatamente le corté.

-Tú harías lo mismo.-Dije para después intentar abrir la puerta con la mano que me sobraba.

-El plan es salvarte.-Dijo Scott mirándome con pena.- Ese es el plan que seguiré.

Creo que se sentía mal por no haberme creído.

Cuando abrimos la puerta, no era ni parecido al instituto. Era una especie de patio de alguna casa, hacía frio y estaba nevando.

La puerta se cerró de golpe haciendo que prestáramos toda nuestra atención es eso.

El verdadero nogitsune caminaba cojeando por el patio nevado y nos observaba victorioso.Kira sacó su espada mientras el nogitsune se acercaba lentamente hacia nosotros.

-Como te prometí, Stiles.-Decía el nogitsune con voz ronca.-Voy a matarlos a todos, uno por uno.-Los oni aparecieron rodeándonos mientras nosotros los observábamos con atención.

-¿Qué demonios es esto? ¿Dónde estamos?-Preguntó Scott mientras miraba como las espadas de los oni se arrastraban por el frio suelo.

-Entre la vida y la muerte.-Contesto el nogitsune.

-Bardo.-Contesté.

Empecé ha acordarme de lo que una vez dijo Kira cuando ni siquiera la conocíamos. Yo no la hice caso, ojala lo hubiera hecho.

-Pero aquí no hay deidades pacificas.-Negó con su dedo índice.- Te estás muriendo, y ahora todos los que te importan se están muriendo también.

- ¿Qué quieres decir?-Preguntó Stiles sin soltarme.

-He capturado casi todos los territorios en el tablero. El hospital, la comisaria de policía, y ahora, la clínica veterinaria.- Los oni se paseaban a nuestro alrededor observándonos.- Cuando un samurái se destripa a si mismo con su propia espada solo por su honor, pero ese no es el corte que lo mata, el golpe mortal se lo da el que decapita al samurái con su espada, ese es Stiles. Voy a hacer que tu novio te mate, Sarah. Y vas a dejar que lo haga, porque al igual que tú, todos van a morir.-El nogitsune cada vez estaba más cerca.

-¿ Por qué haces esto?-Le pregunté con los ojos llenos de lagrimas.

-Para ganar la partida.- Me contestó para que después los oni fueran directos hacia nosotros.

Kira y Scott luchaban contra ellos mientras Stiles y yo nos escondíamos en un lugar del jardín.

-Esto no puede ser real.-Dijo Stiles con la voz entrecortada.

-Eso díselo a ellos.-Dije mientras seguía mirándole a los ojos.

La espada de Kira cayo al suelo mientras dos de los oni la amenazaban con las suyas.

Corrí como pude hacia la espada dejando atrás los gritos de Stiles. La cogí por el mango mientras la punta estaba a punto de entrar en mi abdomen.

-Sarah.-Gritaba Stiles.-No hagas eso.

-¿Qué pasa si te salva a ti y a todos?-Pregunté mirándolo con miedo.

-¿Y si solo es otro truco?-Preguntó Stiles temiendo por mi vida.

-No mas trucos, Stiles.-Dijo el nogitsune observando la situación.- Ponle fin Stiles, deja que ella muera, termina lo que ella no puede hacer, termina con su vida y ponle fin a la partida.

Stiles agarró con su mano la mía.- Todavía nos queda una jugada divina.-Dijo quitándome la espada de las manos y lanzándosela a Kira.- Scott, tienes que creerme, tenéis que dejar de luchar con ellos, sé que parece real, pero no lo es.

Scott inmediatamente confió en Stiles mientras los oni se ponían en dos filas. Scott pasaba entre ellos mientras le hacían cortes con sus espadas. Kira hizo lo mismo para que después Scott empujara al nogitsune contra la puerta e inmediatamente apareciéramos de nuevo en el instituto.

-¿Jugada divina? ¿Todavía creéis que os queda una jugada?-Preguntó el nogitsune en mi cuerpo y acercándose velozmente hacia Stiles y a mí.- Podéis matar a los oni, pero ¿A mí?, tengo miles de años, ¡no podéis matarme!-Gritó.

-¡Pero podemos cambiarte!-Gritó Stiles mientras seguíamos dando pasos hacia atrás y seguía agarrándome.

- Cambiar al huésped.-Murmuró el nogitsune.

Scott mordió inmediatamente el brazo del nogitsune haciendo que este se arrodillara y Kira atravesara su espada por su abdomen. Una luciérnaga salió de su boca volando por el pasillo. Isaac abrió el tarro de madera y la encerró dentro.Su piel empezaba a ponerse de color gris hasta que cayó al suelo y se rompió como si fuera cerámica.

-Estamos vivos, estamos todos vivos.-Murmuré aliviada.

Pero recordé que Theo una vez dijo que más de uno no saldría vivo de esta. Salí corriendo a la salida del instituto y bajé las escaleras esperando encontrarlos a todos bien, pero no fue así.

Uno de los gemelos estaba tendido en el suelo cubierto de sangre mientras el otro lloraba encima de él.

-¿Aiden?-Pregunté confusa mientras miraba a Derek.

-Ethan.-Contestó Derek sorprendiéndose por verme viva.

Los demás corrieron hacia nosotros y miraron a Aiden con lastima, pues su hermano había muerto.

Vi una sombra por las escaleras, mentiría si dijera que no lo conocía, pero esa sombra había estado en mi mente por muchos días.

Me acerqué a las escaleras dejando atrás a los demás, creo que tenían asuntos más importantes de los que ocuparse.

La sombra se movía hacia la carretera y se quedó parada delante de un coche. Mientras me acercaba iba reconociendo las partes de su cuerpo y cara.

- Nunca me creíste cuando te dije que era más que un sueño.-Dijo sonriéndome.

-Theo...