23. Sólo amigos

11.5K 1.3K 203
                                    

—¡¿QUÉ?! —el grito de Magnus era justo lo que Cat esperaba. Incluso se rió.

—¡Te lo dije! —respondió entre risas—. Es lo más absurdo que pudo pasarnos. Fue horriblemente incómodo. Como no tienes una idea.

—Uumm —Magnus hizo un triste sonido pensativo—, sí la tengo...

Sé lo incómodo y triste que puede ser.

_Pero en serio... ¿Tú y Ragnor? —Magnus fingió estremecerse.

—Lo sé. Crecimos juntos los cuatro, con Rapha, ¿por qué, de entre todos los hombres del mundo, tenían que encadenarme a Ragnor? Ugh.

—¿Y qué harán?

—¿Cómo que qué haremos? El bebé ya viene en camino y sabes que la única forma de conservarlo es seguir juntos como pareja públicamente. Eso seremos para el resto del mundo, entre nosotros seguiremos siendo amigos, aunque daremos lo mejor como padres. Él, o ella, no tiene la culpa.

La sonrisa de Catarina era contagiosa. Magnus pensó que tal vez esa era la solución a su situación también. Hablaría con Alexander cuando llegaran. Después del nacimiento, podían fingir que seguían juntos, incluso si sólo él cuidaba a sus bebés...

—¿Qué piensas, cariño? —la voz de Catarina lo sacó de sus pensamientos.

Dijo una mentira a medias. —Nada. Me preguntaba cómo lo tomó Raphael.


* * *


Cuando llegaron a la mansión Lightwood, Alec seguía en silencio, a pesar de las muchas preguntas de Izzy.

Detrás de ellos se estacionó Catarina. Magnus bajó riéndose, riendo de verdad, a carcajadas, como nunca lo hizo en los días que estuvieron juntos.

No es que hubiera razones para reír ahí. Pero aun así...

—No se van a quedar aquí —le dijo apresuradamente a su hermana.

Izzy lo miró raro, poniéndole atención por primera vez. —¿Cuál es el problema? Tú no eres así, Alec. Estabas nervioso antes de entrar ahí, pero ahora estás siendo grosero e insensible con tu encadenado. Recuerdo que, antes de entrar, dijiste que la chica que encadenaran a ti viviría con nosotros. Y creo que si tuviera familia, no te molestaría que...

—¡Ese es el problema! —gritó Alec—. No hay encadenada —eso lo dijo en un susurro mientras Magnus y su amiga llegaban a ellos, y Jace abría la puerta.

No había encadenada. ¿Por qué no entendían el problema?

Entró a la mansión ignorando el saludo de Jace.

—¿Qué le pasa?

Isabelle siguió a su hermano mayor con la mirada, por fin notando un problema ahí. Hizo una mueca. —Voy a hablar con él. Dale a la amiga de Magnus una habitación y ofréceles algo de comer.

Jace frunció el ceño ante las órdenes, pero luego miró a Magnus y sonrió. —Entonces, ¿qué se siente?

Encadenados (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now