Encadenados (Malec Mpreg)

25. Instinto protector

Ante la mirada de Alec, Izzy había decidido salir y dejarlo. Sí entendía, en cierto modo, que era abrumador todo esto, pero Magnus no tenía la culpa, si las cosas fueran al revés y Alec fuera el embarazado, y Magnus el monstruo que no dejaba que se quedaran con él... Bueno, bastaba ponerlo así para que, aunque apoyara a su hermano, también se preocupara por Magnus.

Además que Magnus era tan lindo, moría por verlo embarazado. Seguro sería adorable y enorme con dos bebés.

Cuando volvió con los demás, estaban en la cocina. Catarina y Jace discutiendo.

—¿Qué pasa aquí? —Izzy preguntó mientras se acercaba a Magnus que estaba sentado, sólo observando.

—Este...tipo le preguntó a Magnus cómo era, cómo se sentía —la amiga de Magnus se veía muy molesta.

—Ya dije que le refería al embarazo, me dio curiosidad, son los primeros que pasan por esto.

En ese momento entró una pelirroja a la cocina. Ante el incómodo silencio, ella sola se presentó como encadenada de Jace. Cuando le explicaron la situación, dijo: —Debe ser igual que Izzy o yo, Jace. Es hombre, pero los síntomas deben ser parecidos. Cambios emocionales, hambre, mucha hambre, mareos, nos pondremos enormes...

Catarina dio una última mirada a Jace y se volvió hacia Magnus: —Iré por Ragnor, pero mañana mismo nos mudamos, cariño. Esta noche puedes dormir en la habitación que me dieron a mí.

Magnus frunció el ceño. ¿No tendría una propia?

—Ya te expliqué mi situación con Ragnor, aun así dormimos juntos porque el enlace entre encadenados es fuerte y le hace bien al bebé —ella se encogió de hombros—. Pero creo que tu encadenado hoy no se siente bien y será mejor que estés solo. O puedes venir conmigo esta noche.

—No.

Esa palabra los hizo voltear a todos. Ahí, parado en la puerta de la cocina, estaba Alec.

—¿No qué? —preguntaron todos a la vez.

—Magnus no puede irse, es mi encadenado y mi responsabilidad. Hablar con Izzy me dejó pensando. ¿Podemos hablar, Magnus?

Magnus pensó en negarse, pero luego recordó que quería decirle a Alec sobre la idea que tenía de imitar a Ragnor y Catarina. Asintió y bajó de un salto del taburete en que estaba.

Alec hizo un sonido extraño. Todos lo miraron mientras él decía "¿Podrías no hacer eso?".

Izzy sonrió. Ese era su Alec.