41. ¿Y si...?

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Magnus llevaba días demasiado silencioso. Alec no sabía si era su culpa, sentía que había estado así desde su cita médica, o tal vez podría ser por el último capítulo de Soñadores...

¡Por fin se habían besado!

Era para alegrarse, incluso Alec no pudo evitar una sonrisa cuando sucedió, sin importar los comentarios de Jace de hace unos días cuando Magnus había salido con sus amigos y él no pudo evitar adelantarse solo con la lectura.

Jace había mirado largo rato antes de acercarse. "¿Estás leyendo esto obligado?"

"¿Qué?", Alec no había entendido a qué venía esa pregunta.

"", Jace había hecho una mueca rara, "Yo entiendo que ni tú ni Magnus pidieron esto, y me cae bien incluso, Clary lo quiere mucho, pero nunca te imaginé leyendo este tipo de novelas donde los protagonistas son...dos hombres. Ahora entiendo por qué siempre estás leyendo con Magnus, ¿es alguna terapia de pareja o algo?".

Alec había fruncido el ceño, la verdad es que él no le había dado importancia a los protagonistas hasta que Jace lo mencionó, porque ¡era ficción! y además el príncipe y el soñador se gustaban y un sentimiento puro estaba creciendo entre ellos...

Entonces Alec había sentido su ceño fruncirse y enojo arder en su vientre, enojo contra él mismo. ¿Por qué había tratado tan mal a Magnus, cuando él no había pedido esto, cuando en la novela nunca le pareció malo?

Era un tonto.

Ese recuerdo lo llevó a pensar que tal vez él tenía la culpa. Magnus le había tenido paciencia, le había propuesto un trato para no incomodarlo, era el mejor amigo que había tenido, ¿y él qué le había dado a cambio?

Magnus sonreía más con todos los demás, con Clary e Izzy, o con Ragnor y Catarina, incluso cuando salía con ellos y el tal Raphael. En cambio con él, reía sólo cuando leían, se relajaba sólo cuando dormían juntos y amanecían abrazados, a veces Alec se despertaba antes y se quedaba mirándolo dormir porque sabía que al despertar Magnus sólo diría "Buenos días" y se iría, Magnus nunca intentaba alargar el momento, no se disculpaba ni mencionaba el hecho de despertar abrazados.

Esa noche, ¡regresó hasta la noche!, Magnus llegó demasiado sonriente, le contó entre risas la película que él y sus amigos, Raphael incluido, habían visto.

Alec intentó alegrarse por él. Pero cuando le preguntó si quería leer un capítulo y Magnus dijo que estaba cansado, no pudo ocultar su decepción. Magnus debió notar su expresión herida, porque le sonrió, acarició un lado de su rostro, y le dijo que de verdad estaba muy cansado, estaban demasiado cerca aunque no estaban dormidos o leyendo, Alec se quedó viendo esos labios y se preguntó qué haría Magnus si él se inclinaba y...

Encadenados (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now