83. Velada ragnael

6.2K 771 174
                                    

Velada ragnael 😻

* * *

«—¡No! No, espera, tengo muchas ideas... —Magnus sonaba de verdad emocionado. Y Raphael de verdad estaba desesperado, así que siguió con la llamada.>>

Gruñó un poco para demostrar su desacuerdo, pero Magnus sólo se rió, después de mucho ruido de movimiento, volvió a hablar: «—Etonces, ¿tienes ya alguna idea? ¿Alguna preferencia?»

Raphael lo pensó. Amaba a Ragnor, no había duda de eso, pero no tenía ninguna idea de cómo demostrárselo. Ser cursi o romántico no era lo suyo.

—Si tuviera ideas, no estaría recurriendo a ti, Bane.

Magnus no perdió su tono alegre: «—Está bien, sólo preguntaba... No importa, yo tengo tantas ideas...»

—Deberías usarlas con tu Lightwood —bromeó Raphael.

Y se arrepintió al instante. Casi podía imaginar su sonrisa.

«—Lo haré, no te preocupes por eso. Mi relación va de maravilla...»

—¡Ugh! No quiero detalles, Magnus... Pero, estás bien, ¿cierto? ¿Te está tratando bien? ¿Eres feliz?

Porque aunque bromeara siempre y lo molestara, Raphael quería demasiado a su amigo y se preocupaba por él.

«—No te preocupes, Rapha. Alexander es lo mejor que pudo pasarme, gracias a este encadenamiento encontré el amor, no podría ser más feliz... Ahora lo importante son tú y Ragnor...y su noche mágica...»


* * * * *


Así que ahora estaba, en la habitación que compartía con Ragnor, con una botella de vino -hasta ahí todo bien-, pero, ¿no era algo exagerado ese camino de pétalos de rosa?

Raphael se sentó en la orilla de la cama, esperando al amor de su vida. Ragnor había estado un rato con Catarina y, aunque él amaba estar con sus amigos y sentir a la bebé de ellos, había tenido que decir que estaba cansado para poder cumplir las ideas de Magnus...que ahora empezaba a dudar si eran buena idea.

Se tomó él solo una copa de vino, de un sólo trago, antes de ponerse de pie y empezar a pasearse nervioso. Caminando al lado del camino de pétalos.

—¿En qué estaba pensando cuando te llamé? —se preguntó, mientras se agachaba y, con su mano, empezaba a barrer los pétalos.

Justo en ese momento la puerta se abrió y Ragnor soltó una risita. —¿Ya de rodillas, mi amor? —su mano acarició suavemente un lado del rostro de Raphael, alzándolo para que sus miradas se encontraran, y él sintió como se ruborizaba.

Entonces Ragnor pareció notar las flores. —Oh, Rapha. ¿Tú hiciste esto? ¿A qué se debe? ¿Hay alguna fecha que haya olvidado?

Raphael reunió valor mientras se ponía de pie, sus manos acunando el rostro de Ragnor, pegando su cuerpo al suyo. —¿Sólo por una fecha especial puedo ser un buen novio? Quería demostrarte cuánto te quiero y te valoró, Ragnor.

La mirada de Ragnor se suavizó. —Pero eso me lo demuestras siempre, Rapha. No hacen falta rosas o vino... Pero ya que lo hiciste, vamos a disfrutarlo —agregó al ver su mueca.

—Sabes que te amo, ¿verdad? —preguntó Raphael, ofreciendo su mano.

Ragnor la tomó, sonriendo, y dejó un beso en ella antes de caminar con él dentro de la habitación. —Y yo te amo a ti. Pase lo que pase.



Encadenados (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now